Foto extraida del video de Youtube
Diccionario de refranes para los que no saben ni papa (y creen que es una hortaliza)
Cuando el refrán suena, algo entiendes… o no
¿Alguna vez te han soltado un “no hay moros en la costa” y has mirado hacia la playa confundido? Tranqui, aquí no juzgamos a los que piensan que “saber ni papa” se refiere a cultivar patatas. Este diccionario es para ti, alma despistada, que crees que “a buenas horas, mangas verdes” es un comentario sobre moda medieval. Vamos a traducir esos dichos que suenan a jeroglíficos egipcios pero con menos pirámides y más situaciones cotidianas. Por ejemplo: “El que tiene boca se equivoca” no es una excusa para decir burradas en Tinder, sino un recordatorio de que hasta los más listillos meten la pata.
Refranes que nadie pidió, pero todos necesitamos
Imagina esta escena: tu abuela te suelta un “cría cuervos y te sacarán los ojos” mientras le pides prestado el coche. ¿Significa que quiere adoptar pájaros góticos? Nop. Es la forma elegante de decir “si ayudas a alguien, te traicionará” (y de paso, te avisa de que no te prestará el Renault). Aquí van tres joyas malinterpretadas:
- “A caballo regalado no se le miran los dientes”: Traducción: “Si te dan algo gratis, no critiques que el equino tenga caries”.
- “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”: “Si te quedas viendo Netflix hasta las 3 AM, no llores cuando tu jefe te eche la bronca”.
- “Donde hay humo, hay alguien quemando las tostadas”: Versión realista del clásico, para los que nunca han visto una barbacoa.
El origen de los refranes (o cómo culpar a la abuela de todo)
¿De dónde salió eso de “más viejo que Matusalén”? Spoiler: Matusalén era un tipo del Antiguo Testamento que vivió 969 años, o sea, el abuelo de los abuelos. Si lo aplicas hoy, sirve para describir tu teléfono móvil con WhatsApp del 2015. Y qué decir de “quien se fue a Sevilla, perdió su silla”, el drama original de las peleas por el sitio en el sofá. La próxima vez que alguien te suelte un “hablando del rey de Roma”, no mires hacia la puerta esperando un monarca con pizza: es solo que estabas chismeando sobre tu vecino y ¡apareció en persona!
¿Preguntas que ni el refranero más sabio contestaría?
¿“Año de nieves, año de bienes” aplica si vivo en el Caribe?
Solo si tu idea de “bienes” es ahogarte en sudor mientras intentas hacer un muñeco de nieve con hielo del congelador.
¿“El que ríe último, ríe mejor” incluye memes?
Claro. Si subes un meme y se hace viral dos años después, técnicamente eres un genio tardío.
¿“No por mucho madrugar amanece más temprano” sirve para justificar llegar tarde al trabajo?
Inténtalo. Luego nos cuentas cómo te fue cuando tu jefe te suelte un “del dicho al hecho, hay mucho trecho” (traducción: “te vas a enterar”).
Diccionario de refranes que tu abuela no aprobaría (pero te sacará una sonrisa)
Refranes reciclados (y un poco guarretes)
¿Cansado de que te sermoneen con “A quien madruga Dios le ayuda”? Actualicemos la sabiduría popular:
- “Más vale pájaro en mano que cien volando” → “Más vale Tinder en mano que cien solteros llorando”.
- “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” → “No dejes el tupper en la mochila… ¡o tendrás bioweapon para mañana!”.
- “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente” → “Camarón que se pasa de rosca en el buffet, acaba en la UCI con indigestión”.
Sabiduría callejera para el siglo XXI
La vida moderna exige refranes acordes a nuestros traumas adultos:
- “Cría cuervos y te sacarán los ojos” → “Cría gatos y te orinarán la almohada… pero igual los amas”.
- “Ojos que no ven, corazón que no siente” → “Historial de navegación que no ven, pareja que no te monta el drama”.
- “El que ríe último, ríe mejor” → “El que paga Netflix último, ve ‘El Juego del Calamar’ con spoilers”.
Frases para sobrevivir a la familia en Navidad
Cuando la abuela critique tu vida, suéltale esto con cara de poker:
- “Dime con quién andas y te diré quién eres” → “Dime cuántas pestañas tienes abiertas y te diré cuántas facturas debes”.
- “Agua que no has de beber, déjala correr” → “Ex que no has de bloquear, déjalo en visto… y que sufra en silencio”.
- “A caballo regalado no se le miran los dientes” → “Tinder date regalado no se le mira el perfil de LinkedIn… aunque huela a drama”.
¿Preguntas? Aquí las respuestas (que tu abuela tampoco aprobaría)
¿Dónde usar estos refranes?
En grupos de WhatsApp familiares (para que tu tía Carmen sude al leer “Mejor sola que mal acompañada… pero con envío a domicilio de sushi”).
¿Ofenden a la tradición?
¡Claro! Por eso saben mejor. Imagina a Cervantes actualizando su currículum en LinkedIn: “Desfacedor de entuertos → *Influencer de justicia medieval*”.
¿Y si mi abuela me regaña?
Respóndele con un “Más vieja que el flequillo de Trump” y corre. Luego dile que la quieres (el chocolate también ayuda como tregua). 🍫