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¿De verdad Cervantes y Shakespeare se dieron el último ‘like' el mismo día?

El chisme histórico que nadie vio venir

Resulta que Cervantes y Shakespeare, los *influencers* de la literatura del siglo XVII, sí murieron el 23 de abril de 1616, pero ¡ojo al dato! No fue en la misma *timeline*. España ya usaba el calendario Gregoriano (el que tenemos hoy), mientras que Inglaterra seguía con el Juliano (un calendario tan anticuado como los calcetines con sandalia). Traducción: cuando el Manco de Lepanto cerró los ojos para siempre, el Bardo de Avon todavía tenía 10 días de margen para escribir un último soneto o maldecir a su cuñado. ¿Coincidencia cósmica? Más bien un lío de husos horarios que hasta un *spoiler* de Netflix envidiaría.

¿Y el Día del Libro? ¿Nos están engañando?

La UNESCO, en un arrebato de romanticismo histórico, dijo: *«¿Calendarios? Qué más da, juntemos a estos dos cracks en una sola fecha»*. Así nació el 23 de abril como Día del Libro, un *marketing* tan brillante como ponerle chorizo a todo. Eso sí, si Cervantes y Shakespeare hubieran tenido Instagram, seguro que se habrían tirado *troll* mutuamente: *«Willy, te copiaste mi trama de identidades falsas»* / *«Miguel, tú no sabes ni rimar en inglés»*. La rivalidad literaria habría sido *trending topic* sin duda.

La verdad tras el mito (o cómo arruinar una buena fiesta)

Para los puristas que exigen precisión: Shakespeare murió en mayo (según nuestro calendario actual). ¿Significa eso que el Día del Libro es una farsa? ¡Ni locos! Es como celebrar tu cumpleaños un sábado aunque hayas nacido en miércoles: la excusa perfecta para comer tarta sin remordimientos. Al final, lo importante es que ambos genios dejaron un legado tan grande que hasta Google les dedicaría un *doodle*. Y si no, imagina a Don Quijote tuiteando: *«Acabo de derribar molinos. #VidaDeCaballero #SanchoMiSombrero»*.

¿Y si Cervantes hubiera tenido Twitter?

• ¿Por qué se habla del mismo día si no es verdad?
  
  Porque «Cervantes y Shakespeare murieron con 10 días de diferencia» no vende tantas camisetas. ¡El drama vende!
• ¿Al menos se leyeron mutuamente?
  
  Imposible. Cervantes escribía en español y Shakespeare en inglés, un idioma que, según los británicos, ni ellos mismos entienden.
• ¿Y si usamos el mismo calendario?
  
  Entonces Cervantes habría muerto el 23 de abril y Shakespeare el 3 de mayo. Pero ¿quién quiere un Día del Libro en plenas vacaciones de primavera?

La verdad tras el 23 de abril: ¿marketing literario o amor a las letras?

¿Alguien dijo “Día del Libro” y todos corrimos a comprar ejemplares con un 10% de descuento? ¡Pues claro! El 23 de abril es como el Black Friday de los booklovers, pero con menos caos y más sonetos. La fecha, oficializada en 1930, coincide con la muerte de Cervantes y Shakespeare (y otros genios que no caben en este tuit). ¿Casualidad? ¡Nah! Alguien en una oficina pensó: *“¿Y si juntamos a estos cracks en un solo día? Así vendemos más y quedamos finos”*. Y voilà: nació el *marketing literario* disfrazado de homenaje cultural.

Pero, ¡ojo!, no todo es estrategia de ventas. En Cataluña, el 23-A es Sant Jordi, donde regalar una rosa y un libro es tradición desde el medievo (sí, los catalanes ya tenían *swag* antes que Instagram). Aquí el amor por las letras es real: calles llenas de autores firmando ejemplares, gente leyendo en terrazas y niños pidiendo *“El Principito”* en vez de chocolatinas. ¿Es comercial? Sí. ¿Auténtico? También. Como un churro con chocolate: dulce, adictivo y con su puntito de postureo.

