101 frases divertidas para disfrutar la vida (y no morir en el intento) 😎

Foto extraida del video de Youtube


¡Viva La Vida! 10 Frases Para Que Dejes De Pensar Y Empieces A Vivir

La vida es un regalo, pero a veces nos enrollamos tanto en pensamientos que parece que el papelón es el protagonista de nuestra serie. Vamos, que el cerebro se vuelve un incordio y lo que queremos es desconectar el piloto automático de las preocupaciones y vivir de una vez. Aquí tienes diez frases que te ayudarán a dejar de pensar tanto y a empezar a disfrutar del aquí y del ahora.

1. «No naciste para ser un pollo de granja.»
Está bien tener un techo y comida, pero si vives pensando en lo que puede salir mal, acabarás convencido de que el huevo es más importante que el pollo. ¡Sal a picotearte la vida!

2. «El miedo es como el brócoli: a algunos les encanta, pero a la mayoría les sienta mal.»
No dejes que el miedo se apodere de ti. Aunque es normal sentirlo, no tiene que convertirse en tu compañero inseparable. ¡Dale una patada en el trasero y vente con la valentía!

3. «La vida no es un examen, así que deja de buscar la respuesta correcta.»
No hay que acertar siempre. A veces, lo mejor es tirarse de cabeza al agua sin saber nadar. Al fin y al cabo, el aprendizaje viene con las torpezas.

4. «El que se queda en la orilla, se moja los pies.»
No te quedes en la ribera del «qué dirán» o del «y si…». La vida está llena de olas, y para cogerlas, hay que mojarse.

5. «No hay que tener todas las respuestas, pero sí ganas de hacer las preguntas.»
Vivir no es resolver un crucigrama, sino disfrutar del proceso. Pregúntate qué quieres, aunque no sepas qué responder.

6. «El que se mira el reloj, no baila.»
Deja de contar los minutos y sumérgete en la música de la vida. Baila aunque te salga mal, canta aunque desafines y ríe aunque te queden los ojos llorosos.

7. «El miedo a caerse no impide que el árbol dé frutos.»
No te dejes paralizar por el temor al fracaso. Los errores son las manzanas que nos dan de comer para seguir adelante.

8. «La vida es un tango: a veces te llevan, otras veces tú llevas.»
No siempre tienes que controlar todo. Aprende a dejarte ir y a disfrutar del baile, aunque a veces te pisen los pies.

9. «El peor error es no atreverse a equivocarse.»
Vale, este no es original, pero es cierto. La vida está llena de giros inesperados, y no vivir por miedo a fallar es como no comer chocolate por temor a engordar.

10. «No hay que tener un plan B, porque el plan A ya incluye los tropiezos.»
La vida no es una autopista sin baches. Disfruta del viaje, aunque te equis tuviste que parar a preguntar por el camino.

Preguntas que te harán pegar un giro de 180

¿Cómo dejo de pensar y empiezo a vivir?
Pues empieza por darte cuenta de que la vida no es un examen, y que el mundo no va a acabarse porque te equivoques. Haz una cosa: cierra los ojos, respira hondo y… ¡dale!

¿Y si me arrepiento?
Pues arrepiéntete. Lo importante es que te atreviste. El arrepentimiento es el precio que pagamos por no ser robots.

¿Qué pasa si me da miedo?
Normal, el miedo es el compañero de viaje de todo aquel que quiere vivir en serio. Lo importante es que no te deje sentado en el asiento del copiloto. Tú llevas los mandos.

¿Y si no sé qué quiero?
No pasa nada. La vida es un bufet libre. Prueba un poco de todo, y cuando encuentres algo que te haga cantar, come hasta que te hartes.

¿Cómo hago para no sobreanalizar?
Empieza por aceptar que no hay que tener todas las respuestas. La vida es un puzle, y a veces las piezas no encajan como esperamos, pero el resultado es mucho más divertido.

¿Y si me siento ridículo?
Pues te sientes ridículo. La ridiculez es el precio de la entrada al cine de la vida. Y créeme, las mejores películas son las que nos hacen reír… incluso de nosotros mismos.

La vida es un regalo, pero a veces nos enrollamos tanto en pensamientos que parece que el papelón es el protagonista de nuestra serie. Vamos, que el cerebro se vuelve un incordio y lo que queremos es desconectar el piloto automático de las preocupaciones y vivir de una vez. Aquí tienes diez frases que te ayudarán a dejar de pensar tanto y a empezar a disfrutar del aquí y del ahora.

1. «No naciste para ser un pollo de granja.»
Está bien tener un techo y comida, pero si vives pensando en lo que puede salir mal, acabarás convencido de que el huevo es más importante que el pollo. ¡Sal a picotearte la vida!

2. «El miedo es como el brócoli: a algunos les encanta, pero a la mayoría les sienta mal.»
No dejes que el miedo se apodere de ti. Aunque es normal sentirlo, no tiene que convertirse en tu compañero inseparable. ¡Dale una patada en el trasero y vente con la valentía!

3. «La vida no es un examen, así que deja de buscar la respuesta correcta.»
No hay que acertar siempre. A veces, lo mejor es tirarse de cabeza al agua sin saber nadar. Al fin y al cabo, el aprendizaje viene con las torpezas.

4. «El que se queda en la orilla, se moja los pies.»
No te quedes en la ribera del «qué dirán» o del «y si…». La vida está llena de olas, y para cogerlas, hay que mojarse.

