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Foto extraida del video de Youtube
Descubre la fruta parecida al melocotón que te hará decir: ¡esto es un durazno disfrazado!
¿Alguna vez has mordido una fruta y has jurado que era un melocotón, pero luego te das cuenta de que no lo es? ¡Bienvenido al club de los confundidos por la nectarina! Esta fruta es como el gemelo travieso del melocotón, pero sin la pelusa que te hace sentir que estás comiendo un osito de peluche. La nectarina es suave, jugosa y tiene un sabor que te hace pensar: “¿Esto es un durazno o me están gastando una broma?”.
La nectarina no es más que un melocotón sin la capa de vello, pero eso no le quita mérito. De hecho, es como si el melocotón hubiera ido al spa y salido con un look más moderno. Su piel brillante y su pulpa dulce la convierten en la estrella de las ensaladas de frutas y los postres. Y, por si fuera poco, es igual de versátil: puedes comerla fresca, asarla o incluso hacer mermelada. ¡Es el camaleón de las frutas!
Ahora, si te preguntas por qué la nectarina no es tan famosa como su primo peludo, la respuesta es simple: el melocotón tiene más carisma. Pero no te dejes engañar, la nectarina es igual de deliciosa y, además, no te deja esa sensación de tener la boca llena de alfombra. Así que, la próxima vez que veas una nectarina, dale una oportunidad. ¡Te sorprenderá descubrir que es un durazno en incógnito!
¿Tienes dudas sobre la nectarina? Aquí te las resolvemos
- ¿La nectarina y el melocotón son lo mismo? Casi, pero no. La nectarina es una variedad del melocotón, pero sin la piel aterciopelada.
- ¿Cuál es más dulce? Depende de la variedad, pero en general, la nectarina suele ser un poquito más dulce y jugosa.
- ¿Se pueden usar igual en recetas? ¡Claro que sí! La nectarina es tan versátil como el melocotón, así que úsala en lo que se te ocurra.
¿Es una nectarina? ¿Es un paraguayo? No, es la fruta parecida al melocotón que nadie te contó
¿Alguna vez te has topado con una fruta que parece un melocotón, pero no lo es? No, no es un extraterrestre disfrazado, ni un experimento fallido de la naturaleza. Se trata del paraguayo, ese primo lejano del melocotón que parece haber salido de una película de ciencia ficción. Con su forma achatada y su piel suave, el paraguayo es como el melocotón que decidió tomarse unas vacaciones en el sofá y se quedó así para siempre.
El paraguayo no es solo una fruta, es una experiencia. Su sabor es dulce, jugoso y ligeramente ácido, como si el melocotón y la nectarina hubieran tenido un bebé y le hubieran dado clases de cómo ser la estrella del verano. Además, su textura es tan suave que parece que se derrite en tu boca, como si estuvieras comiendo una nube con sabor a fruta. ¿Y lo mejor? No tienes que pelarlo, solo lávalo y ¡a disfrutar!
Pero, ¿por qué nadie te habló del paraguayo antes? Probablemente porque está demasiado ocupado siendo delicioso como para preocuparse por el marketing. Mientras el melocotón y la nectarina se llevan toda la fama, el paraguayo está ahí, en el rincón de la frutería, esperando a que alguien lo descubra. Así que, la próxima vez que veas uno, no lo dudes: llévatelo a casa y descubre por qué es la fruta que nadie te contó, pero que todos deberían probar.
¿Tienes dudas sobre el paraguayo? Aquí te las resolvemos
- ¿El paraguayo es lo mismo que un melocotón? No, aunque son primos cercanos, el paraguayo tiene una forma más achatada y un sabor ligeramente diferente.
- ¿Se puede comer con piel? ¡Claro! Su piel es suave y comestible, solo lávalo bien antes de disfrutarlo.
- ¿Cuándo es temporada de paraguayos? Normalmente en verano, así que aprovecha para disfrutarlos en su mejor momento.