Alimentarse en verano: consejos para una alimentación sana

Pasamos todo el invierno y la primavera preparándonos para la época estival, haciendo dieta para lucir nuestra mejor figura en verano o, simplemente, cuidándonos para llegar con una salud pletórica a las vacaciones; pero ¿mantenemos esos propósitos en nuestro tiempo de descanso? La respuesta, a primera vista, es NO. Dejamos los buenos hábitos de alimentación, la rutina, el ejercicio moderado e incluso nos desapuntamos del gimnasio. ¡Un error! En la época estival también debemos cuidarnos.

Os proponemos siete consejos para una alimentación sana en verano.

Hidratación
Es fundamental mantener nuestro cuerpo hidratado tanto en invierno como en verano. Pero en la época estival por el calor y porque, seguramente, hacemos más ejercicio, es muy necesario seguir unas pautas de hidratación. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha elaborado un estudio en el que asegura que una persona a partir de los 14 años debe beber un promedio de entre 2 y 2,5 litros de agua al día en condiciones de temperatura y ejercicio moderados. Es decir, en verano debemos aumentar esta cantidad si nos exponemos a altas temperaturas o realizamos un mayor ejercicio físico.

Productos de la huerta
El verano es la época perfecta para comer de forma saludable. Ensaladas, fruta, parrilladas de verduras. Apostemos por los productos de temporada y frescos de la huerta, muchos de ellos alimentos que no deben faltar en tu nevera. Notaremos una mejora en nuestra salud, reduciremos aquella grasa que nos sobra y nos mantendremos frescos y saludables.

Espaciar las comidas
Cinco comidas al día y ligeras. Un buen desayuno, alguna pieza de fruta a media mañana, una comida ligera, una merienda de fruta y una cena también ligera son fundamentales para mantener un estado físico envidiable. ¡Dejemos de lado las comidas copiosas! Tardaremos más en hacer la digestión y tendremos una sensación de pesadez durante todo el día.

comida sana

Comer de restaurante y sano es posible
Ya no tenemos excusa a la hora de comer fuera cuando estamos de vacaciones. En todos los restaurantes hay un menú saludable que incluye una ensalada de primero y un pescado o carne a la plancha de segundo. Podemos hacer una excepción con el postre. ¡Un capricho de vez en cuando no viene mal!

Picoteo saludable
Picar sano es posible. Unos frutos secos, una ensalada de frutas variadas, un zumo natural… ¡Unos pepinillos! De este modo podemos superar esos momentos de hambre entre comidas sin hacer que nuestro cuerpo se resienta.

Slow Food
¡Es hora de practicarlo! El ‘slow food’ es una filosofía de vida y de alimentación que sólo puede reportarnos beneficios. Es el arte de elaborar con calma las comidas, planeándolas y elaborándolas con cuidado. A la hora de comer debemos sentarnos sin prisa, en una mesa bien decorada y disfrutando de cada bocado que nos llevamos a la boca. Comer despacio es el inicio de una alimentación saludable.

Ejercicio
¡No puede faltar! No hace falta que salgamos a correr como #runners profesionales, pero sí debemos movernos. Caminar por la orilla del mar, pasear por la montaña… hay docenas de ejercicios que pueden ayudarnos a bajar la comida y mantenernos en forma.

¡Ya no hay excusa para alimentarse bien también en verano! Con esta serie de recomendaciones no sólo nos sentiremos mejor con nuestro cuerpo, sino que también nuestra salud mejorará. Y eso se notará en nuestro estado de ánimo. ¡Disfrutemos del verano!