5. «No hay que tener todas las respuestas, pero sí ganas de hacer las preguntas.»
Vivir no es resolver un crucigrama, sino disfrutar del proceso. Pregúntate qué quieres, aunque no sepas qué responder.

6. «El que se mira el reloj, no baila.»
Deja de contar los minutos y sumérgete en la música de la vida. Baila aunque te salga mal, canta aunque desafines y ríe aunque te queden los ojos llorosos.

7. «El miedo a caerse no impide que el árbol dé frutos.»
No te dejes paralizar por el temor al fracaso. Los errores son las manzanas que nos dan de comer para seguir adelante.

8. «La vida es un tango: a veces te llevan, otras veces tú llevas.»
No siempre tienes que controlar todo. Aprende a dejarte ir y a disfrutar del baile, aunque a veces te pisen los pies.

9. «El peor error es no atreverse a equivocarse.»
Vale, este no es original, pero es cierto. La vida está llena de giros inesperados, y no vivir por miedo a fallar es como no comer chocolate por temor a engordar.

10. «No hay que tener un plan B, porque el plan A ya incluye los tropiezos.»
La vida no es una autopista sin baches. Disfruta del viaje, aunque te equis tuviste que parar a preguntar por el camino.

Preguntas que te harán pegar un giro de 180

¿Cómo dejo de pensar y empiezo a vivir?
Pues empieza por darte cuenta de que la vida no es un examen, y que el mundo no va a acabarse porque te equivoques. Haz una cosa: cierra los ojos, respira hondo y… ¡dale!

¿Y si me arrepiento?
Pues arrepiéntete. Lo importante es que te atreviste. El arrepentimiento es el precio que pagamos por no ser robots.

¿Qué pasa si me da miedo?
Normal, el miedo es el compañero de viaje de todo aquel que quiere vivir en serio. Lo importante es que no te deje sentado en el asiento del copiloto. Tú llevas los mandos.

¿Y si no sé qué quiero?
No pasa nada. La vida es un bufet libre. Prueba un poco de todo, y cuando encuentres algo que te haga cantar, come hasta que te hartes.

¿Cómo hago para no sobreanalizar?
Empieza por aceptar que no hay que tener todas las respuestas. La vida es un puzle, y a veces las piezas no encajan como esperamos, pero el resultado es mucho más divertido.

¿Y si me siento ridículo?
Pues te sientes ridículo. La ridiculez es el precio de la entrada al cine de la vida. Y créeme, las mejores películas son las que nos hacen reír… incluso de nosotros mismos.

Frases Para Disfrutar La Vida: El Manual Oficial Para Dejar De Ser Un Aguafiestas

La vida es como una fiesta, pero a veces somos nosotros los que nos convertimos en el aguafiestas de nuestra propia celebración. ¿Alguna vez has pensado que estás perdiendo el tiempo preocupándote por tonterías mientras el mundo sigue girando sin que te des cuenta? Pues bien, ha llegado el momento de colgar el traje de aguafiestas y ponerse el sombrero de fiesta. Y para eso, aquí tienes un arsenal de frases que te ayudarán a recordar que la vida es para disfrutarla, no para sufrirla.

Frases para vivir al 100%:
«La vida no es un ensayo, así que deja de preocuparte por repetir.»
«Si no te ríes de ti mismo, otros lo harán por ti.»
«El que no arriesga, no cruza la calle… ni se come el churro.»

Y no, no estamos hablando de churrus de maíz, sino de los que te dan dolor de barriga porque te has reído demasiado. La risa, por cierto, es el mejor antídoto contra el aguafiestismo. Así que la próxima vez que te sientas tentado a ser el que apaga las velas de la fiesta, recuerda que eres el dueño de tu propia diversión. O, como dice el dicho, «si no te gusta el partido, no te quedes en la cancha.»

Frases para los que se toman demasiado en serio:
«La vida es un viaje, no una carrera de 100 metros.»
«El que se la toma en serio, termina en un psicólogo.»
«No te preocupes por lo que piensen los demás, que ya tienen bastante con sus propias vidas.»

Y hablando de vidas, ¿por qué no nos centramos en vivir la nuestra al máximo? Al fin y al cabo, nadie va a recordar que te comiste el postre antes del plato principal. Lo que sí recordarán es que te vieron sonriendo mientras te lo comías. Así que, como dice el refrán, «el que se divierte, no se aburre.» Y el que no se aburre, no deja que la vida pase de largo.

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Preguntas que te harán reír y reflexionar

1. ¿Cómo puedo aplicar estas frases en mi vida diaria sin parecer un loco?
Bueno, si te preocupa parecer un loco, probablemente ya eres un aguafiestas. Así que, para empezar, practica frente al espejo. Si te sientes ridículo, perfecto: ya estás en el camino correcto.

2. ¿Y si me dan una respuesta negativa cuando uso estas frases?
Pues dime, ¿alguna vez has visto a un perro que se preocupa por lo que piensan los demás? Tampoco, porque los perros son los verdaderos maestros de la diversión. Así que, si te responden mal, sonríe y di: «pobrecito, no sabe disfrutar.»

3. ¿Cómo sé cuál frase usar en cada situación?
Esa es fácil: cierra los ojos, saca una al azar y… ¡listo! Si no te gusta, siempre puedes inventar la tuya. Al fin y al cabo, la vida es un taller de improvisación.

Y ya que lo mencionamos, ¿por qué no compartes tus propias frases para disfrutar la vida? Alguien podría necesitarlas… o no. Pero, como dice el dicho, «más vale dar que recibir,» especialmente si lo que das es una buena risa.