Cada vez hay más competencia en el sector de la telefonía móvil y el ADSL. Y aunque la mayoría de las tarifas que nos llegan suelen ser oscilar entre 10 y 20 megas, la realidad es que no notamos gran diferencia cuando decidimos aumentar la velocidad de nuestro ADSL. La realidad es que, aunque tengamos contratados 10 megas, sólo recibimos 6 u 8. ¿Es legal por parte de las empresas de darnos menos de lo que nos venden en el contrato? En este post te damos las claves para comprender las razones de una lenta conexión a internet.
Causas variables
No hay una sola causa que merme la eficiencia de una línea de acceso (la diferencia entre la velocidad real y la teórica), sino que esta depende de factores de diversa índole.
En el plano informático, hay que tener en cuenta que son diferentes una red de Internet en bruto y la misma organizada con su protocolo TCP/IP y otros adicionales que se puedan usar, como la Voz sobre IP, que divide la información en paquetes muy pequeños. En ADSL nunca se alcanzará la velocidad teórica que el operador indica como máxima.
Los protocolos de circulación, junto a los de acceso (que definen a cada router y le dan capacidad para «comprender lo que circula» y enviarlo a su destino), suponen una disminución de entre el 11% y el 20% de la eficiencia, que puede aumentar hasta un 30% cuando se está utilizando algún programa para hablar por Internet, como Skype o similares. Aunque esta última merma es puntual, la primera es permanente e inherente al sistema, por lo que nunca se alcanzará la velocidad teórica que el operador indica como máxima.
A ello hay que añadir otras causas de índole físico, relacionadas con la pérdida de energía propia de los electrones en el cable de cobre. La circulación por el par de cobre (así se conoce al cable telefónico) es muy ineficiente y pierde fuerza a medida que la información ‘avanza' por el tendido.
La lotería del nodo
La potencia inicial se mide como la que muestra la información al salir del nodo. Los nodos son nidos de enrutadores que potencian la señal de red y se encuentran escondidos en las ciudades y las zonas habitadas; la Red, como una tela de araña, es una inmensa asociación de pequeños nodos que se organizan de modo jerárquico.
Así, el nodo más pequeño es el que da servicio de acceso al usuario final, y puede estar a 100 metros de su casa o a varios kilómetros. Es una lotería. Cuanto más cerca se esté de un nodo de telecomunicaciones, mayor eficiencia se tendrá en el acceso y menor será la diferencia entre la velocidad real y la teórica, contando siempre con ese mínimo de entre el 10 y el 20% que absorben los protocolos.
En realidad, el desfase nunca se queda en el 10% y, en las condiciones más óptimas, puede llegar al 20% si se está cerca del nodo. Aunque las tecnologías de acceso cada vez van más enfocadas a la mejora de la eficiencia, la velocidad siempre es inestable y tiene altos y bajos, de modo que a veces se puede estar muy cerca de la velocidad teórica y otras veces muy lejos.
Mínimos legales
Por ley se obliga a los proveedores de acceso a garantizar como mínimo el 80% de la velocidad teórica prometida, pero un estudio de la página ADSLzone sobre el acceso en 2012, mediante su servicio para medir la velocidad real en los ordenadores, demuestra que la media de provisión está sobre el 52% y, en algunos casos, es incluso inferior. Es decir, la mayoría de los proveedores de acceso no cumplen la ley. Sin embargo, el informe destaca que la eficiencia aumenta año a año.
La última solución, si independientemente del proveedor que utilicemos no nos convencen sus oferta ni la calidad del servicio, la fibra óptica suele ser la mejor opción. No todos los proveedores de conexiones ADSL pueden ofrecer este servicio (Ono, Jazztel). La fibra óptica es una de las pocas conexiones con las que sí recibiremos la cantidad de MBs prometidos por la empresa en el contrato y puede aumentar mucho la velocidad de bajada. Aunque como hemos dicho, no existen muchos proveedores de fibra óptica, cada vez es mayor el número de clientes que opta por este servicio ya que se vuelve cada vez más asequible.