Eso sí, las editoriales no son tontas: aprovechan para lanzar ediciones especiales, ofertas y hasta *merch* de libros que brillan en la oscuridad (por si te da miedo leer a Poe de noche). ¿Es malo? Depende. Si el bombo publicitario hace que alguien descubra a García Márquez o a Virginia Woolf, bienvenido sea. Al final, el 23 de abril es como un Tinder literario: algunos buscan amor verdadero, otros un rollo de una noche, pero todos acaban citándose con un libro.

¿Qué se cuece detrás del Día del Libro? Preguntas que huelen a tinta fresca 📚🔥

¿Por qué el 23 de abril y no otra fecha?

• Porque Cervantes y Shakespeare se fueron al más allá casi el mismo día (aunque Cervantes en realidad murió el 22… ¡shhh, no estropees el relato!).
• La UNESCO dijo: *“Esta fecha mola”* y la puso en el calendario mundial en 1995. ¿Marketing global? Puede. ¿Nos da igual? Totalmente.

¿Las editoriales ganan millones este día?

• ¡Obvio! Es su segunda Navidad. Pero ojo: sin lectores, no hay negocio. Así que, en el fondo, todos ganamos (y nuestras estanterías lloran).

¿Algún país no compra el rollo del 23-A?

• En Reino Unido celebran el *World Book Day* en marzo, con niños disfrazados de Harry Potter. ¿Nosotros? Preferimos el *sangría y sonetos*. Cada loco con su tema.

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Alba silva: La verdad que no quieren que conozcas (y otros chismes jugosos)

Alba Silva: La verdad que no quieren que conozcas (y otros chismes jugosos)

El Misterio Detrás de Su Ascenso: ¿Habilidad o Pacto con el Diablo?

¿Cómo pasó Alba Silva de ser “la chica que nadie recordaba en los créditos” a convertirse en la comidilla de TikTok? Algunos dicen que estudió actuación; otros, que encontró un genio en una botella de tequila. Lo cierto es que su carrera subió más rápido que un meme de gatitos. ¿La prueba? Su último papel protagónico en *»Amor en Tiempos de Hashtags»* generó tantos rumores como likes. ¿Sabías que el director original quería a otra actriz? Cuentan que Alba apareció con un pastel de tres leches y un discurso tan convincente que hasta el guionista lloró. Eso, o tenía fotos comprometedoras de alguien.

Los Rumores Que Hacen Temblar a Sus Representantes

Si crees que los dramas de Alba solo pasan en pantalla, espera a oír esto:

• ¿Exnovio famoso? Corre el chisme de que salió con un cantante reguetón que ahora le dedica canciones… y facturas sin pagar.
• ¿Guerra fría con influencers? Se filtró un audio donde alguien (que suena sospechosamente como ella) dice: *»Prefiero comerme un limón entero que hacer un collab con esa chica»*.
• ¿Filtración de su próximo proyecto? Un insider juró que Alba protagonizará una serie sobre vampiros millennials, pero su equipo lo niega más rápido que un influencer borrando comentarios de haters.

¿Por Qué los Medios Le Tienen Miedo?

Alba Silva no es de las que piden permiso. Cuando un programa de chismes intentó sacar trapos sucios, ella subió un TikTok bailando cumbia con una camiseta que decía: *»Si no hablo, es por tu seguridad»*. ¿Amenaza o estrategia de marketing? Nadie lo sabe, pero desde entonces, los periodistas la tratan como si fuera un unicornio con una lista de enemigos. Y ojo: su última entrevista incluía tantas evasivas que hasta el entrevistador terminó hablando de su perro. ¿Coincidencia? Nosotros solo decimos que el perro tiene más seguidores que él.

¿Quieres Más Chisme? Aquí Tus Dardos Directos

¿Alba Silva tiene un pacto con el diablo… o solo un buen agente?
Lo segundo paga mejor, pero lo primero explicaría por qué su ex salió corriendo a comprar sal gruesa.

¿Es verdad que sus gatos son espías de la competencia?
Uno se llama Elon y el otro Zuckerberg. Tú saca conclusiones.

¿Por qué nadie habla de su supuesta rivalidad con la industria?
Porque si lo hacen, Alba les envía una canasta de cupcakes… con una factura adjunta.

