Foto extraida del video de Youtube
¿Quién es el autor de la novela «El camino»? Spoiler: no es un GPS literario 🧭
¿Estás buscando al genio detrás de El camino como si fuera una señal de tráfico en medio de la niebla? Tranqui, te ahorro el suspense: el culpable de esta obra maestra es Miguel Delibes, un tipo que sabía más de pueblos castellanos que de actualizar mapas. Nacido en Valladolid en 1920, Delibes no necesitaba Waze para retratar la España rural: le bastaban su pluma, un café cargado y una dosis de ironía fina como el pan de pueblo. Si Cervantes hubiera tenido un sobrino que escribía con boina y botas de montar, sería él. 📚
¿Un Delibes con brújula? No exactamente…
Delibes no era de esos escritores que se pierden en descripciones interminables (mirándote a ti, Tolkien). El camino, publicada en 1950, es como un selfie en blanco y negro de la posguerra española: sencilla, directa y con más corazón que un botellón de domingo. Su protagonista, el niño Daniel el Mochuelo, podría ser el primo lejano de El Lazarillo de Tormes, pero con menos hambre y más dudas existenciales. Y ojo, que aquí no hay caminos de baldosas amarillas ni magos: solo tierra, nostalgia y un puñado de personajes que te harán reír y llorar como si fueras familiar. 😂😭
Por cierto, si creías que Delibes solo escribió esta novela, ¡error garrafal como confundir un toro con una vaca! El hombre era una máquina de crear historias: Los santos inocentes, Cinco horas con Mario… Una lista más larga que la cola del INEM en los 80. Pero El camino sigue siendo su tesoro: la novela que todo el mundo cita en reuniones familiares para parecer culto sin haber leído a Proust. 🧐
¿Y si te quedaste con más dudas que un turista sin mapa?
- ¿Era Delibes el Hemingway español? → Casi, pero con más chorizo y menos mojitos. Ambos escribían sobre la condición humana, pero Miguel prefería los campos de Castilla a las playas de Cuba.
- ¿Por qué el GPS del título? → Porque El camino no es una ruta, sino un viaje de la infancia a la madurez. Spoiler: no hay peaje, pero sí curvas emocionales sin airbag.
- ¿Se puede leer hoy sin morir de aburrimiento? → Claro. Es corta, ágil y con diálogos que podrían ser un hilo de Twitter de 1950. #NiñosAntesDeLosSmartphones.
Ah, y por si alguien lo duda: no, Delibes no tiene nada que ver con la princesa de Frozen. Aunque ambos saben que el frío (el de la guerra y el de Arendelle) marca carácter. ❄️
Miguel Delibes y «El camino»: por qué este autor no te va a dar direcciones (pero sí unas cuantas lecciones) 📚😂
Delibes: el GPS que nunca tuviste (y que tampoco querías)
Miguel Delibes, ese señor con nombre de poeta romántico que escribía sobre pueblos donde el wifi ni se concebía, se dedicó a contarnos la vida rural con una maestría que hoy dejaría en *shock* a cualquier influencer de viajes. «El camino» no es un manual para llegar a la ciudad sin perderse, sino un viaje a los dilemas de un niño de 11 años que descubre que la felicidad no está en el asfalto, sino en los charcos de barro. ¿Le preguntas a Delibes cómo ir de Valladolid a Madrid? Te responderá con una reflexión sobre la inocencia perdida… y un mapa mental de emociones.
Las clases maestras que no vienen en Google Maps
Olvídate de tutoriales: aquí nadie te enseña a subir historias épicas a Instagram. Daniel «el Mochuelo» te dará lecciones que ni el algoritmo más listo:
– Priorizar: ¿Jugar al fútbol con los amigos o ir a la escuela? Delibes te diría que elijas, pero con la conciencia de que cada elección te quita un pedacito de infancia.
– Amistades tóxicas: Roque «el Moñigo» y Germán «el Tiñoso» son el *squad* que nadie quiere, pero que todos necesitan para entender que la lealtad no se mide en likes.
– Filosofía low cost: La felicidad es ver amanecer entre vacas, no acumular seguidores. *Take that, Zuckerberg*.
¿Por qué esto es mejor que Waze?
Porque mientras las apps te gritan “¡Gira a la derecha!”, Delibes te susurra: *“Mira cómo ese bosque guarda secretos que ni tu abuelo conoce”*. Su novela no usa satélites, pero conecta con esa brújula interna que llevas dentro (sí, la que ignoras cuando el GPS dice “recalculando”). ¿Quieres rutas alternativas? Toma: aprender a soltar, valorar lo sencillo y reírte de tus propios miedos. Eso sí, si buscas indicaciones para evitar un embotellamiento, mejor abre Google.
🔍 Lo que todos quieren saber (y no se atreven a preguntar)
¿Era Delibes un viajero compulsivo?
¡Ni de coña! El hombre prefería una tarde con su perro en el campo antes que un pasaporte lleno de sellos. Su “camino” era metafórico, como cuando tu tío dice que va a hacer senderismo y luego se sienta en el bar de la plaza.
¿Daniel «el Mochuelo» hubiese triunfado en TikTok?
Imposible. Con su cara de pocos amigos y su obsesión por las gallinas, lo más viral que lograría sería un meme de “chico descubre que la naturaleza no tiene filtros”.
¿Por qué leer esto si ya tengo Spotify?
Porque mientras Bad Bunny canta sobre deudas y excesos, Delibes te recuerda que la vida sencilla tiene banda sonora propia: el viento en los árboles, el balido de una oveja y el sonido de tu madre llamándote a comer. *Y eso no está en ninguna playlist*.