¡Guau! Descubre el disfraz canino adulto que hará ladrar de envidia hasta al mejor amigo del hombre 🐾

Disfraz de perro adulto

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¿Disfraz de perro adulto o disfraz para adultos que se creen perros? Aquí el drama peludo

Cuando el tamaño S no es para «Salchicha»

Imagina esto: buscas un disfraz de perro adulto para tu golden retriever que cumple 7 años (que en años humanos es como contratar un clown para un cuarentón). Pero, ¡sorpresa! Amazon te sugiere un traje de husky para humanos con cola incluida. ¿Error de algoritmo o conspiración furry? La línea entre mascota y humano se difumina más que un chihuahua en una selfie con filtro de perrito. ¿Estamos vistiendo perros… o disfrazándonos de ellos para olvidar la hipoteca?

Perro humano vs. Humano perro: el duelo de las melenas

Si crees que esto es un lío, espera a ver las opciones:

  • Disfraz para perro adulto: Un bodi con orejitas que hace que tu can parezca un peluche animado (y que tú parezcas el dueño que gasta el sueldo en Pets&Co).
  • Disfraz para adultos que ladran: Un traje completo con máscara de doberman, ideal para… ¿cumpleaños? ¿terapia alternativa? ¿Tinder?

La pregunta real es: ¿quién necesita más atención psicológica, el perro que usa sombrero de vaquero o el humano que gruñe pidiendo croquetas?

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El walk of shame de los disfraces

Llegó el momento de la verdad: pasear a tu perro disfrazado de lobo mientras tú llevas un collar de purpurina. Los vecinos ya no saben si grabar un TikTok viral o llamar a servicios sociales. El drama peludo no está en el disfraz, sino en explicarle a tu cuñado que no, que no has adoptado un yeti, que solo es un pastor alemán con pijama de oveja. O peor: que tú, en traje de dálmata, no eres un extra de *101 Dálmatas: la crisis de los 40*.

¿Ladrando preguntas? Aquí los huesos de la verdad

¿Es legal pasear con un disfraz de perro si soy humano?
Sí, pero si te orinas en un poste, la cosa se complica.

¿Mi perro necesita terapia si lo visto de unicornio?
No, pero tú sí si crees que le gusta.

¿Dónde termina la diversión y empieza el trauma?
Cuando el gato de la casa te silba por impostor.

¿Puedo combinar mi disfraz con el de mi perro?
Claro, pero si os confunden con una pareja de cómics callejeros, no llores.

¿Y si quiero ser un gato en vez de un perro?
Eso, amigo, es material para otro artículo (y otro terapeuta).

Disfraces caninos: cuando tu perro necesita más atención que tú (o al revés)

Cuando tu perro roba el protagonismo (y tú lo sabes)

Imagina esto: compras un disfraz de «taco gigante» para tu perro, lo subes a Instagram y, en cinco minutos, tiene más likes que tu foto de graduación. Los humanos lloran; los perros desfilan. Si tu can se transforma en una estrella de las redes cada vez que se pone un traje de unicornio inflable, es porque claramente necesita que el universo entero le rinda pleitesía. ¿Consejo? Acepta que, en esta competencia, siempre perderás. Eso sí, evita disfraces que lo hagan lucir como un globo desinflado o que le impidan hacer sus necesidades sin drama.

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Cuando TÚ quieres ser el centro… y usas a tu perro de cómplice

¿Te has disfrazado de «Batman» mientras obligas a tu bulldog a ser Robin aunque le quede el traje como una salchicha envuelta en papel de regalo? Aquí la víctima es el perro, pero el hambre de atención es tuyo. ¿Momentos clave? Cumpleaños, Navidad, reuniones familiares donde necesitas distraer a tu tía de preguntar por tu soltería. Si vas a convertir a tu mascota en tu accesorio fashion, al menos elige telas transpirables. Nadie quiere un perro convertido en diorama sudoroso.

