“pasta con gambas y nata: el plato que te hará olvidar la dieta (y no te arrepentirás)”

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Foto extraida del video de Youtube


Pasta Con Gambas Y Nata

Si hay un plato que sabe a mar y cielo al mismo tiempo, es la pasta con gambas y nata. Imagínate: unos fideos bien al dente, unas gambas que gritan “¡soy fresca!” y una salsa cremosa que te hace querer lamer el plato (no lo hagas, sé civilizado). Este combo es el equivalente culinario a un abrazo de oso, pero sin el riesgo de que te rompan las costillas.

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La clave está en las gambas. Si las compras frescas, ya has ganado la mitad de la batalla. Si no, las congeladas también valen, pero asegúrate de que no parezcan salidas de una película de ciencia ficción. La nata, por su parte, es la reina de la cremosidad. No escatimes en ella, porque aquí el “light” no tiene cabida. Añade un toque de ajo, un poco de perejil y, si te sientes aventurero, un chorrito de vino blanco. El resultado será un plato que te hará decir: “¿Quién necesita un restaurante caro si tengo esto en casa?”.

Y no te olvides de la pasta. Escoge una que atrape bien la salsa, como los espaguetis o los tagliatelle. Si usas macarrones, las gambas se sentirán un poco perdidas en el mar de crema. Cocínala al dente, porque nadie quiere masticar algo que parece goma de mascar. Sirve, espolvorea un poco de queso parmesano (o no, si eres de los que odian el queso en el marisco) y prepárate para recibir aplausos.

¿Preguntas? ¡Aquí las respuestas!

¿Puedo usar langostinos en lugar de gambas?
¡Claro que sí! Los langostinos son como las gambas, pero con más actitud. Solo asegúrate de que estén bien cocidos, porque nadie quiere morder algo crudo.

¿Y si no tengo nata?
Puedes sustituirla por leche evaporada o incluso yogur griego, pero la textura no será la misma. La nata es la estrella aquí, así que mejor no te la saltes.

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¿Es apto para celíacos?
Sí, siempre que uses pasta sin gluten. Las gambas y la nata no tienen drama con nadie, así que puedes disfrutar sin preocupaciones.

Ahora, ve a la cocina y prepárate para conquistar estómagos con esta delicia. ¡Buen provecho!