Turismo

El «Boom» de la Playa de As Catedrais

Tras varios años posicionándose como una de las playas más bonitas e impresionantes, tanto a nivel español como internacional, la Playa de As Catedrais (para muchos, conocida como Las Catedrales) cuyo verdadero nombre es Augas Santas, podría estar al borde del colapso.

¿Por qué? La pregunta tiene fácil respuesta.

La principal característica de la playa es que, para poder ver los famosos arcos que se han formado a lo largo de los años con por el desgaste producido por las olas del mar, tiene que estar la marea baja; cuanto más baja, mejor.

Si tenemos en cuenta que las bajamares se producen dos veces al día y permiten ver la playa sin mojarse demasiado durante 2 horas, nos encontramos con un espacio de tiempo muy reducido para las visitas.

Si a todo esto le sumamos que la popularidad de la playa se ha multiplicado increíblemente durante los últimos años, lo que supone que la afluencia de visitantes es cada día mayor, nos encontramos, sobre todo en fechas señaladas, con unas enormes aglomeraciones de gente.

Como último apunte en este sentido, la Playa de Las Catedrales no deja de ser una playa, por lo que cuando más apetece visitarla es en verano y/o cuando empieza a apretar el calor (como en Semana Santa), hecho que favorece todavía más el fenómeno aglomeración.

¿Éxito o fracaso?

Es cierto que para la zona esto supone una inyección económica muy importante, sobre todo para el sector servicios, pero para la conservación de la Playa en sí comienza a ser un problema.

La gran afluencia de visitantes trae consigo atascos, contaminación, suciedad, basura… incluso en el verano de 2.014 algunos visitantes comenzaron a dejar su firma rascando las rocas que forman los arcos que tantos años ha tardado el Mar Cantábrico en esculpir… vergonzoso.

Con el fin de evitar el deterioro de la Playa, autoridades locales, grupos ecologistas y portales web que contienen información sobre la misma, han centrado sus fuerzas en concienciar a los posibles visitantes de que es necesario preservar un espacio natural de estas características.

A día de hoy, ya casi llegando de nuevo al verano, se está planificando restringir la entrada al arenal para evitar así aglomeraciones que puedan desgastar y empeorar el estado de la playa rápidamente.

Una vez más, volvemos a llegar al punto de tener que prohibir o restringir el acceso para poder conservar un espacio natural. Esto es algo que quizás habría que estudiar con más detenimiento. Si orientásemos nuestros esfuerzos con más decisión aún en la educación y la concienciación de la población quizás podríamos llegar algún día a convivir en armonía con el medio ambiente.

Aún así, después de todo lo negativo descrito en párrafos anteriores, se puede decir que la Playa de Las Catedrales, a día de hoy, aunque un poco maltratada por las últimas aglomeraciones, todavía sigue siendo un ejemplo de limpieza y conservación, lo que nos lleva a pensar que, en un futuro, esto puede mejorar aún más en ese sentido, permitiendo que la playa luzca así de hermosa durante muchos años.

Sin duda, es un sitio que merece la pena visitar.