La guerra de egos: perro vs. humano

Llega Halloween y la casa se convierte en un campo de batalla: tú quieres disfrazarte de zombie, pero tu perro se niega a ser tu «cerebro mascota». ¿Solución? Negociación. Unos días él será el protagonista (disfraz de emperador romano con corona de plástico), otros días tú brillarás (con él como «nube de tormenta» mientras tú haces de sol). ¿Regla de oro? Si el perro bosteza, te ignora o se quita el disfraz a mordiscos, mejor cambia de estrategia.

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¿Tu perro te mira con cara de «¿En serio?»? Resolvemos tus dudas

¿Los perros disfrutan los disfraces o solo nos toleran?
Depende: si el traje implica lentejuelas que brillan con el movimiento, quizá piensen que son dioses griegos. Si es un suéter ajustado, probablemente planeen vengarse mordiendo tus zapatos.

¿Cómo elegir el tamaño correcto sin que parezca un guacamole con patas?
Mide su lomo, cuello y pecho. Si el disfraz le aprieta como un calcetín en un elefante, reconsidera. La comodidad > la moda.

¿Ponerle un disfraz es maltrato animal?
Solo si lo obligas a llevar botas de lluvia o un sombrero que le tapa los ojos. Si jadea, se paraliza o mira al cielo pidiendo piedad, retíraselo ya.

¿Y si mi perro se pone celoso de MI disfraz?
Simple: conviértete en su «asistente personal». Si él es Shrek, tú eres Burro. Si él es Leia, tú eres Chewbacca. La jerarquía debe quedar clara.

Sabores que enamoran en peñíscola: ¡y el mar no es el único que manda besos!

Restaurante peñiscola

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Cuando el restaurante en peñiscola te deja más «chorreo» que el castillo del Papa Luna

¿Por qué el chorreo es el nuevo black tie?

Imagina: estás en Peñíscola, con vistas al castillo del Papa Luna, listo para una cena romántica… y terminas con más aceite en la camisa que un churrero en hora punta. Eso sí, con estilo. El restaurante de turno no solo sirve paella, sino también una experiencia acuática involuntaria. ¿El secreto? Una combinación letal de platos con «salsa secreta» (traducción: el chef le da miedo la esponja) y mesas tan inclinadas que hasta el agua mineral hace surf. Pro tip: si no quieres que tu camisa blanca se convierta en un lienzo abstracto, pide cubiertos de plástico y reza.

Menú recomendado: traje de neopreno incluido

Aquí no hay medias tintas. Los platos estrella son:
Arroz «Mar Bravío»: 90% marisco, 10% posibilidad de salir seco.
Calamares «Tinta Express»: te manchan más que una birome rota en un examen de matemáticas.
Postre «Volcán de Chocolate»: entra líquido, sale líquido, pero con tu suegra criticando tu técnica con la cuchara.
Eso sí, el pan de ajo es tan adictivo que hasta lames el plato. No lo niegues.

El castillo vs. la servilleta: batalla épica

Mientras el castillo del Papa Luna lleva siglos desafiando al tiempo, tú llevas tres minutos desafiando a una servilleta del tamaño de un pos-it. Ironías de la vida. ¿Qué es más histórico? Las manchas de tu camisa, que sobrevivirán a la próxima lavadora. Eso sí, el local tiene más encanto que un gato mendigando gambas, y los camareros sonríen como si ver a turistas luchando contra el chorreo fuese su deporte regional.

¿Ya has reservado? Preguntas que hieren (y manchan)

¿Es normal que el menú incluya una toalla?
Más que normal, es obligatorio. Si no te dan algo para limpiar el desastre, denúncialos por estafa. Hasta los fontaneros locales llevan delantal.

¿El chorreo cuenta como atracción turística?
Claro. Después de la visita al castillo, puedes subir fotos de tu plato convertido en piscina privada. #ChorreoExperience.

