Foto extraida del video de Youtube
Guía de supervivencia para llamar al teléfono de Sanitas y conseguir cita sin perder la cordura
Paso 1: Entrena tu dedo índice para marcar rápido (y rezar)
Si creías que “llamar a Sanitas” era tan fácil como pedir una pizza, prepárate para el viaje. El primer intento suele ser un juego del escondite telefónico: eliges la opción 3, luego la 1, luego la 2… y ¡sorpresa! Vuelves al menú principal. Pro tip: memoriza las extensiones como si fueran códigos de la Matrix. Si escuchas *“en estos momentos todas nuestras líneas están ocupadas”*, no cuelgues. Repite como mantra: *“La paciencia es madre de la cita con el traumatólogo”*.
La música de espera: tu nuevo ringtone involuntario
Esa tonadilla que suena mientras aguardas no es casualidad. Está diseñada para relajarte, pero a la cuarta repetición te hará cuestionar tu existencia. ¿Cómo evitar que te domine?
- Pon el altavoz y aprovecha para hacer sentadillas (al menos quemas calorías).
- Adivina el género musical: ¿jazz fusión? ¿elevador en modo loop?
- Cuenta cuántas veces dice *“su llamada es importante para nosotros”* (spoiler: más de las que tu terapeuta aconseja).
Cuando al fin responde un humano: no lo dejes escapar
Si logras romper el hielo con un operador, sé más rápido que Usain Bolt. Ten a mano tu DNI, número de póliza y el nombre de tu mascota (por si acaso). Si te dicen *“no hay citas disponibles”*, activa el modo “sí, pero…”: *“¿Y si me apunto en lista de espera?”*, *“¿A qué hora suelen liberar nuevas citas?”*, *“¿Puedo enviarles una cesta de frutas como soborno?”*. Todo vale.
¿Y esto cómo se come? Preguntas que harías si no estuvieras en hold
¿Cuántas veces tengo que llamar para que me atiendan?
Según la ley de Murphy, una más de las que tu dignidad permite. Pero insiste: la sexta es la vencida.
¿Sirve de algo gritar “¡OPERADOR!” como en las pelis?
Solo si quieres que el sistema te transfiera a Medicina Nuclear por error. Mejor pulsa # y reza.
¿Existen citas express o es un mito urbano?
Las hay… si llamas a las 8:00:01 a.m. con los dedos cruzados y un trébol de cuatro hojas.
¿Qué hago si el robot me dice “adiós” sin avisar?
Llora un minuto, respira hondo y vuelve a marcar. La resiliencia es clave.
¿Puedo reclamar sesiones de terapia tras la llamada?
Si tu póliza incluye *“trauma pos telefónico”*, quizás. Pero no suele estar en la letra pequeña.
El teléfono de Sanitas vs. tu paciencia: ¿quién gana la batalla por las citas médicas?
Imagina esto: tu rodilla suena como una bolsa de patatas fritas al subir escaleras, tu tos parece el motor de un tractor viejo y tú ahí, teléfono en mano, enfrentándote al menú automático de Sanitas. La opción 1 es para esto, la 2 para aquello… ¿Y la opción 3.7 bis para que alguien ATIENDA TU LLAMADA ANTES DE QUE LA VIDA TE PASE FACTURA? Spoiler: no existe. Mientras escuchas la musiquita de espera por décima vez, juras que la canción ya tiene derechos de autor y un Grammy en camino.
Cuando el buzón de voz te dice “hola, humano, su llamada es importante para nosotros”
Sabes que has entrado en un universo paralelo donde:
– El tiempo se dilata: esos 10 minutos de espera equivalen a dos capitulos completos de *Friends* (con risas enlatadas incluidas).
– Tu DNI se convierte en código sagrado: si lo deletreas mal, el sistema te escupe como si hubieras insultado a su madre.
– La voz robótica adquiere personalidad: “¿Quiere repetir la operación?”. No, cielo, quiero que me transfieras a un ser de carne, hueso y capacidad para decir “dígame”.
Estrategias para no perder la cabeza (ni la cobertura)
Algunos rebeldes juran que marcar a las 8:00:01 AM aumenta tus posibilidades de victoria. Otros, más místicos, prefieren el método cóctel: llamar, enviar un email y soltar humo de incienso frente a la app. Pero cuidado: si optas por la vía telefónica, asegúrate de tener cargador, merienda y un testamento vital actualizado. ¿Alternativas? Rezar para que el bot de chat no te conteste con un “👋 ¡Holi! Cuéntame tu dolor ✨” mientras tu apéndice planea una huelga general.
¿Y si la paciencia fuera una poción mágica?
El secreto está en aceptar que Sanitas y tú estáis en una relación tóxica. Él promete “citas rápidas”, tú prometes no colgar… y al final, ambos terminais escuchando *Greensleeves* en bucle hasta que alguien claudica. Consejo de experto: si logras hablar con un operador, apunta su nombre, número de placa y constelación zodiacal. Nunca sabes cuándo volverás a cruzarte con otro humano al otro lado de la línea.
¿Ya has perdido la voz gritando “OPERADOR” al teléfono? Resolvemos tus dudas (y tu crisis existencial)
¿Existe un atajo secreto para saltarse el menú?
Dicen que pulsar #, 0 y el símbolo de Spider-Man seguidos funciona… pero en realidad, solo te lleva a otra grabación de “por favor, espere”.
¿Sirve de algo poner “me urge” en cada frase?
El sistema lo traduce automáticamente a “ajustese a la cola virtual, porfi”.
¿Qué hago si mi paciencia se agota antes que la batería?
Prueba a enviar una carta por paloma mensajera. O ve directamente a urgencias. Total, ¿qué son 8 horas de espera comparadas con tu dignidad?.