La caldera es, sin duda, la parte más importante de una instalación de gas natural. De ella dependen todos los demás elementos. De ahí que elegir un buen producto, adecuado además a las necesidades del inmueble en el que se va instalar, sea de vital importancia.
Pero como en todo, hay que buscar un buen asesoramiento. De poco sirve una gran caldera si su potencia es insuficiente, por ejemplo, para calentar una vivienda de dos plantas. A la hora de elegir el modelo más adecuado hay que tener muy encuenta una serie de aspectos si queremos sacar el mejor partido a nuestra instalación de gas natural. Es necesario elegir según los metros cuadrados de la vivienda o el inmueble, pero también según el número de personas que vivan en él e incluso del número de cuartos de baños que haya.
La importancia de una buena caldera
En el mercado hay calderas realmente eficientes que conseguirán alcanzar un gran rendimiento, reduciendo así la factura del gas. Calderas, además, que cada vez tiene precios más ventajosos. Tampoco hay que olvidar las subvenciones que se ofrecen en determinadas circunstancias para cambiar la vieja caldera por una nueva más segura y eficiente.
En general, los nuevos modelos de caldera son mucho más seguros y tienen un mayor rendimiento que los antiguos. Aunque en muchos hogares aún se utilizan calderas atmosféricas, la legislación española ahora mismo solo autoriza la instalación de calderas estancas. Estas calderas realizan la combustión dentro de una caja estanca, sin contacto con el aire del local donde están instaladas. El aire que necesitan para la combustión lo absorben del exterior a través de un conducto y a través de otro diferente evacúan hacia fuera los gases de la combustión, de manera que son mucho más seguras que las antiguas.
Existen dos tipos de calderas estancas:
- Calderas de bajo NOx: Son calderas de carácter estancas con un diseño del sistema de combustión que permite reducir la emisión de NOx (óxidos de nitrógeno). Disminuye de este modo el impacto al medio ambiente con los gases de combustión. Es lo que le diferencia con respecto a una caldera convencional.
- Calderas de condensación: Aprovechan la energía del vapor de agua de los gases de la combustión. Es decir, el calor que otras expulsan a la calle, las calderas de condensación lo retornan y lo aprovechan para dar un rendimiento superior al 100%.
Pero, aunque conozcamos un poco el mundo de las calderas gas natural y aunque nos hayamos informado antes de tomar una decisión, siempre conviene acudir a un profesional que nos pueda asesorar acertadamente.Elegir una caldera no es una cuestión de estética, si nos equivocamos podemos perder dinero, porque la caldera no rendirá de una manera adecuada a nuestra instalación. Pagaremos más en la factura del gas y la caldera puede sufrir averías con más frecuencia.