Foto extraida del video de Youtube
¿Quién dijo que un curso de nutrición es solo para conejos? 🥕 (Spoiler: tú comes más que lechuga)
No, no te van a obligar a masticar alfalfa
Si crees que un curso de nutrición es un taller para roedores con sobrepeso, tenemos noticias: los humanos también necesitan saber qué diablos hacen con el tenedor. Aquí no hablamos de convertirte en un máster de la lechuga iceberg, sino de entender por qué ese tercer trozo de pizza te deja hecho un flan (y no, no es por falta de voluntad). Spoiler: la nutrición es como el Tinder de la comida: matches buenos, matches malos y esos que te ghostean después de un atracón de churros.
Cosas que aprenderás (y que no incluyen aburrirte hasta la muerte)
Olvida los sermones de la abuela sobre la sopa de verduras. En un curso serio –pero sin cara de funeral– descubrirás:
- Qué demonios es un macronutriente y por qué no es el nombre de un dinosaurio.
- Cómo hacer que un aguacate no arruine tu presupuesto mensual (o cómo fingir que sabes cocinarlo).
- Por qué el chocolate no es el enemigo, salvo que te lo comas en una sentada. *Sonido de envoltorio crujiendo*
La ciencia detrás de no vivir a base de fotosíntesis
Que quede claro: no eres un conejo. Tu cuerpo no funciona con zanahorias y saltitos felices. Necesitas proteínas, grasas buenas y carbohidratos que no sean solo migajas de galletas. ¿Sabías que hasta una hamburguesa puede tener lógica en tu dieta? Claro, siempre que no la acompañes con un cubo de helado (a menos que seas un influencer de cheat meals). La nutrición es como un videojuego: si aprendes las reglas, pasas de nivel sin morir en el intento.
¿Preguntas? ¡Aquí las quejas se responden con ciencia! 🧪
¿Y si odio las espinacas?
Relax, Popeye. Nadie dijo que tengas que tragarte un kg de verduras al día. Hay más opciones que un menú de cárcel: desde legumbres hasta frutos secos. ¡Hasta el jamón serrano cuenta! (Sí, es proteína, no solo felicidad en lonchas).
¿Un curso de nutrición arruinará mi relación con el queso?
Solo si consideras que una fondue es un alimento básico. La idea es equilibrar, no declararle la guerra a los lácteos. A menos que seas intolerante a la lactosa… entonces, lo sentimos, eres terreno de leches vegetales.
¿Puedo seguir comiendo pizza?
Por ley universal, la pizza es un grupo alimenticio. La clave está en no convertirla en tu única fuente de vegetales (sí, la salsa de tomate cuenta… técnicamente).
¿Y si mi dieta es «lo que haya en Uber Eats»?
No te preocupes, hasta el desorden tiene solución. Aprenderás a elegir mejor, incluso bajo la influencia de antojos nocturnos y ofertas de 2×1 en sushi.
Deja de creer que un curso de nutrición es aprender a hacer ensaladas aburridas 🥗🚫 (Aquí se desvelan los *secretos* del aguacate)
El aguacate no es solo para selfies de brunch (y otros mitos derrumbados)
¿Crees que un curso de nutrición es ver a alguien cortar lechuga mientras murmura “grasas buenas”? Ja. Aquí vas a descubrir que el aguacate tiene más chismes que un grupo de WhatsApp familiar. ¿Sabías que su hueso sirve para germinar un árbol en tu balcón (y para evitar que se oxide si lo dejas en la ensalada)? O que su textura cremosa puede reemplazar la mantequilla en postres *sin que tu abuela note el cambio*. Spoiler: también es el mejor cómplice para hacer helado fitness, pero eso lo contamos si prometes no contárselo a tus heladerías favoritas.
Del “qué aburrido” al “¿en serio esto es sano?”: trucos que harán vibrar tu nevera
¿Quién dijo que comer bien es masticar espinacas como Bugs Bunny? Un curso de nutrición serio te enseña a convertir el aguacate en el MVP de tus comidas:
– Nachos tramposos: usa láminas de aguacate deshidratado como topping (adiós, tortilla frita).
– Smoothies que engañan al insta: mezcla su pulpa con cacao y dates para un batido que parece postre de restaurante con estrella Michelin.
– La salsa secreta: aguacate + yogur griego + ajo = el dip que hará llorar de emoción a tus nachos (y a tu nutricionista).
Aguacate: el espía que sabía demasiado (sobre vitaminas)
Resulta que esta fruta —sí, fruta— tiene más estrategias que un tiburón en una pecera. Su grasa monoinsaturada no solo lubrica las rodillas después del gym, ¡sino que ayuda a absorber nutrientes como si fuera un imán! ¿Combinas espinacas con aguacate? Boom: tu cuerpo aprovecha el hierro como si fuera una oferta del Black Friday. Y si alguien te dice que “engorda”, cuéntale que su fibra te llena más que un maratón de Netflix, evitando que ataques la despensa a las 3 a.m. como zombie hambriento.
¿El aguacate tiene un doctorado en nutrición o qué? (Respuestas que tu nevera agradecerá)
¿De verdad sirve para ganar músculo? Más que las pesas de 1 kg que usas como posavasos. Sus grasas y proteínas vegetales son el combustible ideal para que tus bíceps dejen de parecer espaguetis crudos.
¿Me hará parecer un globo en verano? Solo si te comes tres al día… y hasta entonces, la hinchazón será por la caña que te tomaste, no por el aguacate.
¿Cómo sé si está en su punto? Si al presionarlo suavemente cede como tu autoestima ante un halago, ¡listo! Si está duro como tu ex, déjalo madurar junto a un plátano (el poder del etileno, baby).
¿Y si se pone negro? No es una señal del apocalipsis. Quítale la capa oscura y el resto sigue siendo comestible (o usa papel film para envolverlo y que no se oxide como tus metas de año nuevo).