Nos gustan los metales preciosos. A todos. Especialmente a los interesados en inversiones. Pero imaginemos a alguien que tenga unas finanzas personales verdaderamente caóticas y descontroladas. Que su última decisión de inversión fue aquella vez que cuando fue a hacer la compra, pidió bolsa reutilizable. Esa persona también valora el oro, la plata, el platino…
Todos hemos visto personas de dudosa capacidad financiera con joyas de oro y plata, incluso algún que otro diamante para ocasiones especiales. Por otra parte, a nosotros nos interesarán por sus cualidades a la hora de la inversión.
¿Sabemos qué es un metal precioso? ¿Qué diferencia al cobre del oro?
Todos entendemos más o menos qué es un metal. Pero, ¿qué es lo que lo hace precioso? ¿Su alto precio? ¿Su utilidad? ¿Su brillo? ¿Su color?.
Bien, la primera característica de un metal precioso es su escasez. Por simple teoría económica, la escasez de un bien tiende a elevar su precio.
Pero, ¿qué hace que la plata sea un metal precioso, y no el indio, por ejemplo?
En primer lugar, se debe a que los metales preciosos son considerados como tales por su aplicación en joyería. Por otro lado, es una clasificación más tradicional que exhaustiva.
Por esto, se suelen considerar como metales preciosos el oro, la plata, el platino y el paladio. También el Rodio, aunque ya es más raro de ver y no se suele hablar de él.
Estos metales tienen una serie de características importantes para la joyería, como son su brillo, su resistencia al pasar del tiempo y a las inclemencias meteorológicas (apenas reaccionan químicamente), y su ductilidad que los hacen más fáciles de trabajar.
A día de hoy, en joyería se utilizan ampliamente también el acero inoxidable y el titanio. Pero no son metales preciosos. En este caso es fácil eliminarlos por no ser escasos.
La escasez hace que nos atraen para invertir
Deducido esto, tenemos una de sus primera virtudes a la hora de invertir en ellos. La escasez. Esto hace que, por definición, su precio debería comportarse de manera opuesta a la moneda emitida por los bancos centrales. Podemos imprimir dólares o euros, pero no oro.
Esto es muy fácil de entender, ya que los metales preciosos son escasos y difíciles de extraer, lo que hace que la oferta sea limitada.
En el caso de pensar en sus usos, ya es más complejo, ya que cada metal precioso tiene los suyos:
- El platino y paladio se utilizan mayoritariamente para fabricar catalizadores, especialmente en vehículos de motor.
- El rodio destaca por su gran capacidad reflectiva y su alto punto de fusión, lo que lo hace útil para resistencias eléctricas que deben alcanzar temperaturas muy altas.
- La plata es antibacteriana y se usa generalmente en equipamiento médico, así como en aplicaciones eléctricas, o en joyería.
- El oro es utilizado en contactos eléctricos, sin embargo su mayor uso es en joyería y como activo monetario.
Unido a su escasez, esto hace que hayamos visto aumentar sus precios a lo largo de los años, lo que ha atraído a un montón de inversores.