Parejas

La figura del mediador en una separación

En una separación surgen muchos problemas y conflictos que pueden enquistar las cosas. Lo que podría ser un mero trámite sencillo puede acabar resultando complicado. Ambas partes pueden acabar haciéndose daño, haciendo daño a los hijos en común y acabando en un litigio largo doloroso con muchos abogados y dinero de por medio.

Por eso, cuando se percibe que todo comienza a torcerse, lo más sensato es acudir a un mediador de conflictos para parejas. Lo primero que hay que tener claro es que no se está ante un terapeuta de pareja, la función del mediador no va a ser la de reconciliaros y hacer que volváis a estar juntos.

Más bien, el mediador lo que va a tratar es de que la separación sea rápida, sin problemas y solucionando todo de una forma correcta. Se trata de una figura totalmente neutral, que no va a tomar parte por ninguno de los dos bandos y que tiene como función favorecer la comunicación entre ambos miembros de la pareja. Uno de sus trabajos consiste en hacer ver a cada una de las partes el punto de vista de la otra.

De este modo, se consigue llegar a acuerdos más fácilmente ya que no se trata de lo que yo digo y lo que el otro dice, sino de lo que el mediador nos aconseja para que todo pueda fluir con cordialidad. Pero si hay un caso en el que esta figura es especialmente importante es cuando hay niños por medio.

Cuando hay niños, el mediador tiene que velar ante todo por el interés de los menores. Por eso es habitual que si no hay causas que lo impidan, abogue a favor de la custodia compartida si ambos padres quieren tener a los niños con ellos. Ofreciendo a los padres las herramientas que necesitan para conseguir una buena comunicación, favorece que este proceso pueda llevarse a cabo.

No se trata de reconciliarse, tampoco de ser grandes amigos, pero sí de poder tener una comunicación civilizada que ayude a que el proceso de separación sea menos traumático de lo que ya es de por sí y que el niño sea la parte más protegida. ¿Por qué tirarse los trastos a la cabeza y hacer que el menor sufra cuando todo puede llevarse a cabo de forma civilizada, conversando y velando por el interés del hijo o de los hijos en común de la pareja?