Foto extraida del video de Youtube
Disfraz hippie casero: cómo ser un hippie de pacotilla sin gastar un céntimo (o casi)
La base: ropa que parece sacada de un festival de 1969 (pero es tu armario)
¿Tienes unos jeans viejos? ¡Bingo! Lávalos una vez cada luna llena para darles ese *look* “no uso jabón desde Woodstock”. Combínalos con una camisa holgada de tu abuelo (sí, esa con manchas de café que juras son “tie-dye natural”). Si hace frío, arrópalate con una manta de sofá a modo de poncho. Pro tip: cuantos más flecos, más auténtico. ¿No tienes flecos? Corta tiras de una camiseta vieja y cuélgalas como si fueran restos de tu última aventura espiritual.
Accesorios: el arte de fingir que meditaste en Goa
Un hippie sin bisutería es como un perro sin pulgas: incompleto. Saquea tus cajones:
- Un pañuelo de tía Manoli → cintillo “flower power”.
- Collares de plástico de cumpleaños infantil → amuletos de la “energía cósmica”.
- Gafas de sol rotas → lentes “psicodélicos” (diles que la rayadura es un mensaje de John Lennon).
¿Quieres un detalle *extra*? Píntate un tatuaje falso con rotulador: una paz, un sol o un “Carpe Diem” mal escrito. Si alguien te pregunta, di que es un símbolo ancestral que descubriste en un viaje astral (mientras comías galletas de la suerte).
Pelo y actitud: el peinado que grita “soy vegano… a veces”
El cabello hippie debe lucir como si los peines fueran un invento capitalista. Tres opciones:
1. Rastas express: enreda tu melena con cera de velas (sí, las de los cumpleaños aburridos).
2. Cabeza de pájaro: mézclate flores silvestres o hojas del parque. Si te pica, es “conexión con la tierra”.
3. Cinta en la frente: usa una media rota a modo diadema. Bonus: huele a detergente, pero di que es incienso de sándalo.
¿Preguntas hippies? Aquí tus respuestas flower power
¿Y si quiero parecer hippie de verdad pero solo tengo ropa de Zara?
Desgarra los puños de esa camisa básica, mancha los jeans con pintura de acuarela y di que es “arte urbano”. La clave está en mirar con desdén los relojes.
¿No tengo pañuelos para el pelo?
Usa una funda de almohada. Sí, en serio. Córtala en tiras, átatela como una venda tribal y repite: “Es vintage de los 70”.
¿Y si mi familia me llama “hippie cutre”?
Abraza el insulto. Grita “¡Lo orgánico no tiene precio!” mientras te balanceas en una hamaca hecha con cortinas viejas.
Accesorios hippies caseros: cuando el desastre de tu armario se convierte en arte psicodélico
¿Tu armario parece el resultado de una pelea entre una tienda de segunda mano y un unicornio con resaca? ¡Perfecto! Esa camiseta manchada de salsa picante, esos pantalones rotos que juraste donar en 2018 y ese chaleco que ni tu perro usaría son materia prima para crear accesorios hippies que harían llorar de emoción a Janis Joplin. La clave está en abrazar el caos: corta, cose, pinta y pega como si el festival de Woodstock dependiera de tu creatividad. ¿El resultado? Bolsos con flecos hechos de jeans viejos, pulseras de tela reciclada que brillan más que tu ex en Instagram, y cinturones con cuentas que desafían las leyes de la gravedad (y del buen gusto).
De la basura a la boutique (o al menos a tu próxima fiesta en el parque)
¿Sabías que un viejo estampado floral puede convertirse en un collar que grita “soy la encarnación de Jimi Hendrix en una camiseta”? Solo necesitas:
– Tijeras (las de la cocina valen, nadie juzga aquí).
– Pegamento no tóxico (por si te lo comes sin querer).
– Restos de tela, botones, o incluso esos pendientes que perdiste en 2019.
¿El truco? Mezclar texturas como si fueras un DJ de manualidades: lana con lentejuelas, crochet con metal oxidado, y si añades una pluma de pájaro que encontraste en el balcón, mejor. Eso sí, si alguien te pregunta “¿es nuevo?”, responde con un misterioso “es vintage de mi propia alma”.
El look “soy espiritual, pero no sé dónde dejé las llaves”
Si tus pulseras suenan más que tu cuenta bancaria, vas por buen camino. Los accesorios hippies caseros no se llevan, se experimentan: prueba a teñir una bufanda con té y remolacha para lograr un rosa que dure exactamente dos lavados (el zen es efímero, amigo). ¿Otro nivel? Convertir esos calcetines desparejados en fundas para gafas de sol. Sí, has leído bien: si la moda es cíclica, ¿por qué no llevar calcetines en la cara? Eso sí, si tu abuela te dice “pareces un espantapájaros mágico”, agradécele el cumplido.
¿Preguntas hippies que no sabías que tenías (y ahora necesitas responder)?
¿Puedo usar ropa interior vieja para hacer accesorios?
Si te atreves, claro. Un tanga convertido en diadema podría ser el statement definitivo. Eso o que te arresten por exhibicionismo.
¿Cómo evitar que mi gato destruya mi collar de macarrones pintados?
Rocíalo con aceite de lavanda (al collar, no al gato). Si falla, acepta que tu minino es un crítico de arte sin filtros.
¿Qué hago si mi creación parece hecha por un mono en una fábrica de pegamento?
¡Felicidades! Has captado la esencia hippie: el arte imperfecto es arte con personalidad. Véndelo en Etsy como “pieza única influenciada por el caos cósmico”.