¿Alguna prueba de que es una viajera del tiempo?
En 2019 dijo: *»El 2020 será un año relajado»*. Eso no lo hace alguien sin información privilegiada.

¿Por qué Alba silva es trending topic? Spoiler: ¡No es por su talento!

¿Por qué Alba Silva es trending topic? Spoiler: ¡No es por su talento!

Resulta que Alba Silva se ha colado en los trends como si fuera un ninja en una fiesta de cumpleaños: sin avisar y dejando un reguero de confusión. ¿La razón? Un video donde intentó abrir una botella de champán con los dientes y terminó mojando a un influencer de 5 millones de seguidores. Sí, el líquido dorado voló más que sus notas musicales. La escena, grabada en un evento de “alta gama”, ya tiene más remixes que un éxito de Bad Bunny. ¿Talento? Cero. ¿Viralidad? Como el sarampión en una guardería.

Memes, memes y más memes: la trifecta del caos

La magia de Alba no está en su voz, sino en su capacidad para convertirse en material de meme premium. Los usuarios de redes han hecho lo suyo:

• “Cuando pides un concierto y te dan un tutorial de cómo NO abrir botellas” (con el audio de su grito editado).
• “Alba Silva vs. Corkscrew: Batalla del siglo” (spoiler: el sacacorchos ganó por KO).
• “Lección 1: Champán 101. Profesora: La que lo riega todo”.

Hasta las marcas de bebidas alcohólicas le han dedicado tweets tipo “Nosotros te enseñamos, Alba”. ¿Quién necesita un manager cuando tienes a medio Internet trabajando gratis?

¿Y el talento? En otra galaxia, probablemente

Mientras los fans de Alba esperaban un lanzamiento musical épico, ella les dio un tutorial de física líquida aplicada a la ropa cara. Eso sí, su nombre ahora suena más que el de la última canción de Rosalía. ¿Ironía? Total. ¿Estrategia? Ni en sueños. Pero hey, al menos el influencer empapado ganó 200k seguidores nuevos llorando en TikTok. ¿Colaboración futura? Seguro, pero que incluya toallas.

¿Quieres más chisme? Aquí las preguntas que todos se hacen

¿El champán era de verdad o un truco publicitario?

¡Era real! Y caro. El evento fue patrocinado por una marca que ahora está “reevaluando sus protocolos de invitados” (traducción: van a poner un cartel de “Prohibido Alba Silva”).

¿Alguien le ha ofrecido ser embajadora de sacacorchos?

Todavía no, pero en Change.org hay una petición para que sea la cara de los “Accidentes Graciosos 2024”. Va por los 50k firmantes.

¿Y su carrera musical?

¿Carrera? Lo que tiene es un “pase VIP al trending topic”. Pero ojo, si lanza un tema llamado “Champán Tears”, nos vamos todos de cabeza.

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Manuel Rico: ¿El nombre más repetido desde que el pan es pan? 🕵️♂️

El nombre que aparece hasta en la sopa (y en el DNI de tu primo)

Si existiera un concurso de “nombres que se clonan solos”, Manuel Rico ganaría el premio sin despeinarse. ¿Has intentado buscar este nombre en Google? Aparecen desde un poeta madrileño hasta un youtuber que enseña a freír huevos con estilo. ¡Hasta hay un Manuel Rico que vende seguros en Toledo! Parece que cada vez que alguien estornuda, nace otro Manuel Rico. ¿Será un virus? ¿Un plan secreto para dominar España mediante homonimia masiva? 🧐

Datos que no pediste pero que te harán reír (o no):
– En 2023, el INE registró 147 nuevos Manueles con segundo apellido Rico.
– El 80% de las farmacias españolas tienen un cliente llamado Manuel Rico. El otro 20% miente.
– Si gritas “¡Oye, Manuel Rico!” en un estadio de fútbol, 7 personas girarán la cabeza y 3 dirán: “Ah, yo tengo un tío que se llama así”.

¿Por qué este nombre sobrevive a modas, guerras y memes?

