Foto extraida del video de Youtube
Perros que no sueltan pelo: ¡porque tu sofá no merece ser un peluche!
¿Alguna vez has soñado con tener un perro que te acompañe sin convertir tu sofá en un peluche ambulante? Bueno, sueña menos, porque existen razas de perros que han decidido que el pelo es sobrevalorado. Y no, no hablamos deThose perros lampiños que parecen salidos de una película de ciencia ficción, sino de razas que han tomado la decisión ejecutiva de no regalar su pelaje a tus muebles.
Entre los protagonistas de esta lista está el Bichon Frise, que parece haber nacido para ser el muñeco de peluche oficial de tu vida. Su pelo, que más bien parece lana, no se cae, pero sí requiere que le hagas peinados que harían llorar de envidia a cualquier peluquero de moda. Luego está el Schnauzer, que con su barba perfectamente definida parece el hipster del mundo canino. Aunque no suelta pelo, sí necesita un corte de pelo más frecuente que un adolescente en Instagram.
Y no podemos olvidar al Poodle, el rey de los perros que no quieren compartir su pelo con nadie. Ya sea en su versión Toy, Miniatura o Estándar, este perro es como el vegetariano del mundo canino: muy peculiar, pero con un peinado que dice mucho de su personalidad. Aunque su pelo no se cae, sí necesitan un mantenimiento que podría rivalizar con el presupuesto de un reality show de moda.
Si crees que estos perros son la solución a tus problemas de pelo suelto, ten en cuenta que no es todo diversiones y fotografías para Instagram. Algunas razas, como el Soft Coated Wheaten Terrier, tienen un pelo que más bien parece una manta que se mantiene unida mágicamente. Pero no te equivoques: aunque no se caiga, sí necesita un cepillado diario que podría convertirse en tu nueva rutina matutina.
Otra opción es el Portugués Water Dog, que con su pelo rizado o ondulado parece un surfista canino. Aunque no suelta pelo, sí requiere que le des un baño más frecuente que a un bebé en una guardería. Y no olvides al Spanish Water Dog, cuyo pelo en mechones es tan peculiar que parece que se lo haya peinado un huracán. Aunque no se cae, sí necesita que le hagas cortes de pelo que podrían inspirar a un artista moderno.
En resumen, si estás dispuesto a invertir en un peine que parezca una herramienta medieval y en sesiones de peluquería canina que rivalicen con las de tu pareja, estos perros son tu mejor apuesta. Tu sofá (y tus invitados) te lo agradecerán.
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### ¿Preguntas que te harías antes de adoptar una bola de pelo… minimalista?
– ¿Vale la pena tanto peinado?
Sí, porque imagina que cada cepillada es como una sesión de terapia, pero con menos llanto y más babeo.
– ¿Son perros hipalergénicos?
Bueno, no exactamente, pero sí reducen las lluvias de pelo que te hacen parecer un yeti en invierno.
– ¿Cuánto cuesta mantener a un Poodle?
Tanto que podrías abrir un fondo de inversión, pero al menos no te quedarás sin un perro que parezca un millonario.
Adiós a la guerra contra los pelos: descubre a los caninos que desafían la gravedad (y la muda)
Imagina un mundo donde los pelos se rebelan contra las leyes de la física y deciden vivir su mejor vida, completamente alejados del peine y de la rutina semanal de la peluquería canina. Bienvenido al universo de las razas de perros que parecen haber firmado un pacto con la gravedad para que ésta no se atreva a acercarse a sus melenas. Estos caninos son la personificación de la resistencia capilar, y su look es tan impactante que hasta los peores enemigos de la raza canina (los dueños de ropa negra) se rinden ante su encanto.
Entre los protagonistas de esta revolución peluda están el Samoyedo, el Komondor y el Puli, tres razas que han convertido el arte de tener pelo en una forma de vida. El Samoyedo, con su abrigo blanco y esponjoso, parece haberse robado el traje de un oso polar y salir corriendo. Su melena es tan poderosa que podría hacer sombra a un glaciar. Por su parte, el Komondor lleva el pelo en cordones, como si hubiera pasado horas en un salón de belleza especializado en looks «boho-chic». Y el Puli… bueno, el Puli es como ese amigo que decidió probar con las dreadlocks y ya no supo cómo quitárselas. Su pelo cayó en las garras del movimiento «reggae» y no ha vuelto desde entonces.
Los alborotadores del pelo: tres razas que desafían la norma
– Samoyedo: Si te imaginas un perro que ha nacido para ser el abrazado de la familia, éste es el indicado. Su pelo es tan suave que hasta los gatos se sienten celosos. Pero no te confíes: ese aspecto de oso de peluche esconde a un perro activo y juguetón que no tiene miedo a correr como si hubiera visto un conejo.
– Komondor: Este perro es como el anciano sabio del grupo. Su pelo en cordones le da un aire de misterio, como si hubiera pasado años meditando en una montaña. Aunque no es el más sociable del mundo, una vez que te gana la confianza, te seguirá hasta el fin de los tiempos (o al menos hasta el fin del saco de comida).
– Puli: Si el Samoyedo es el abrazado y el Komondor es el sabio, el Puli es el rebelde del grupo. Su pelo en mechones le da un look de «no me importa nada», y su personalidad no se queda atrás. Es como el adolescente de la familia, pero con más slobber y menos dramas.
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¿Puedo tener uno en casa? Las preguntas arriesgadas
¿Cuánto tiempo dedico a peinar a un Komondor?
Bueno, si eres de los que disfrutan pasándose horas frente al espejo, este perro es para ti. El Komondor necesita atención constante para que sus cordones no se enreden más de lo necesario. Si no te importa invertir tiempo en su pelo, estarás recompensado con miradas de envidia en el parque.
¿Es cierto que el Puli es difícil de cuidar?
Sí, pero difícil no es la palabra correcta. «Desafiante» sería mejor. Aunque su pelo es hermoso, mantenerlo en orden requiere paciencia y dedicación. Si no te gusta el mantenimiento, mejor buscas otro perro. Pero si te gusta el reto, aquí tienes tu compañero ideal.
¿Puedo bañar a un Samoyedo cuando quiero?
Sí, pero no abuses. Su pelo es delicado y necesita cuidado especial. Si lo bañas demasiado, podrías quitarle la grasa natural que mantiene su abrigo saludable. Así que mejor mantén una rutina de baños espaciados y mucha condición.
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En resumen, estos perros son la prueba viviente de que la guerra contra los pelos no tiene que ser un conflicto sin cuartel. Con un poco de paciencia y mucha dedicación, puedes convertirte en el dueño de una de estas maravillas peludas que harán que todos se vuelvan al verte pasar. Y quién sabe, tal vez hasta te animarás a dejarte crecer el pelo para imitarlos. Pero eso ya es asunto tuyo.