El Bar España en Palma: ¡Descubre su encanto!

Foto extraida del video de Youtube


La ruta de los bares más molones de Palma de Mallorca

Si eres de esos que creen que la vida nocturna de Palma se resume a turistas con sombreros de fiesta y mojitos de litro, prepárate para que te desmontemos ese mito. La capital mallorquina esconde algunos de los bares más molones de todo el Mediterráneo, lugares donde el arte de mezclar, el ambiente bohemio y la originalidad se dan cita. Empezamos nuestra ruta en Bar El Cuerno, un clásico de la ciudad que bien podría ser el personaje más peculiar de una novela de Galdós. Con sus paredes llenas de cornamentas (de ahí el nombre, no es que te vayan a cornear) y su clientela de vecinos del barrio, este local es el rey de los gin-tonics y el príncipe de los chistes malos del camarero.

Pero si eres más de ambiente alternativo, Bar San Juan es tu paraíso. Ubicado en el barrio de Santa Catalina, este bar es como el sótano de tu tío cool, el que tiene discos de vinilo, una barba de tres días y un whisky escocés guardado desde la guerra. Aquí no encontrarás cócteles con nombres ridículos ni decoración vintage comprada en IKEA, pero sí una selección de whiskies que harían llorar de envidia a un escocés. Y si al final te entra hambre, no te preocupes, porque en el bar de al lado te sirven las mejores patatas bravas de la isla.

Y para cerrar la noche con broche de oro (o más bien de corcho), Bar Ocho es el lugar perfecto. Este pequeño local en el casco antiguo es como el armario de un estilista: todo está en su sitio, pero con un toque de locura. Sus cócteles son obras de arte, literalmente, porque los sirven en vasos que parecen sacados de una galería de arte moderno. Y no te asustes si el camarero te pregunta si quieres “un beso en el cuello”: no es que se haya enamorado de ti, es que es su especialidad, un cóctel que te dejará tan enamorado como un adolescente en primavera.

¿Cuáles son los bares más molones de Palma? Aquí está la lista

Bar El Cuerno: Donde el gin-tonic es una religión y las cornamentas decorativas son el pan de cada día.
Bar San Juan: El refugio de los amantes del whisky y los que prefieren un ambiente más bien… interesante.
Bar Ocho: Para los que buscan un cóctel que podría expomese en un museo de arte moderno.

¿Preguntas que te has hecho alguna vez sobre los bares de Palma?

¿A qué hora cierran los bares en Palma?
Bueno, si eres de los que piensas que la noche termina a las 3 de la mañana, prepárate para llevarte una sorpresa. Algunos bares cierran a las 6, otros a las 7, y los más rebeldes… no cierran hasta que se acaba el alcohol o la paciencia del camarero, lo que llegue primero.

¿Vale la pena ir a un bar en el centro turístico?
Si te gusta el ambiente de “soy un turista y me lo merezco”, adelante. Pero si prefieres codearte con los lugareños y ahorrar un dinero, mejor lárgate un poco del centro y descubre los bares de los barrios.

¿Es obligatorio pedir un cóctel en Bar Ocho?
No, pero si no lo haces, te perderás de una experiencia que podría cambiarte la vida… o al menos tu forma de ver los cócteles.

¿Puedo pagar con tarjeta en Bar San Juan?
Sí, pero si sacas una tarjeta de crédito dorada, te mirarán raro. Aquí el dinero es para gastarlo, no para lucirlo.

¿Es verdad que en Bar El Cuerno te dan un cuerno como souvenir?
No, pero si te portas bien, el camarero te puede regalar un chiste sobre cornamentas. Y eso, amigo, es mejor que un souvenir.

¿Qué hace que un bar en España sea auténticamente especial?

En España, un bar no es solo un lugar donde pedir una cerveza y un pincho. No, no, no. Aquí, un bar auténtico es una experiencia que te hace sentir como si hubieras nacido y crecido entre tapas y tertulias. **El primer paso para que un bar sea especial es su capacidad para hacerte olvidar que existen las aplicaciones de citas y losdelivery de comida a domicilio**. ¿Por qué? Porque en estos templos del tapeo, el arte de la conversación todavía está vivo y coleando, y el olor a aceitunas y jamón serrano es el perfume de los dioses.