Manuel es como el chándal de los nombres: nunca pasa de moda, aunque intenten vendernos Kylian o Thiago. Rico, por su parte, es el apellido que eliges cuando tu familia quiere ser encontrada en el buscador de la Seguridad Social. Juntos, forman un combo tan adictivo como el pan con aceite. Eso sí, cuidado: si te llamas Manuel Rico, tu vida es un juego de espejos. ¿Eres el cantante de rock? ¿El abogado? ¿El que dejó el carro de la compra en el parking del Mercadona? ¡Nadie lo sabrá jamás!

¿Manuel Rico? Sí, el del DNI, el del bar… ¿Cuántos más hay?

Pregunta trampa: ¿Existe algún pueblo en España sin un Manuel Rico?
*Respuesta*: No. Incluso en esos lugares donde solo hay cabras y una tienda de pipas, hay un Manuel Rico. Es ley de vida, como los mosquitos en verano o las colas en el Corte Inglés en rebajas.

Pregunta incómoda: Si todos los Manuel Rico del país se juntaran, ¿podrían formar un ejército?
*Respuesta*: Sin duda. Con batallones organizados por profesiones: los Manuel Rico fontaneros, los que tienen perro salchicha, los que silban al hacer la declaración de la renta… ¡Hasta tendrían su propio himno! (Spoiler: sonaría a bingo mezclado con una canción de Manolo Escobar).

Pregunta existencial: ¿Algún día dejaremos de ver Manueles Rico por todos lados?
*Respuesta*: Imposible. Es como preguntar si el sol se cansará de salir. Mientras haya abuelos que hereden nombres y apellidos con más tradición que la tortilla de patata, Manuel Rico seguirá siendo el rey del “¿tú también te llamas así?”.

Manuel Rico: La historia jamás contada de los 27.843 homónimos en la guía telefónica 📞

¿Un ejército de clones o simple coincidencia? 🕵️♂️

Imagina abrir la guía telefónica (sí, ese libro que usaban tus abuelos antes de los memes) y encontrar 27.843 Manuel Rico mirándote fijamente desde las páginas. ¿Conspiración multinivel? ¿Clonación masiva en los años 80? La realidad es más aburrida: España tiene un fetiche con los nombres clásicos. Manuel (por el santo) y Rico (por si las pesetas volvían) se combinaron hasta crear un fenómeno sociológico. Cada uno tiene su vida: el Manuel Rico que vende seguros, el que juró ser el único en su pueblo, el que contesta *“no, este no es el taller”* 15 veces al día.

El caos de las llamadas equivocadas 📲

Si alguna vez has llamado a un Manuel Rico por error, sabes que el universo juega al teléfono escacharrado. “¿Manolo? ¡Que soy tu prima Lola!” – *“Señora, yo vendo jamones”*. O el clásico: “¿Me debe 200 euros?” – *“¿Le debo? ¡Yo ni le conozco, oiga!”*. La guía telefónica se convirtió en un campo de minas social. Y ni hablemos de los grupos de WhatsApp: 27.843 notifications cada vez que alguien escribe *“¿Quién pidió pizza con piña?”*.

La batalla por la originalidad (o falta de ella) 🏆

El verdadero drama está en los Manuel Rico que intentan destacar. ¿Cómo diferenciarse? Algunos añaden un *“el de la barba”*, otros *“el del perro que ladra ópera”*. Los más astutos adoptan nombres artísticos: Manu Rico DJ, Manuel Rico Tubérculo (sí, existe). Pero al final, todos comparten el mismo destino: explicar en la farmacia que no son el que recoge la medicación para hemorroides.

¿Tú también eres Manuel Rico? Resolvemos tus dudas existenciales 🤯

• ¿Hay un Manuel Rico que sepa por qué hay 27.842 más?
  
  No. Incluso los filósofos Manuel Rico tiraron la toalla y ahora venden seguros.
• ¿Puedo demandar a mis padres por llamarme así?
  
  Los abogados Manuel Rico están ocupados demandándose a sí mismos. Circularmente.
• ¿Existe un Manuel Rico que controle el resto?
  
  La teoría dice que el Manuel Rico original está escondido, usando 27.842 alias para no pagar la hipoteca.
• ¿Y si organizamos una convención?
  
