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Foto extraida del video de Youtube
Refranes largos: ¿Quién dijo que lo breve es mejor? ¡Aquí te lo demostramos!
¿Cansado de esos refranes cortitos que parecen tweets de hace diez años? ¡Pues prepárate para la revolución de los refranes largos! Aquí no nos conformamos con un «A quien madruga, Dios le ayuda». No, no, nosotros vamos más allá: «A quien madruga, Dios le ayuda, pero si además lleva café, un buen desayuno y una lista de tareas, el día es suyo». ¿Ves la diferencia? Es como comparar un chiste de tres palabras con una película de comedia. ¡Más es más!
Los refranes largos son como esos amigos que te cuentan una historia y, aunque sabes que podrían resumirla, disfrutas cada detalle. Por ejemplo, en lugar de «Más vale pájaro en mano que ciento volando», podríamos decir: «Más vale tener un pájaro en mano, bien alimentado y con su jaula limpia, que andar persiguiendo cien volando, que al final te dejan con las manos vacías y un dolor de cuello de tanto mirar al cielo». ¿No es genial? Es como si el refrán te diera un abrazo y te contara su vida.
Y no pienses que estos refranes son solo para rellenar espacio. ¡Para nada! Tienen su propia sabiduría. Imagina este: «No por mucho madrugar amanece más temprano, pero si te levantas con tiempo, te sobra para desayunar, hacer ejercicio y hasta mirar el amanecer sin prisas». Es como un curso de productividad en una sola frase. Así que, la próxima vez que alguien te diga que lo breve es mejor, suéltale un refrán largo y déjalo sin palabras.
¿Tienes dudas? Aquí te las resolvemos con estilo
- ¿Los refranes largos son difíciles de recordar? ¡Para nada! Solo necesitas un poco de práctica y pronto estarás soltándolos como si fueras un filósofo de pueblo.
- ¿Sirven para impresionar en una conversación? Absolutamente. Nada como un refrán largo para dejar a todos pensando: «Este tipo sabe de la vida».
- ¿Puedo inventar mis propios refranes largos? ¡Claro que sí! La creatividad no tiene límites. Eso sí, asegúrate de que tengan sentido, o podrías terminar con un refrán que solo tú entiendes.
Refranes largos que te harán reflexionar (y tal vez perder el hilo)
Los refranes largos son como esas películas que empiezan con una trama sencilla y terminan con un giro inesperado que te deja preguntándote: «¿En qué momento me perdí?». Por ejemplo, está ese clásico que dice: «Más vale pájaro en mano que ciento volando, pero cuidado con el que se posa en tu hombro porque podría ser un espía disfrazado de paloma». Aquí, no solo te hablan de prudencia, sino que también te meten un toque de paranoia que no pediste. Reflexionas, sí, pero también te quedas mirando al cielo con recelo.
Otro que te deja con la cabeza dando vueltas es: «No por mucho madrugar amanece más temprano, pero si te levantas antes de que salga el sol, al menos tendrás tiempo de desayunar tranquilo y evitar el tráfico, aunque eso no garantiza que no te atropelle un ciclista distraído». Este refrán es como un laberinto: empiezas pensando en la paciencia y terminas preocupado por tu seguridad vial. Eso sí, te hace reflexionar sobre lo impredecible que puede ser la vida (y los ciclistas).
Y no podemos olvidar el que dice: «El que mucho abarca, poco aprieta, pero si no abarcas nada, te quedas sin nada que apretar, aunque apretar demasiado puede causarte calambres en las manos». Aquí, la sabiduría popular se mezcla con un consejo médico no solicitado. Reflexionas sobre la importancia del equilibrio, pero también te quedas con la duda de si deberías hacer estiramientos antes de tomar decisiones importantes.
¿Y tú, te atreves a seguir el hilo?
¿Qué refrán largo te dejó más confundido que un chivo en un concierto de ópera? Comparte tus favoritos y descubre si alguien más ha logrado descifrar su significado oculto (o si todos estamos igual de perdidos).