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¿Por qué dormir mucho es malo? 5 consecuencias negativas

Dormir es necesario, porque cuando dormimos recargamos las pilas, oxigenamos nuestro cuerpo y le damos a nuestra mente un merecido descanso (recuerda que el cerebro es un músculo que también necesita reposo). Los médicos aconsejan dormir entre 7 y 8 horas diarias, pero aunque la ciencia diga que ese tiempo es más que suficiente para afrontar el día con energía, muchas veces sentimos la tentación de quedarnos en la cama un buen rato más.

 

Sabemos que la falta de sueño es perjudicial para nuestra salud y, ahora, varios estudios coinciden en señalar que dormir muchas horas también puede tener consecuencias negativas.

 

Por un lado, el exceso de sueño es un indicador de mala salud. Es decir, cuando pasamos horas y horas en la cama y aún así seguimos cansados, algo no funciona bien en nuestro cuerpo. Aunque el motivo también puede estar en una mala calidad del sueño motivada por factores externos: dieta, falta de ejercicio, hábitos nocturnos…

 

Pero por otro lado, dormir muchas horas también puede ser causa de problemas de salud.

 

Los efectos negativos del exceso de sueño

Un estudio sorprendente sometió a examen, entre 1986 y el año 2000, los patrones de sueño de unas 15.000 enfermeras. Entre 1995 y 2001, el Nurses’ Healthy Study, formado por varias universidades, entre ellas la Universidad de Harvard, realizó una serie de pruebas cognitivas a estas pacientes. Una vez evaluadas, repitieron las pruebas 3 veces más cada 2 años.

 

Con los resultados en la mano, los investigadores determinaron que las mujeres que durmieron poco o mucho durante varios años presentaban una edad cognitiva dos años más envejecida que aquellas que mantuvieron una rutina de entre 7 y 8 horas diarias de sueño. ¿Y cuánto es dormir mucho? En este caso, 9 horas diarias o más.  La disminución de las capacidades cognitivas (concentración, memoria, resolución de problemas…) está por tanto asociada al exceso de horas de sueño.

 

dormir en la cama

 

También el riesgo de padecer diabetes, al menos en los hombres. Otro estudio elaborado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Libre de Amsterdam, comprobó cómo en los varones que duermen menos o más horas de las recomendadas, las células presentan una menor capacidad de respuesta, por lo que no captan la cantidad suficiente de glucosa. De aquí se deduce que esas personas tienen más riesgo de sufrir diabetes que los hombres que duermen las 7 horas diarias marcadas por el estudio. Lo curioso de estos resultados es que, pese a proceder de pacientes de hasta 14 países europeos diferentes, no se repiten en las mujeres. Es decir, la relación entre la falta o el exceso de sueño y la diabetes se presenta únicamente en los hombres.

 

Existe una tercera investigación que demuestra que el exceso de sueño puede tener consecuencias negativas. Fue elaborada por la Universidad de Cambridge para analizar los patrones de sueño de 10.000 personas con edades entre los 42 y los 81 años. De sus análisis se extrae un dato revelador: quienes duermen más de 8 horas diarias presentan el 46% más de posibilidades de sufrir un ictus o infarto cerebral. Los investigadores no tienen claro el porqué.

 

El exceso de sueño también se asocia a la obesidad, ya que cuanto más dormimos menos energía tenemos y más nos cuesta movernos. Asimismo, dormir muchas horas altera la segregación de la serotonina, el neurotransmisor popularmente conocido como la ‘hormona de la felicidad’, lo que puede provocar mal humor y también dolores de cabeza.

 

taza de café después de dormir

 

Consejos para dormir mejor

Para dormir las horas suficientes (ni más ni menos) y conseguir un sueño reparador, estos sencillos consejos te serán de mucha ayuda:

 

Sigue, en la medida de los posible, una rutina de sueño: acuéstate y levántate siempre a la misma hora.

 

La práctica regular de ejercicio ayuda a mantener esa rutina. Compruébalo: sal un día a correr y verás cómo esa noche duermes de maravilla.

 

Evita las cenas copiosas antes de acostarte, y también al contrario: nunca te vayas a la cama con hambre. Lo ideal es cenar al menos 3 horas antes del momento de irse a dormir.

 

El consumo de alcohol puede darte somnolencia, pero el sueño no será reparador: evítalo.

 

Te será más fácil conciliar el sueño si antes de irte a la cama practicas actividades relajantes como darse un baño caliente, leer un libro, escuchar música suave…

 

No es recomendable ver la televisión o jugar con la tableta, ya que las pantallas de estos dispositivos nos desvelan.

 

Procura no entrar en el círculo vicioso de mala noche-siesta larga-mala noche. Lo ideal es dormir entre 20 y 40 minutos de siesta, evita alargarlas más para así tener sueño cuando llegue la hora de dormir.

 

 

 

Y ahora, apaga el dispositivo, relájate ¡y a la cama! Pero ya sabes, a la mañana siguientes está bien hacerse el remolón, pero nada de dejar pasar las horas metido entre las sábanas….