  El último intento acabó con 3.000 llamadas a Telepizza y una coreografía de *“Y.M.C.A”* sin sentido.

⚠️ Dato extra: Si buscas *“Manuel Rico”* en Google, el algoritmo sufre un cortocircuito y recomienda comprar un perro. Nadie sabe por qué. ⚠️

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Naiz: ¿la revolución informativa o el caos dialéctico? (te damos pistas…)

Naiz, el bar de copas donde todos discuten de política

Imagina un lugar donde las noticias llegan con más intensidad que el olor a café de la mañana. Naiz es eso, pero con más banderas independentistas y menos azúcar. Para unos, es el paraíso de la información sin filtros; para otros, un grupo de WhatsApp familiar donde el tío más polémico tiene el control del teclado. ¿Revolución? Sí. ¿Caos? También. ¿Aburrimiento? Jamás. Aquí los titulares gritan más que un presentador de televenta, y los debates en los comentarios son como ver a dos gallos pelearse por un maíz filosófico.

El ring de los comentarios: ¿deporte de contacto?

Si alguna vez has pensado “¿qué pasaría si mezclo Twitter, una asamblea universitaria y una pelea de almohadas?”, Naiz te lo responde. La sección de comentarios es el verdadero MVP del caos dialéctico. Entre usuarios que citan a Marx como si fueran influencers, otros que corrigen faltas ortográficas con saña vikinga, y alguno que suelta “esto ya lo decía yo en 2012”, el resultado es un reality show donde todos pierden… pero se divierten. Eso sí, si buscas consenso, mejor ve a ver *Gran Hermano*. Aquí la única regla es no tener reglas.

¿Información o opinión? El eterno baile de Naiz

Naiz juega al límite: ¿periodismo o activismo con carné de prensa? Sus artículos a veces parecen un partido de fútbol donde la línea entre informar y opinar es el árbitro. ¿Noticia? Sí. ¿Artículo de opinión disfrazado de noticia? También. ¿Un cóctel molotov de datos y pasión política? ¡Bingo! Mientras otros medios se pelean por la objetividad, Naiz abraza su identidad como un niño abraza un peluche en una montaña rusa: con fuerza y sin miedo al mareo.

¿Naiz es el Loki del periodismo? Tus dudas, respondidas (más o menos)

• ¿Naiz es neutral? Ja. Ja. Já. Pregúntale a un fan y a un detractor, y tendrás dos realidades paralelas. Como elegir entre *Star Wars* y *Star Trek*: nadie gana, pero todos insisten en que su bando mola más.
• ¿Por qué los comentarios son tan… intensos? Porque en Naiz, el lema es “si no arde, no sirve”. Piensa en un grupo de teóricos de la conspiración tomando Red Bull. Ahora dales WiFi.
• ¿Es fiable? Depende. ¿Confiarías en un meteorólogo que solo predice tormentas? Naiz es así: si buscas la calma, no es tu trinchera. Si quieres huracanes con acento vasco, has topado con tu Tinder informativo.

Y ahí lo tienes: Naiz no es un medio, es un experimento social donde la información y el caos comparten piso. ¿Revolución o dialéctica desenfrenada? Tú decides. O no. Total, ¿quién necesita certezas cuando puedes tener memes políticos y debates que duran más que una telenovela venezolana?

Naiz y el arte de sobrevivir a un titular sin verbo (spoiler: no es fácil)

Imagina esto: abres Naiz y te encuentras con un titular del estilo “Gobierno vasco, sindicatos y la gran escapada de la coma”. ¿Es una reunión? ¿Un secuestro gramatical? ¿Un reality show de políticos disfrazados de signos de puntuación? Los titulares sin verbo son como un Tinder lingüístico: tienes que adivinar el match entre sustantivos y esperar que el contexto no te ghostee. Naiz juega en modo experto: sin verbos que sirvan de salvavidas, el lector navega entre sujetos y complementos directos como si fueran olas en una tormenta de Twitter.

