Foto extraida del video de Youtube
¿Cocinar para toda la semana sin perder la cordura? ¡Descubre el arte del batch cooking para vagos inteligentes! 🚀
Paso 1: Planifica como si fueras un vago de alto rendimiento
Imagina que tu cocina es un laboratorio y tú, el científico loco que solo quiere experimentar… una vez por semana. El batch cooking no es magia, es pura física cuántica: cocinas el domingo y te clonas comidas hasta el viernes. Empieza con 3 recetas base (arroz integral, pollo al horno y verduras asadas) que sirvan de Lego gastronómico. ¿Un tupper con pollo, quinoa y brócoli? Ensalada camaleónica. ¿Unas tortillas con lo que sobre? Revoltijo gourmet. Si te organizas mejor que un niño trampeando en un examen, hasta sobra tiempo para Netflix.
Herramientas para supervivientes de la cocina express
Olvida los cuchillos de chef estrella Michelin. Necesitas:
– Una bandeja para horno más grande que tu capacidad de tomar decisiones (para asar 5 kg de verduras en un solo golpe).
– Tuppers que no provoquen un drama existencial al abrirlos (herméticos, ¡no queremos sopa de nevera!).
– Una olla instantánea que haga el trabajo sucio mientras tú practicas tu pose de chef en el espejo.
Y si te da pereza pelar ajos, cómpralos en bote. La policía culinaria no vendrá a arrestarte… probablemente.
El arte de disfrazar la comida repetida
¿Terror a aburrirte de tu propia cocina? ¡Salsas al rescate! Esas verduras al vapor del miércoles pueden ser mexicanas (con salsa de aguacate), asiáticas (con jengibre y soja) o italianas (con pesto y mirada romántica). Congela raciones como si fueran bitcoin: algún día valdrán oro. Y recurre a los huevos, ese comodín que convierte cualquier resto en “tortilla creativa” (sí, hasta ese brócoli que parece triste).
¿Y si te hago preguntas incómodas sobre batch cooking?
¿Batch cooking es lo mismo que comer sobras hasta el viernes?
¡Jamás! Las sobras son accidentes. El batch cooking es un delito premeditado. Planeas convertir ese pollo en tacos, ensaladas y sopas… mientras finges ser adulto funcional.
¿Cómo no morir de aburrimiento comiendo lo mismo?
Juega a MasterChef con tu nevera. Esos garbanzos del lunes son hummus el martes, ensalada el miércoles y hamburguesa vegana el jueves (o intento de hamburguesa, nadie juzga aquí).
¿Y si solo tengo 30 minutos el domingo?
Quema etapas: compra verduras ya cortadas, usa el microondas para cocinar al vapor y apuesta por platos crudiveganos que solo requieran… abrir una bolsa. La pereza es la madre de todas las innovaciones. 🥱🚀
De la nevera al microondas en 2 minutos: cómo conquistar tu semana con recetas que hasta tu tupper envidiará 💥
Planifica como un pro (o como alguien que no quiere vivir de yogures caducados)
Olvídate de esas ensaladas tristes que parecen pinturas abstractas hechas con restos del Paleolítico. La clave está en el batallón de tuppers: dedica 30 minutos el domingo a picar verduras, cocer arroz integral y asar pollo como si fueras un chef con deuda estududiantil. Congela porciones individuales y, cuando el hambre ataque, ¡microondas al rescate! Combina ingredientes al azar (bueno, no tanto): brócoli + quinoa + huevo duro = bowl fitness que hasta Instagram lloraría de emoción.
El arte de recalentar sin que tu comida pareca un experimento fallido
¿Sabías que un plato húmedo evita que tu lasaña se transforme en ladrillo cerámico? Trucos nivel diosa doméstica:
– Usa papel de cocina para absorber el exceso de humedad en pizzas frías (nadie quiere una masa empapada que recuerde a calcetín mojado).
– Potencia los sabores con especias post-microondas: un chorrito de limón en el pescado o un toque de cilantro en las lentejas.
– ¿Salsa separada? Mézclala 10 segundos en el micro con una cucharadita de agua y finge que siempre estuvo así.
Tupper que brillan más que tu vida social
Invierte en recipientes que no goteen como fontana barroca (ojo, los de vidrio son los VIPs del locker office). Jerarquiza como un estratega militar: abajo los líquidos, arriba lo crujiente. ¿Vas a llevar aguacate? Añádelo *in situ* para evitar el color «vómito de Shrek». Y si tu compañero de trabajo te pregunta cómo lograste ese curry perfecto en 120 segundos, di: «es un secreto ancestral… y 800 vatios de potencia».
🔥 ¿Tu táper te odia? Aquí las respuestas (y ningún drama)
– ¿Puedo resucitar pasta seca?
Sí, pero con compasión: añade 1 cucharada de agua, tapa con papel film (hazle agujitos como si fueras un espía) y calienta 45 segundos. Si sigue durmiendo el sueño de los justos, repite hasta que despierte.
– ¿El microondas vuelve tóxico el plástico?
Solo si usas el tupper que compraste en 1997 con el logo de los Power Rangers. Busca los que tengan símbolo de «apto para microondas» o juega a la ruleta rusa con tu salud.
– ¿Cómo evitar que el arroz explote como Granada en diciembre?
Tapa el recipiente con un plato o usa tapas con ventilación. Y si salpica igual, finge que es instalación artística contemporánea.
– ¿Se puede derretir queso sin que parezca magma alienígena?
30 segundos, remueve, otros 15 segundos. Si al final tienes una sustancia fluorescente, rómpela en nachos y llama a eso «gourmet».