Nomofobia (miedo a estar sin móvil): cómo saber si la padeces

 

Lo tuyo tiene nombre y no te va a gustar. Nomofobia es el término, abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”, con el que los expertos nombran el miedo a estar sin el teléfono móvil, y es, al parecer, una de las enfermedades que las nuevas tecnologías y la era de comunicación han aportado al siglo XXI. Si eres de los que lo primero que haces al tener un móvil entre tus manos, después de un rato sin utilizarlo, es volver a consultarlo insistentemente, eres un adicto al smartphone.

 

¿Sabías que según  los datos de un estudio llevado a cabo por la Fundación Telefónica, un usuario de smartphone mira su teléfono móvil unas 150 veces al día? Además, según el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña la mayoría de las personas superan con creces el tiempo máximo diario recomendado de permanencia frente a una pantalla (3 horas). Como es previsible son los menores de 30 años los que permanecen más tiempo conectados a tablets, smartphones y ordenadores (10 horas y media), pero los adultos de 31 a 60 años dedican una media de entre 9,3 y  8,3 horas a esta tarea (muy por encima de los tiempos recomendados). Los adultos mayores desde 60 años, con 3,8 horas, se muestran más ajustados a las recomendaciones de los expertos.

 

Fatiga visual y nomofobia

Este exceso de tiempo frente a una pantalla favorece un tipo de fatiga visual conocida como Síndrome Visual Informático (SVI). La fatiga visual está asociada a exposición a fuentes de luz artificial (entre ellas smartphones, tablets), ya que estas emiten en la banda de longitudes de onda de la luz azul más nociva (con efectos negativos para nuestra visión, la retina concretamente, y nuestro bienestar). Esta luz visible de LEDs y pantallas de diferentes dispositivos electrónicos tiene un porcentaje mucho mayor de luz azul que las luces naturales, de ahí el perjuicio que ocasiona su sobreexplotación.

 

La nomofobia o adicción al móvil tiene otra vertiente emocional. La hiperconexión provoca ansiedad y estrés a quienes se ven incapaces de controlar su dependencia del móvil. El departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR) cifra en el 8% el porcentaje de universitarios españoles que sufre nomofobia.

 

 

Síntomas de la nomofobia o adicción al móvil

La nomofobia se manifiesta en síntomas como ansiedad, malestar general, enfado o inquietud, negación, ocultación y/o minimización del problema, sentimiento de culpa y disminución de la autoestima. Se pueden producir además taquicardias, pensamientos obsesivos por no contestar un whatsapp en el momento, por no recibir respuesta, dolor de cabeza debido a la sobreexposición a la luz azul y dolor de estómago asociado a la ansiedad de este nerviosismo. El insomnio es otra de las consecuencias más frecuentes en los pacientes con nomofobia. Y una de las recomendaciones fundamentales para aliviar esta situación es dejar un móvil al lado durante la noche y liberar la mente antes de dormir con otras opciones de ocio como la lectura.

 

Cómo combatir los procesos de ansiedad que la presión del día a día nos impone es un trabajo común de concienciación, alimentación y otras recomendaciones saludables que pasan por un cambio de mentalidad. ¡Deja el móvil y disfruta del paisaje!