¿Y si prefiero comer sin parecer un cuadro de Jackson Pollock?
Aquí las opciones son: 1) Pides una ensalada (aburrido). 2) Comes en la playa (con riesgo de que una gaviota te robe el calamar). 3) Aceptas tu destino y compras una camiseta de recuerdo que diga «Sobreviví al restaurante X». Spoiler: la tercera gana siempre.

Por qué pedir paella en un restaurante de peñiscola debería venir con un seguro anti-ardor

La paella no es un plato, es una bomba de relojería gastronómica

Pedir paella en Peñíscola es como firmar un contrato con el diablo: sabes que te va a encantar, pero tu estómago pagará el precio. Entre el sofrito que parece lava recién salida del volcán de Cofrentes y el azafrán que se toma más en serio su trabajo que un funcionario en hora punta, cada bocado es un desafío olímpico para tus mucosas gástricas. Y ni hablemos del «socarrat», ese trozo de cielo tostado que, aunque te hipnotice con su crujido, viene con un lado oscuro: el reflujo que te hará hablar en idiomas inventados a las 3 a.m.

Ingredientes locales: orgullo culinario y armas químicas

En Peñíscola no juegan: el conejo no es tierno, es un *Ninja Warrior* que corrió maratones antes de caer en la paellera. Los garrafones de vino blanco que le echan no son para dar sabor, son para desinfectar el hierro de la sartén y, de paso, tu esófago. Y el pimentón… ¡ah, el pimentón! No es una especia, es un polvo mágico que convierte tu digestión en un episodio de *Juego de Tronos* donde tu estómago es el Trono de Hierro.

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El seguro anti-ardor: inversión, no capricho

Imagina esto: pagas 20€ por la paella y 50€ extra por un equipo de bomberos en miniatura listo para apagar el infierno en tu barriga. ¿Exagerado? Pregúntale al turista que pidió «un poquito picante» y acabó llorando en la farmacia más cercana, comprando antiácidos como si fueran chicles. En Peñíscola, la paella no se disfruta, se sobrevive. Y si no te dan un extintor de crema de yogur con el postre, estás en el lugar equivocado.

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¿Preguntas que arden más que el azafrán?

¿Cómo evitar que la paella me deje hecho un dragón escupe-fuego?
Simple: pide un vaso de leche fría, reza a San Pancracio y evita mirar fijamente al socarrat. La tentación es traicionera.

¿Todas las paellas de Peñíscola son así de… explosivas?
Solo las auténticas. Si no te pita el estómago como una olla exprés, probablemente te hayan servido arroz con cosas.

¿El seguro anti-ardor existe de verdad o es broma?
En Peñíscola, el único seguro es tener un amigo que te preste su bicarbonato. Lo demás, fe y esperanza.

Guía Pokémon Esmeralda: ¡domina Hoenn sin perder un combate (ni tu estilo de entrenador top)!

Guía pokémon esmeralda

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Guía Pokémon esmeralda para desesperados: 7 trucos que Ni Arceus te contaría (y uno involucra a un Magikarp furioso)

Cuando Magikarp se cabrea, el mundo tiembla (y tú ganas)

¿Cansado de que tu Magikarp solo sirva para hacer *splash* y decorar la mochila? ¡Transforma esa basura nadadora en una máquina de caos! Primero, llévalo al Daycare de Route 117 y déjalo ahí hasta que alcance nivel 15 (sí, como los tamagotchis abandonados). Después, ve a Mossdeep City y usa Surf al este de la ciudad: un tipo te dará la Old Rod. ¿Para qué? Para pescar otro Magikarp, claro. Pero espera, el truco está en que el primero, al evolucionar a Gyarados, aprenderá Dragon Rage a nivel 30, ¡y eso no tiene gracia, tiene *maldición*!

El Secreto del Tío de la Bici: Atajos que rompen la realidad

La Acro Bike no es solo para hacer piruetas ridículas. En Route 119, frente a la cascada, haz *wheelie* (B) hacia la izquierda y atraviésa el árbol como si fueras un fantasma con déficit de atención. ¡Boom! Acceso a Mirage Tower antes de tener Strength. ¿Qué hay ahí? Un Fossil y la oportunidad de sentirte hacker sin tocar código. Pro tip: Si usas Rock Smash en la torre, aparecerán Nincada ¡con un 5% de probabilidad de que suenen tus gritos de frustración!

