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Foto extraida del video de Youtube
Frutas exóticas: ¿Delicias tropicales o trampas para tu paladar?
¿Alguna vez te has topado con una fruta que parece sacada de un planeta alienígena? Las frutas exóticas son como los personajes secundarios de una película: algunas roban la escena con su sabor increíble, y otras… bueno, mejor no hablar de ellas. El mangostán, por ejemplo, es como el Beyoncé de las frutas: dulce, jugoso y con un toque de diva. Pero luego está el durian, que huele a calcetines sudados y tiene el poder de vaciar una habitación en segundos. ¿Delicia o trampa? Depende de tu valentía (y de tu nariz).
No todas las frutas exóticas son tan polémicas. La pitahaya, con su aspecto de dragón y su sabor suave, es como el amigo que siempre cae bien. Y el rambután, con su pelito punk, es tan divertido de pelar como de comer. Pero cuidado con el ackee, una fruta jamaiquina que, si no está madura, puede ser más peligrosa que un spoiler de tu serie favorita. ¿Vale la pena el riesgo? Para los amantes de lo exótico, siempre.
El mundo de las frutas tropicales es como una caja de sorpresas: nunca sabes si te tocará el premio gordo o una broma pesada. Algunas te harán sentir en el paraíso, y otras te dejarán preguntándote por qué te metiste en esto. Pero, ¿no es eso lo divertido? Probar algo nuevo, reírte de tus errores y, quién sabe, tal vez encontrar tu nueva obsesión.
¿Tienes dudas sobre las frutas exóticas? Aquí te las resolvemos
– ¿Por qué el durian huele tan mal? Es su forma de decir: «Soy único, pero no para todos».
– ¿Cómo se come un rambután? Pélalo como si fuera un chicle gigante y disfruta su jugosa pulpa.
– ¿El ackee es seguro? Solo si está bien maduro. Si no, mejor déjalo en el árbol.
– ¿Qué fruta exótica debería probar primero? Empieza con la pitahaya, es la más amigable para principiantes.
Frutas exóticas que no sabías que existían (y probablemente no necesitas probar)
¿Alguna vez te has preguntado si hay frutas que parecen sacadas de un sueño febril? Pues sí, existen. La fruta del dragón es la más famosa de la lista, pero hay otras que ni siquiera te imaginas. Por ejemplo, el rambután, que parece un erizo de mar peludo y dulce, o el ackee, que es la fruta nacional de Jamaica y, si no lo preparas bien, puede mandarte directo al hospital. ¿Quién dijo que la naturaleza no tiene sentido del humor?
Luego está el durian, la fruta más polémica del mundo. Es tan apestosa que en algunos países está prohibido llevarla en el transporte público. Sí, huele a calcetines sudados mezclados con cebolla podrida, pero hay quienes juran que su sabor es celestial. ¿Te animarías a probarla? Y no podemos olvidar el mangostán, que parece una bola de billar morada pero esconde una pulpa jugosa y dulce. Aunque, sinceramente, ¿cuántas veces has pensado: «Hoy me muero por un mangostán»?
Por último, tenemos la salak, también conocida como «fruta serpiente» por su piel escamosa. Su sabor es una mezcla rara de dulce y ácido, como si una piña y un kiwi tuvieran un hijo rebelde. Y, aunque suena interesante, probablemente no la necesitas en tu vida. A menos que quieras impresionar a alguien en una cena, claro. ¿Quién no querría sacar una fruta que parece sacada de un cuento de terror?
¿Y eso qué es? Preguntas que nunca te hiciste sobre frutas raras
¿El durian es realmente tan apestoso? Sí, y no exageramos. Piensa en un basurero en pleno verano. Eso.
¿El ackee es peligroso? Solo si no lo preparas bien. Sus semillas son tóxicas, así que mejor déjalo en manos de expertos.
¿Dónde puedo encontrar estas frutas? En mercados especializados o en viajes a países tropicales. O, si tienes suerte, en algún supermercado gourmet. Aunque, ¿para qué complicarse?