El truco está en dominar el arte de leer entre líneas (y entre comas). Un titular como “Huelga de transportes, caos en la AP-8 y un perro buscando wifi” podría ser una noticia sobre logística, una metáfora existencial o el guion de una película indie. Aquí, el verbo no ha desaparecido: está escondido, tomando un café mientras tú sudas tinta intentando descifrar si el perro es un símbolo de la soledad moderna o simplemente un perro. Naiz te reta a un duelo de interpretaciones donde el premio es entender algo… o fingir que lo haces para no quedar como un mindundi en el grupo de WhatsApp.

¿Y qué pasa cuando el titular sin verbo se combina con la ambigüedad? Ahí Naiz alcanza nivel dios. Ejemplo: “Elecciones municipales, paella sin albahaca y una bandera en el tejado”. ¿Es un análisis político? ¿Una reseña gastronómica con toque de thriller vecinal? El lector se convierte en Indiana Jones descifrando jeroglíficos, pero en vez de un tesoro, encuentra un hilo de respuestas sarcásticas en redes. La desesperación es proporcional al número de comas: cuantas más, mayor la probabilidad de terminar citando a Nietzsche en los comentarios.

Preguntas que todos nos hacemos (y alguna que otra excusa creativa)

• ¿Naiz tiene un concurso interno para ver quién escribe el titular más críptico?
  
  Probablemente. Se rumorea que el premio es una cena con el espíritu de Kafka y un diccionario de sinónimos mutilado.
• ¿Se puede demandar a un titular por abandonar el verbo?
  
  Legalmente no, pero emocionalmente todos hemos pensado en enviar una carta de desahucio a la redacción.

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¿Por qué tu abuela sabe más de trece tv directo que tú? (y cómo solucionarlo sin morir de vergüenza)

Mientras tú luchas por encontrar el botón de «encendido» del control remoto, tu abuela ya tiene trece tv directo configurado en tres televisiones, dos radios y posiblemente el microondas. ¿El secreto? Las abuelas dominan el arte de la paciencia televisiva. No tienen TikTok, Instagram ni 30 pestañas abiertas en el navegador preguntándose qué mirar. Su algoritmo es simple: silla reclinable, taza de café y ojos de águila para memorizar cada canal. Mientras tú buscas en Google «cómo ver la lotería navideña en directo», ella ya grabó el programa, lo subió a Facebook y te etiquetó en los comentarios.

Pasos para dejar de ser el «nieto útil» (que no tiene ni idea)

• Reconocimiento de derrota: Admite que, en esto, abuela gana. No discutas. Ella conoce los horarios de emisión mejor que su DNI.
• Espionaje nivel pro: Invítala a merendar y, de pronto, «oh, casualidad», pregúntale cómo pone subtítulos en el partido de fútbol. Toma notas mentales. Si hace falta, llévate un cuaderno.
• Actualízate o revienta: Descarga la app de trece tv directo y practica en secreto. Que no te pille desprevenido cuando pregunte: «¿Ya viste el nuevo concurso de las mañanas?».

Si tu orgullo aún resiste, piensa esto: tu abuela tiene años de entrenamiento viendo telenovelas a las 3 PM mientras plancha camisas. Tú tienes la memoria de un goldfish con Netflix. La solución no es esconder el router, sino usar sus trucos: desde el «menú oculto» del decoder hasta resetear la señal con un lápiz (sí, eso existe). Y si te atreves, pídele que te enseñe. Eso sí, prepárate para escuchar: «Ay, mi niño, ¡eso ya lo hacía tu abuelo en los 80!».

¿Tu abuela te hace *scroll* hacia arriba con sus skills? Resolvemos tus dudas

¿Por qué mi abuela tiene más canales que mi suscripción premium?

Porque mientras tú pagabas por contenido «exclusivo», ella negoció con el técnico de cable una promoción 2×1 incluyendo una receta de gazpacho. Las abuelas son expertas en el trueque tecnológico.

¿De verdad sabe usar el mando sin mirar los botones?

Tiene un doctorado en «memoria muscular televisiva». Puede cambiar de canal, subir el volumen y silenciar los anuncios de colchones sin apartar la vista del drama de la tarde.

¿Cómo sobrevivo a su examen sorpresa sobre programación en directo?