Clonar objetos como si fueras el jefe final de Team Rocket

¿Necesitas 50 Master Balls? Ve al Battle Frontier, guarda cualquier objeto en el PC, cierra el menú JUSTO cuando la música cambie (como si sincronizaras un ritmo cardiaco con un tam-tam). Si el texto aparece en azul, ¡éxito! Tu objeto se habrá duplicado más rápido que un Ditto en una fiesta de disfraces. Eso sí, si la consola se reinicia, no digas que no te avisamos.

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Preguntas que hasta un Slowpoke se haría

¿Cómo domar a un Feebas sin llorar?
Pesca en los mismos seis tiles de Route 119 (sí, es más tedioso que escuchar a un Zubat en una cueva). Luego, haz Pokéblocks con frutas Kelpsy o Hondew ¡y reza para que no te odie!

¿Por qué mi rival aparece cada vez que respiro?
Porque el juego sabe que te gusta sufrir. Usa el Vs. Seeker en zonas con entrenadores regenerados (como Route 103) para farmear experiencia ¡y odio existencial!

¿El Truco Master es un bromista serial?
Totalmente. Cada vez que completes sus acertijos, esconde objetos como Max Revive en rincones absurdos. Revisa los maceteros, ¡ahí no hay plantas, hay codicia!

¿Por qué tu equipo en Pokémon esmeralda apesta? Spoiler: No es culpa del Bellsprout (y sí de tu estrategia de «usar solo el inicial»)

Porque tu Swampert está más sobrecargado que una lavandería el lunes

¿De verdad crees que un Marshtomp nivel 58 puede cargar solo contra la Liga Pokémon? Tu starter está al borde de un colapso nervioso, y no es por los movimientos de tipo agua. Mientras tú te ríes del Poochyena salvaje, Wallace está frotándose las manos pensando en cómo su Ludicolo va a convertir a tu equipo en puré de algas. La estrategia de “usar solo al inicial” funciona igual que una dieta de solo pizza: te sientes bien al principio, pero terminas llorando en el suelo de la Liga sin PP. ¿Y el Bellsprout? Ni está ni se le espera; ese pobre no tiene la culpa de que tú confíes más en un Combusken que en tu propia capacidad de planear.

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Tu cobertura de tipos brilla por su ausencia (como tu habilidad para esquivar ataques)

Entrenar 6 Pokémon es como tener un grupo de amigos: si todos son igual de insufribles, la fiesta será un desastre. Si tu equipo tiene 3 Grass y 2 Fire, no sorprende que un Wingull salvaje te haga sudar. Steven y sus Metang no tienen piedad, y tú sigues ahí, gastando Superpotencias en un Slaking que se duerme cada dos turnos. ¿Sabes qué tipo es inmune a Fantasma? ¡Normal! ¿Y cuántos movimientos de ese tipo tienes? Exacto. Hasta un Shroomish con resaca tiene mejor estrategia.

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La sinergia de tu equipo es como un teletienda a las 3 AM: inexistente

Un equipo balanceado no es solo subir de nivel al que “se ve más cool”. ¿De qué sirve un Aggron nivel 50 si no tiene alguien que cubra sus debilidades contra Agua y Lucha? Mientras tanto, ese Magikarp que guardaste en la PC por “útil” está nadando en lágrimas (y en una pecera). La clave está en los apoyos: movimientos de estado, buffs, y sacar ventaja de habilidades como Intimidación. ¿O pensabas que la batalla contra Juan era solo golpear hasta que algo explote? Spoiler: el único que explota aquí eres tú cuando pierdes por quinta vez.

