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Yoga para principiantes: 7 claves para hacerlo bien

La vuelta al cole, el regreso al trabajo tras las vacaciones, la vuelta a la rutina ¿os suena todo eso? ¿Sí? Eso es que ya es otoño. Los días son más pequeños, hay menos horas de luz solar y parece que no hay salida al final del túnel. Pero el otoño también es la estación de los comienzos y vosotros, que os quejáis de estar todo el día del trabajo a casa y de casa al trabajo, también podéis revitalizar vuestra mente y tu cuerpo. ¿Cómo? Apuntándoos a yoga. El yoga es un deporte (sí), basado en una técnica de meditación muy común en el hinduismo y que cultiva el cuerpo, la mente y el alma. »Descubierta» en Occidente en los años 60 ha pasado a convertirse en un fenómeno mundial, una manera de contrarrestar la ansiedad y el estrés provocado por el insólito ritmo de la vida moderna.

 

Si sois primerizos o primerizas es probable que os cueste un poco más entrar en materia – a todos nos ha pasado – pero los beneficios del yoga son infinitos al lado de no hacer nada, que es lo que probablemente sucederá si no frenáis la rutina que os habéis marcado hasta la próxima primavera.

 

Por eso os ofrecemos  estos siete consejos para tener en cuenta si estáis comenzando con este deporte tan espiritual. ¡Tomad nota!

 

  1. Motivación. Es fundamental estar motivado. No os apuntéis a ninguna actividad si vais a depender de que vaya otro – una amiga, un familiar, etc -. Si os apuntáis es porque estáis motivados, porque os apetece y porque sabéis que es bueno para vuestro cuerpo y mente. El yoga es sinónimo de voluntad, paciencia y disciplina.

 

  1. Continuidad. Nada de ir dos días y al no ver resultados, dejar de ir. ¡Prohibido! Al menos debéis practicar esta filosofía durante cuatro semanas, el tiempo mínimo para instalaros en una rutina – esta vez buena – de ejercicios. Para eso hará falta un poco de la disciplina que hablábamos antes. Igual que vais al trabajo cada mañana, aseguraos de ir cada semana a vuestras clases. Lo normal será empezar una o dos veces por semana, alrededor de treinta o cuarenta y cinco minutos. ¿Estáis seguro de que no podéis sacar ese tiempo?

 

  1. Ambiente idóneo. Tanto si lo hacéis por vuestra cuenta como si vais a clases a algún gimnasio o escuela, es absolutamente necesario practicar esta disciplina en un ambiente adecuado. Un espacio luminoso a ser posible, carente de ruidos y que os aporte paz. Nada de intentar practicar posturas de yoga al lado de los niños viendo la televisión ni en un gimnasio con unos adolescentes jugando un partido de baloncesto a vuestro lado. No os servirá de nada. Os aconsejamos que, para empezar, sigáis las instrucciones de un monitor. Él os dirá la mejor manera de trabajar para que realmente sea efectivo. Después, con la práctica, podréis empezar a realizar esos ejercicios en vuestra casa.

 

Yoga para principiantes 

 

  1. Ropa adecuada. Nada de accesorios ni ropa demasiado ajustada ni incómoda. Esto no es un desfile. Son técnicas de relajación y meditación. Usad ropa holgada y cómoda, una esterilla para realizar los ejercicios y un suelo antideslizante. De nada vale tener el equipo completo si estáis ‘surfeando’ con vuestra esterilla por todas partes.

 

  1. La paciencia, la madre de toda la ciencia. Esto es así. No pretendáis convertiros en profesionales en cinco minutos. Hay que dar tiempo al tiempo. Comenzar de un modo tranquilo, controlando vuestra respiración y vuestra capacidad de concentración y empezando por posturas sencillas. Iréis viendo los avances poco a poco sí, pero seguros.

 

  1. Cuidado con las lesiones. No todo el mundo puede practicar yoga, por mucho que sea beneficioso. Si tenéis lesiones o fracturas está contraindicado. Además, hay que tener cuidado al practicarlo. De ahí que el punto cuatro – la paciencia – sea tan importante. Probar a realizar posturas avanzadas cuando el cuerpo aún no está preparado puede llevar a sufrir lesiones incluso graves: lesiones en tendones y articulaciones e incluso fracturas. Escuchad a vuestro cuerpo, él os dirá cuando estáis realizando una posición incómoda o habéis llegado al límite. Forzarse no es bueno para la salud, en ningún caso.

 

  1. Una filosofía de vida. La idea de practicar yoga es llevar sus enseñanzas a la vida real, en la que os movéis las 24 horas al día. Con el yoga podréis aprender a respirar, a meditar, a ver los problemas del día a día de un modo distinto y a tomar decisiones en estados de calma que quizá antes no erais capaces de obtener.

 

No vamos a negarlo, llegar a ser un experto en la práctica del yoga puede llegar a ser difícil. Requiere disciplina y continuidad. Tomarse en serio los ejercicios y tratar de llevar todas sus enseñanzas a todos los ámbitos de la vida. No es un deporte que vayáis a controlar a corto plazo. Debéis ser pacientes e ir aprendiendo poco a poco. Además, tampoco es una solución a corto plazo. Hay beneficios – el bienestar es uno de ellos – pero eso implica tiempo, compromiso y regularidad. ¿Estáis dispuestos? Si la respuesta es sí ¡adelante!