Memoriza tres cosas: la hora del noticiero, el nombre del presentador estrella y el número del canal de los documentales históricos. Si fallas, di que «se cortó el wifi». Funciona el 90% de las veces.

trece tv directo: la guía para impacientes que no quieren perderse ni el telediario (ni un meme)

El manual del impaciente: cómo ver Trece TV sin que se te escape ni un pixel

¿Eres de los que actualiza el navegador cada 0,3 segundos mientras esperas que cargue el directo? Bienvenido al club. Aquí no juzgamos, te damos soluciones:
– Descarga la app como si tu vida dependiera de ello (spoiler: tu paz mental sí). Disponible en iOS, Android y hasta en el reloj inteligente de tu primo.
– Marca la web de Trece TV Directo como favorita… y después reza para que tu Wi-Fi no decida tomarse un café en pleno titular.
– Activa notificaciones como si fueran likes en Instagram. ¿Que suena el móvil a las 3 a.m.? Seguro es un meme de la presentadora del tiempo haciendo *shushing* a una nube.

¿Y si te pierdes el telediario? Ni se te ocurra esperar a la reposición. Usa el botón de «pausa» como si fueras un jedi controlando el tiempo (que la fuerza del streaming te acompañe). Eso sí, si tu jefe te pilla viendo el partido en la oficina, nosotros no sabemos nada.

Memes en directo: cuando la actualidad se vuelve viral (sin avisar)

Trece TV Directo es como ese amigo que siempre llega con chisme fresco: si no estás atento, te quedas fuera del grupo de WhatsApp. ¿Cómo pillar al vuelo el meme del día?
– Pantalla dividida: izquierda para las noticias, derecha para Twitter. Así detectarás si el corresponsal meteorológico se convierte en *trending topic* por equivocarse con un mapa.
– Aprende a identificar caras de «esto va a acabar en GIF». Esa sonrisa incómoda del entrevistado cuando le preguntan por su ex… ¡captura pantalla YA!
– Usa el hashtag #TreceTVDirecto como si fuera tu diario personal. Comenta en tiempo real, pero sin spoilear, que hay gente viendo el programa con retraso (los pobres con fibra de 2008).

Pro tip: Si el presentador estornuda, prepara el Photoshop. En cinco minutos habrá un edit con el estornudo sincronizado al himno de *Juego de Tronos*.

¿Y si se me cae la conexión? Emergencias nivel «Apocalipsis Z»

Que no cunda el pánico (bueno, un poco sí). Guía rápida para supervivientes del buffering:
1. Reinicia el router dando golpes ceremoniales. Dos toques suaves, uno en la esquina y otro mientras susurras «funciona, maldita sea».
2. Cambia de dispositivo como si fueras un espía. Del móvil a la tablet, de la tablet a la smart TV… ¡hasta el microondas con Android sirve!
3. Usa datos móviles, pero que tu operadora no te escuche. Si te quedas sin GB, siempre puedes decir que fue «por trabajo» (mentira piadosa).

Y recuerda: si todo falla, corre a casa de tu vecino. Mejor ver el informativo desde su sofá que perderse el momento en que el entrevistado se tira un pedo en directo (sí, eso ya pasó).

¿Preguntas? Aquí las respuestas (antes de que explotes de la curiosidad)

¿Puedo ver Trece TV Directo sin anuncios de colchones?
Jajaja, no. Pero puedes usar esos 3 minutos para hacer flexiones, subir un TikTok quejándote o revisar si tu ex sigue soltero.

¿Y si quiero ver solo los memes, no las noticias?
Abre Twitter mientras el programa está en marcha. La audiencia se encarga de filtrar lo aburrido. Eso sí, te arriesgas a creer que el alcalde de tu ciudad es un elfo de *El Señor de los Anillos*.

¿Qué hago si mi abuela me llama justo cuando empieza el reportaje de gatitos?
Contesta rápido y dile que estás «viendo un documental sobre felinos domésticos». Técnicamente, es verdad. Si insiste, pon el teléfono frente a la pantalla y haced videollamada. #FamiliaQueVeJuntos.