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Foto extraida del video de Youtube
Posición España Eurovisión 2025: ¿Será el año de la revancha o del «ya veremos»?
España y Eurovisión tienen una relación de amor-odio que parece sacada de un culebrón. Un año estamos arriba, otro abajo, y siempre con la esperanza de que el próximo sea «el año». ¿2025 será la revancha que todos esperamos o seguiremos con el clásico «ya veremos»? La presión está ahí, y no es solo por el escenario, sino por el orgullo nacional de no quedarnos en el furgón de cola otra vez.
El problema no es la falta de talento, sino la estrategia. A veces parece que elegimos la canción con los ojos cerrados y los dedos cruzados. ¿Será que en 2025 optaremos por algo más arriesgado? ¿Un flamenco-tecno? ¿Un reggaetón con coros de pandereta? Lo que está claro es que si no innovamos, seguiremos siendo el país que todos aplauden pero pocos votan.
Y luego está el tema del público. Los españoles somos expertos en criticar antes de escuchar. Si la canción no nos convence en los primeros 10 segundos, ya la damos por perdida. Pero, ojo, en 2025 podríamos sorprendernos. Quizás sea el año en que dejemos de ser nuestros peores enemigos y empecemos a apoyar sin reservas. O quizás no, y seguiremos con el «ya veremos».
¿Qué nos depara el futuro? Preguntas que todos nos hacemos
- ¿Volveremos a apostar por un artista conocido o daremos paso a nuevas caras? La eterna duda entre lo seguro y lo arriesgado.
- ¿Habrá más coreografía o nos quedaremos con el clásico «cantar y mover los brazos»? Que alguien llame a un coreógrafo, por favor.
- ¿Conseguiremos más de 100 puntos o seguiremos en la zona de confort de los 50? El marcador no miente, pero duele.
Eurovisión 2025: España, ¿a por el trofeo o a por el catering?
España y Eurovisión, una relación de amor-odio que parece escrita por un guionista de telenovela. Cada año, nos ilusionamos con la posibilidad de ganar, pero al final, parece que nuestro mayor logro es llevarnos el premio al mejor *snack* de backstage. ¿Qué pasará en 2025? ¿Nos veremos subiendo al escenario para recoger el trofeo o simplemente para pedir más croquetas? La presión está servida, y no solo en el escenario.
El problema no es que no tengamos talento, ¡que lo tenemos a raudales! El problema es que, a veces, parece que nos tomamos Eurovisión como una fiesta de pueblo donde lo importante es pasarlo bien. Y ojo, no está mal, pero si queremos ganar, quizás haya que dejar de lado el *»total, por un punto más o menos»* y centrarnos en dar un espectáculo que deje a Europa con la boca abierta. Aunque, seamos sinceros, si no ganamos, al menos que nos den un reconocimiento por ser los más simpáticos del concurso.
¿Qué podemos esperar de España en 2025?
– El candidato o candidata: ¿Será un *one-hit wonder* o alguien con experiencia en escenarios internacionales?
– La canción: ¿Un himno pegadizo o una balada que nos haga llorar más que el resultado final?
– El vestuario: ¿Algo innovador o un disfraz que parezca sacado de un carnaval de Cádiz?
¿Eurovisión 2025: preguntas que todos nos hacemos?
¿España tiene posibilidades reales de ganar?
Depende. Si nos lo tomamos en serio y dejamos de lado el «pasarlo bien», quizás sí. Si no, siempre nos quedará el catering.
¿Qué pasa si no ganamos?
Nada del otro mundo. Seguiremos siendo los reyes de la fiesta y los que mejor saben disfrutar del evento, aunque sea desde el último puesto.
¿Y si ganamos?
Pues habrá que preparar una fiesta que haga historia. Y, por supuesto, asegurarnos de que el catering esté a la altura del trofeo.