Y luego está el bartender, que no es solo el que te sirve la bebida, sino un psicólogo, un confesor y un filósofo de barrio. ¿Necesitas consejos sobre cómo ligar? Pregúntale al camarero. ¿Quieres saber cuál es el mejor equipo de fútbol de Madrid? Pregúntale al camarero. ¿Te duele el corazón porque te ha dejado tu pareja? Pregúntale al camarero, y si no te da consejos, te dará un chupito de cortesía para que te olvides de tus penas. Ese, amigos, es el verdadero espíritu de un bar auténtico.

Pero no podemos olvidar el ambiente, que es como la salsa secreta de un bar español. Piensa en ello: mesas de formica, sillas que parecen haber sido robadas de un colegio de los años 70, y un televisor en el rincón que emite un partido de fútbol o una película de Berlanga a voz en grito. Y en medio de todo eso, un grupo de amigos discutiendo a gritos sobre si el mejor tinto de verano es el que se hace con Sprite o con Casera. Ese es el auténtico bar español: un lugar donde la pasión, el ruido y el amor por la vida se mezclan en un cóctel que no está en la carta, pero que te deja con la sonrisa tonta durante horas.

¿Y qué hay de la comida?

La comida en un bar español es como la abuela que todos queremos: sencilla, pero que te llena el alma. No esperes nada gourmet ni platos que parezcan obras de arte. Lo que sí encontrarás son patatas bravas que te hacen sudar, croquetas que te recuerdan las de tu infancia, y tortilla de patatas que parece que la ha hecho tu tía en su cocina de siempre. Y si tienes suerte, hasta te darán un plato de aceitunas que parecen haber sido aliñadas con amor (y un poco de maldad, porque te harán beber más).

Y hablando de beber, el tinto de verano es el rey de las bebidas. No, no es solo un refresco con vino tinto. Es una declaración de intenciones: «Hoy me voy a relajar, a disfrutar y a no preocuparme por nada». Y si te atreves a pedirlo con limón, los puristas te mirarán como si hubieras pedido un chupito de aceite de oliva, pero no importa. Tú sigue disfrutando, que la vida es corta.

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¿Qué hace que un bar sea «de verdad»?

Ah, la pregunta del millón. Un bar auténtico es aquel donde no necesitas mirar la carta para saber qué pedir. Sabes exactamente qué vas a encontrar: las mismas tapas que han estado sirviendo desde que nació tu abuelo, los mismos chistes del camarero y las mismas discusiones sobre fútbol que han estado ocurriendo desde que el fútbol existe. Y si eres suerte, hasta te encontrarás con alguien que te cuente la misma broma que te contó la última vez que fuiste, pero a ti te da igual porque te la ríes igual.

Y por último, el bar auténtico es aquel que, cuando te vas, te sientes como si hubieras dejado una parte de ti mismo allí. No sabes si es el alcohol, la comida o el ambiente, pero lo que sí sabes es que vas a volver. Y cuando vuelvas, te sentarás en la misma silla, pedirás lo mismo y te reirás de las mismas bromas. Eso, amigos, es un bar auténticamente especial.

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¿Te has preguntado alguna vez…?

¿Por qué los bares españoles tienen tantas tapas y tan poca carta?
Bueno, porque en España, la comida es un arte, pero también es una excusa para charlar, reír y no preocuparse por nada. Y si tienes que mirar una carta larguísima, te pierdes la mitad de la diversión.

¿Es verdad que los bares españoles abren a cualquier hora?
Pues no, pero parecía que sí. La verdad es que hay bares para cada hora del día: los que abren temprano para el café de los madrugadores, los que se llenan durante el vermú y los que cierran cuando ya no aguantan más.

¿Por qué a los españoles les gusta tanto el tinto de verano?
Porque es la bebida perfecta para cualquier situación: si hace calor, si hace frío, si estás triste, si estás contento… Y además, es la única bebida que puedes pedir sin que nadie te juzgue (mucho).

¿Es cierto que en algunos bares todavía te dan cosas gratis?
Sí, en algunos bares auténticos, te dan aceitunas, chopitos o hasta un poco de pan con tomate. Es su manera de decir: «¡Bienvenido, que te vaya bien y que no te vayas nunca!».