Foto extraida del video de Youtube
Guía bloodborne para no morir en el intento (o al menos intentarlo con estilo)
Esquiva como si tu ex te vigilara en Instagram
En Bloodborne, si no dominas el arte de esquivar con gracia, acabarás más despellejado que un chuletón en una parrillada argentina. La clave está en abrazar el botón de dash (sí, ese que pisas como si fuera un cucaracha) y moverte como si bailaras reggaetón: hacia los lados, hacia atrás y con ritmo. ¿El truco? No te empeñes en atacar como poseso después de cada esquive. Aguanta, respira, y recuerda: «la paciencia» no es solo el título de tu canción de desamor favorita.
– Prioriza esquivar HACIA los enemigos, no en dirección contraria. Muchos ataques tienen alcance suficiente para alcanzarte si retrocedes.
– Si un jefe te hace papilla en 2 segundos, cambia de armadura. No, el sombrero de plumas no cuenta como defensa viable.
Armas: elige entre «fashion souls» o sobrevivir
Aquí no vale eso de «lo importante es ir guapo». Si te pasas 10 minutos eligiendo el atuendo más *aesthetic* para Yharnam, prepárate para que un perro zombi te muerda el trasero con más saña que un *influencer* en rebajas. Las armas son tu mejor *Tinder match*: encuentra una que vibre con tu estilo de juego. ¿Te gusta pegar leñazos como si estuvieras en una final de Wimbledon? Prueba la Hacha de Cazador. ¿Prefieres la elegancia sádica? La Hoja de Cane es tu *soulmate*.
– Actualiza tus armas SIEMPRE antes de enfrentarte a un jefe. No es el momento de ahorrar piedras de sangre, cheapskate.
– Si un arma no te convence en los primeros 10 minutos, cámbiala. Esto no es un matrimonio, es una relación tóxica con ventajas.
Sangre, sudor y lágrimas (pero sobre todo sangre)
Los ecos de sangre son como la paga extra: los acumulas con ilusión y los gastas en tonterías que no necesitas. ¿La solución? Invierte en estadísticas como si fueras el Elon Musk de la cacería. Vitalidad y fuerza/resistencia (según tu arma) son tu seguro de vida. ¿Que si subir habilidad para hacer más daño crítico? Claro, si quieres morir con estilo *ninja*. Y no, guardar 50.000 ecos «por si acaso» no es prudente, es una invitación para que un enemigo random te los robe y te deje llorando en posición fetal.
– Gasta los ecos ANTES de explorar zonas nuevas. Porque sí, ese cerdo gigante siempre aparece cuando menos te lo esperas.
– Si mueres, recupera tu sangre como si fuera el último chicle del paquete. Nada duele más que perder 100.000 ecos por confiarte.
¿Te comes un tarro? Rescatamos tus dudas (y tu dignidad)
¿Qué arma elijo si soy más torpe que un pulpo en un garaje?
La Hacha extendida. Su modo transformado tiene ataques giratorios que limpian grupos de enemigos como si fueran migajas de tu teclado. Y sí, es legal usarla de *easy mode*.
¿Cómo no mandar el mando contra la pared tras morir 73 veces con el mismo jefe?
Aplica la técnica del «venga, una última y me voy». Spoiler: irás a la cama a las 3 a.m., pero al menos derrotarás a la Bestia de Clérigo con pijama y orgullo.
¿Sirve de algo cooperar con otros jugadores o es puro caos?
Coopera, pero ten en cuenta que tu aliado probablemente sea un psicópata con una ametralladora. Si sobrevivís, genial. Si no, al menos tendréis una anécdota para llorar juntos.
Guía bloodborne definitiva: spoiler, te van a dar collejas igual
Coletear o no coletear: esa es la cuestión (y la hostia)
Si pensabas que Bloodborne iba a ser un paseo por el parque con tu abuela y su bastón, olvídalo. Aquí los spoilers son como los enemigos en Yharnam: te saltan a la yugular sin avisar. ¿Quieres saber si mueres al final? ¡Sorpresa! Llevas muriendo desde el minuto uno, colega. La verdadera guía definitiva es aceptar que, spoilers o no, ese jefe que te ha partido la moral 73 veces seguirá haciéndolo aunque le robes el Wi-Fi y le pongas *«Despacito»* en bucle. Eso sí, si logras no lanzar el mando contra la pared, quizá descubras que el final secreto implica darle una galleta a la Luna. O no.
Armas, trucos y un muñeco que te mira raro
La hoja de sierra es tu nueva religión, el pistolete tu mejor amigo para hacer *parry*, y la doll del sueño… bueno, mejor no preguntes qué hace cuando apagas la consola. ¿Trucos? Ja. Aquí los «trucos» se llaman *«grindear hasta que tus dedos se conviertan en salchichas ahumadas»*. Eso sí, un consejo no spoiler: si ves a un tipo con sombrero gritando «AWAY! AWAY!», corre. No es un NPC, es tu suegra en modo *beast*.
- Padre Gascoigne: Sí, es tu primer filtro. Sí, te hará llorar. Sí, su fase final parece un concierto de Heavy Metal.
- La enfermera placentaria: No, no es una metáfora. Sí, es tan perturbadora como suena.
- Gehrman en silla de ruedas: Spoiler: NO ESTÁ TAN INÚTIL COMO PARECE.
Preguntas que arden más que el DLC de The Old Hunters
¿Cómo dejo de morir?
Imposible. Bloodborne es un *soulslike*, no un tutorial para hacer ganchillo. Pero hey, si invocas a un amigo, al menos podréis reíros juntos mientras os aplastan como cucarachas cósmicas.
¿Vale la pena el final verdadero?
Claro, si te gusta que un bebé cósmico te convierta en su chupete. Eso o volver a empezar como si nada. FromSoftware no perdona.
¿Por qué la doll se mueve sola?
Shhh… es mejor no saberlo. Aunque si insistes, revisa bajo la cama. Yo no lo haría.