Preguntas que arden más que un Flamethrower crítico

  • “¿Pero si mi Blaziken tiene nivel 70, no debería ganar igual?”
    No. Nivel ≠ invencibilidad. Es como creer que por tener barba eres sabio, y luego te atragantas con un Cheeto.
  • “¿Y si mi estrategia es usar Hiperrayo hasta que funcione?”
    Eso no es una estrategia, es un accidente esperando a ocurrir. Además, ya sabes cómo termina: con un “¿En serio se ha quedado dormido AHORA?”.
  • “Pero… ¿entonces debo usar Pokémon feos como Gulpin?”
    Gulpin no es feo, solo tiene una cara que solo una Muk madre podría amar. Y sí, usarlo sería más inteligente que confiar en un Sceptile para todo (aunque no lo admitas).
Leche de coco mercadona

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Leche de coco Mercadona: el amor líquido más tóxico desde tu ex

¿Por qué esta lata es más intensa que un mensaje a las 3 a.m.?

La leche de coco de Mercadona es ese crush que te deja el corazón latiendo a 120 por hora… y el colesterol también. Viene en una lata discreta, como esos perfiles de Tinder que juran ser “normales”, pero al abrirla, ¡zas! Una cremosidad que te hipnotiza más que las excusas de tu ex para no devolverte la sudadera. Eso sí, ojo con los ingredientes: a veces trae espesantes que harían sonrojar hasta al más atrevido. ¿Amor verdadero o relación de conveniencia? Tú decides si el 6% de coco justifica la aventura.

Usos culinarios: de la pasión al drama en tres actos

Este líquido seductor sirve para todo: currys, postres, smoothies… y para recordarte que nada en esta vida es perfecto. ¿Quieres una textura sedosa? Agítala bien, como si fueras un mixólogo preparando el cóctel de tu desilusión amorosa. ¿Se separa el agua y la grasa? Bienvenido al “ghosting” tropical. Eso sí, a 0,95€ el bote, es más económico que terapia tras una ruptura. Inclúyela en tu carrito junto al helado de chocolate y una caja de tissues.

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La relación tóxica que nadie te contó

Mercadona te vende la fantasía de un viaje a Bali, pero en realidad te clava un “vamos a ser amigos” en forma de aditivos. ¿Es mala? No. ¿Te enganchará como ese ex que volvía cada verano? Probablemente. Si la versión light fuera una persona, sería la que dice “no quiero nada serio” pero te etiqueta en memes a las 2 a.m. Moraleja: disfrútala con moderación, como los mensajes de tu ex.

¿Por qué la leche de coco de Mercadona me hace llorar más que mi ex?

  • ¿Es saludable o es puro teatro? Depende. Si evitas la versión con azúcar añadido, es como salir con alguien “sin compromiso”: no es lo peor, pero tampoco un sí quiero. ¡Chequea la etiqueta como si fuera el chat de WhatsApp!
  • ¿Por qué a veces parece requesón? La grasa del coco es más inestable que tu ex después de tres mojitos. Caliéntala a fuego lento y remueve, como solucionando un conflicto por el grupo de amistades.
  • ¿Tiene algo de coco real o es puro cuento? El 6% es real… el resto es agua, espesantes y esperanza. Como cuando él decía “sí, claro que te quiero” mientras miraba el móvil.

Mercadona y su leche de coco: cuando el marketing separa la leche (y no en buen sentido)

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¿Leche de coco o agua de lavar cocos?

Resulta que Mercadona, en su afán por vendernos tropicalidad en brick, lanzó una leche de coco que parece más un experimento de laboratorio que un producto comestible. ¿El problema? La separación de la leche y el agua. Al abrir el envase, te encuentras con una capa líquida más transparente que las excusas de un político, y una masa sólida que se resiste a mezclarse incluso si la agitas como si fueras un cóctel en Ibiza. ¿Marketing? Quizás. ¿Experiencia gastronómica? Más bien un “inténtalo y reza”.

