¿Naciste entre 1971 y 1981? Descubre por qué la vacuna del sarampión podría ser tu mejor aliada

Visitas: 0

Foto extraida del video de Youtube

¿Naciste entre 1971 y 1981? La vacuna del sarampión podría ser tu mejor aliada

Si tu cumpleaños cae entre el 71 y el 81, enhorabuena, perteneces a la generación que vio nacer el walkman y sobrevivió a los pantalones acampanados. Pero, atención, porque hay algo más que deberías saber: la vacuna del sarampión podría ser tu mejor amiga. Resulta que en esa época la cobertura vacunal no era tan completa como ahora, y algunos de nosotros nos quedamos con una dosis insuficiente. Vamos, que podríamos estar más desprotegidos que un chicle pegado en el asfalto en pleno agosto.

¿Y por qué debería importarte? Bueno, el sarampión no es solo una erupción cutánea molesta. Es como ese invitado no deseado en una fiesta: llega sin avisar, se queda más de lo debido y puede dejar un desastre a su paso. Complicaciones como neumonía o encefalitis son posibles, y nadie quiere eso en su vida, especialmente si ya tienes suficientes preocupaciones con las canas y las facturas. La buena noticia es que una dosis de refuerzo puede ponerte a salvo. Es como un seguro de vida, pero sin pagar cuotas mensuales.

Así que, si naciste en esa década prodigiosa, no te quedes con la duda. Consulta con tu médico y asegúrate de estar bien protegido. Después de todo, ya superaste los 40 (o estás a punto), y tu cuerpo agradecerá que lo cuides como si fuera un clásico de los 80: con mimo y un poco de mantenimiento extra.

¿Tienes dudas? Aquí te las resolvemos

¿Cómo sé si necesito la vacuna?
Si no estás seguro de si recibiste las dos dosis recomendadas, mejor pregúntale a tu médico. No te fíes de la memoria de tu madre, que seguro está más ocupada recordando cómo te escapaste del jardín de infancia.

¿La vacuna tiene efectos secundarios?
Puede que sientas un poco de molestia en el brazo o algo de fiebre, pero vamos, nada comparado con el dolor de escuchar que ya no eres “joven”.

¿Y si ya tuve sarampión?
Si pasaste por eso, felicidades, eres inmune. Pero si no estás seguro, mejor vacúnate. No querrás revivir esa experiencia, ¿verdad?

Sarampión: la enfermedad que no discrimina, pero la vacuna sí (y tú podrías estar en la lista)

El sarampión es como ese invitado no deseado que llega a la fiesta sin avisar y se queda más tiempo del que debería. No le importa si eres joven, viejo, rico o pobre: si te encuentra, te contagia. Pero aquí está el chiste: la vacuna sí discrimina. Si no te has vacunado, estás en la lista de «personas que el sarampión podría visitar en cualquier momento». Y créeme, no es una lista en la que quieras estar.

¿Sabías que el sarampión es más contagioso que un chisme en un grupo de WhatsApp? Una persona infectada puede contagiar a otras 18. Sí, 18. Y si piensas que es solo un sarpullido y ya, te equivocas. Puede traer complicaciones serias como neumonía o encefalitis. La vacuna es tu mejor escudo, pero si no te la has puesto, estás jugando a la ruleta rusa con tu salud.

Ahora, hablemos de la vacuna. Es segura, efectiva y está disponible. Pero aquí está el detalle: no todos pueden recibirla. Bebés menores de un año, personas con sistemas inmunológicos débiles o alergias graves a ciertos componentes no pueden vacunarse. Si tú sí puedes, vacúnate. No solo te proteges a ti, sino también a quienes no tienen esa opción.

Quizás también te interese:  Un viaje de diez metros: la odisea más corta (y épica) que jamás imaginarás

¿Tienes dudas? Aquí te las resolvemos

  • ¿La vacuna duele? Sí, pero menos que el sarampión. Un pinchazo rápido y listo.
  • ¿Es gratis? En muchos países, sí. Infórmate en tu centro de salud más cercano.
  • ¿Y si ya tuve sarampión? Genial, ya eres inmune. Pero si no estás seguro, mejor vacúnate por si acaso.