Los clientes no son cocos: opiniones que cortan como cáscaras

Las reseñas online son un festival de creatividad: “Pensé que estaba comprando leche de coco, no una sopa de lágrimas”, o “Si quieres separar la leche de verdad, mejor pon a tu suegra a cocinar”. El tema es que Mercadona promocionaba el producto como “ideal para curry”, pero lo único que une esta leche es el descontento general. Algunos hasta juran que el líquido transparente es el alma de un coco que jamás superó su divorcio.

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El misterio del etiquetado: ¿dónde quedó la grasa?

La leche de coco decente tiene al menos un 15-20% de grasa. La de Mercadona, en cambio, ronda el 7%. ¿Conclusión? Parece que le quitaron la grasa como si fuera un impuesto, dejando un producto más ligero que el compromiso de un influencer. Eso sí, la etiqueta presume de “sin azúcares añadidos”, pero nadie pidió una versión dietética de algo que, por definición, debería ser cremoso. ¿Marketing saludable? Más bien trampa líquida.

🥥 Preguntas que nadie hizo pero todos necesitamos responder 🥥

¿Sirve al menos para algo esta leche de coco?
Si tu objetivo es imitar la consistencia del agua de lluvia con restos de coco rallado, sí. Para lo demás, mejor compra una batidora y un coco fresco.

¿Mercadona sabe que su producto es un meme?
No hay confirmación oficial, pero si buscas “leche de coco Mercadona” en Google, el primer resultado es un tutorial titulado “Cómo revivir una receta tras usar este brick”.

¿Algún consejo para los valientes que la compraron?
Congélala y úsala como pisapapeles. O mejora: entrégala a tu cuñado en Navidad. Total, él también te regala calcetines con forma de aguacate.

¿Pfizer vs. Covid?: la vacuna que hizo temblar al virus (y nos dejó sin excusas para huir de las reuniones familiares)

Pfizer vacuna covid

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Pfizer y la vacuna covid: ¿el pinchazo de la polémica o el chiste del siglo?

Pfizer, la farmacéutica que nos dio la vacuna contra el covid y de paso un kit completo de conversaciones incómodas en Navidad. ¿Era el remedio salvavidas o un experimento masivo disfrazado de altruismo? Los memes no tardaron: desde teorías de que el chip incluía Netflix gratis hasta quienes juraron que la segunda dosis los convertiría en imanes para los cubiertos. Mientras, los datos oficiales bailaban entre “¡eficacia del 95%!” y “esperen, hubo unos efectos secundarios… pero no miren eso”. La gente se dividió entre los que hacían fila por la vacuna como si fuera el último iPhone y los que preferían esconderse en el sótano con provisiones y un manual de supervivencia zombi.

¿Efectos secundarios o guion de telenovela?

Si Pfizer hubiera vendido su historia como serie, la habrían acusado de exagerar. Dolor de brazo, fatiga, fiebre… y luego llegaron los coágulos raros y miocarditis, que sonaron a mal chiste. La OMS decía “tranquilos, es raro”, pero Twitter ardía con videos de personas pegando cucharas en la frente (spoiler: ninguna funcionó). Y mientras, los antivacunas aprovechaban para vender té de hierbas con más efectos secundarios que la propia vacuna. La pregunta del millón: ¿quién tenía más plot twists, Pfizer o Juego de Tronos?

La vacuna que unió (y dividió) al mundo

Nunca antes una inyección generó tantos grupos de WhatsApp. Por un lado, los “yo me vacuné y solo me salió un tic nervioso”, y por otro, los “si te pones esa cosa, en cinco años serás un Pokémon”. Pfizer subió como la espuma en la bolsa, mientras las farmacias hacían cola para vacunar como si repartieran entradas para el concierto de Bad Bunny. Y ahí seguimos, entre abrazos post-vacuna y memes de Bill Gates controlando el mundo con un mando a distancia. Porque, seamos honestos: si la pandemia nos enseñó algo, es que el humor funciona mejor que el cloroquina.

¿Y las preguntas que nos quemaban los cerebros?

  • ¿La vacuna de Pfizer tenía ingredientes secretos?

    Más secreto que la receta de la Coca-Cola, según las teorías. En realidad, si el ARN mensajero fuera un cóctel, llevaría agua, sal y un toque de histeria colectiva.
  • ¿Por qué se armó tanto drama con las patentes?

    Pfizer vs. el mundo fue como ver a Elon Musk twittear sobre marcianos: todos opinaban, nadie entendía. Al final, ganaron los abogados (como siempre).
  • ¿Los efectos a largo plazo existen o es puro cuento?

    Si te preocupa, revisa tu brazo vacunado: si no brilla en la oscuridad ni emite señales de 5G, vas bien. La ciencia sigue en ello, pero Netflix aún no confirma la segunda temporada.
  • ¿Fue todo esto el chiste del siglo?

    Entre memes, políticos tropezando con las dosis y gente usando desodorante como sustituto de la mascarilla… ¡ojalá los Oscar tuvieran una categoría para pandemia!

Bonus track: Si tu prima te dice que la vacuna altera el ADN, recuérdale que ella cree en el horóscopo. La ciencia no es perfecta, pero los memes nos curaron el alma (o algo así).

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Vacuna covid de pfizer: cuando el «efecto secundario» es convertirte en experto en teorías conspiranoicas

¿Inyectaron un máster en pseudociencia junto al suero?

Recibir la vacuna Pfizer podría ser, sin querer, el curso express más intensivo para dominar el arte de las teorías conspirativas. Un pinchacito y, ¡zas!, de repente tienes opiniones *documentadísimas* sobre microchips, magnetismo humano y cómo Bill Gates controla el clima con 5G. Lo que empezó como un acto de fe en la ciencia termina con tu tío Rafa explicándote en la cena familiar que el virus se creó en un laboratorio secreto de Minecraft. Efecto secundario no anunciado: capacidad sobrenatural para detectar «pruebas» en memes de dudosa procedencia.

De «confío en los expertos» a «yo me lo guiso, yo me lo como»

Tras la segunda dosis, algo se activa. Ya no lees el prospecto médico, sino hilos de Twitter de 243 tweets que «demuestran» que las vacunas alteran el ADN para convertirnos en iguanas transgénicas. Lista de habilidades adquiridas:
– Saber citar estudios de 1783 que «avisan» sobre el peligro de las jeringuillas.
– Reconocer al instante si un video de YouTube usa música épica de fondo (síntoma de Verdad Absoluta™).
– Discutir con un epidemiólogo mientras comes patatas fritas, citando a un gurú de Telegram llamado «ElFarmaceuticoDespierto».

La dosis de refuerzo: cuando la conspiración muta

La tercera vacuna no es inyección, es un viaje sin retorno. Ahora crees que las farmacéuticas ocultan que el covid fue un ensayo para implantar la vacuna *definitiva*: la que hará que todos compremos NFTs de alpacas en Metaverso. Tu nuevo hobby: analizar el movimiento de las nubes en fotos de la NASA para encontrar mensajes en código binario. Eso sí, si te preguntan, dirás que eres «solo escéptico». Nivel de expertise: puedes diferenciar entre un chemtrail y un contrail… o al menos eso dices en TikTok.

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¿Y ahora qué? Preguntas que nadie hizo pero todos responden

¿La vacuna Pfizer viene con un sombrero de aluminio de regalo?
No, pero tras la segunda dosa, tu cabeza vibra cerca del router y crees que es un «síntoma de conexión cuántica».

¿Por qué mi perro mira fijamente el lugar donde me inyectaron?
Probablemente porque le prometieron que la próxima pandemia la crearían los gatos, y está nervioso.

¿El magnetismo corporal sirve para algo práctico?
Sí. Pegar cucharas en el brazo mientras gritas «¡LO VES!» cuenta como habilidad para fiestas.

¿Cómo sé si mi teoría conspirativa es «buena»?
Fácil: si incluye reptiles, un youtuber gritando y la frase «busca, busca», tienes el combo ganador.