Un grupo de científicos españoles y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) quieren darle otras funciones a las golosinas. Que los chicles y las chuches, en general, no sean solamente sinónimos de caries y de azúcar. Éstos científicos crearon unas golosinas con más propiedades que las golosinas que conocemos tradicionalmente, algunas contienen propiedades potenciales para aumentar la flora intestinal. En este post te hablamos de estas nuevas golosinas, funcionales y saludables.
¿Mucho más que un chicle?
Precisamente son este tipo de golosinas las que han pasado de ser atractivas, por sus sabores, colores y presentaciones, a ofrecer supuestas o ciertas ventajas en el campo de salud. Los chicles, de menta o fresa, de larga duración o distinta intensidad de sabor, tienen otras funciones como «blanquear los dientes», «prevenir la caída de los dientes» y «combatir el mal aliento». Y aún pretenden ir más allá porque en el mercado ya se comercializan los chicles energéticos, supuestamente adelgazantes, que cuidan la piel y descongestionan las vías respiratorias.
El guaraná, el mentol y el té verde son algunos de sus nuevos componentes. El guaraná es una planta de la que se usan las semillas y que contiene más taninos y cafeína que el propio café, lo que le confiere propiedades excitantes del sistema nervioso central. Parece ser que aumenta la capacidad física y el gasto energético, pero no hay estudios suficientes que hayan demostrado su efecto en humanos. Así que por el momento, es más cuestión de marketing que de evidencia científica.
En cuanto al té verde, es una de las plantas medicinales más utilizadas en los complementos alimenticios diseñados como coadyuvantes del adelgazamiento. Pero aún falta mucha investigación para que se puedan determinar las dosis y el tiempo de consumo para que sea considerado como eficaz para el fin que se publicita. Tanto el guaraná como el té verde tienen contraindicaciones en su consumo y, además, se han descrito efectos adversos tanto de estos complementos como de los edulcorantes que se utilizan para dar sabor dulce a los chicles y caramelos sin azúcar.
La última novedad es la fortificación en sales metálicas para combatir la halitosis. Las sales de cinc y de cobre se añaden a la composición química de la golosina. Se ha observado la actividad antibacteriana de estas sales, que se muestran eficaces contra las bacterias de la lengua que producen los compuestos sulfurados responsables del mal aliento. No obstante, el mecanismo de acción de estas sustancias no se conoce completamente debido al vacío legal que rodea a estos dulces situados en la línea entre golosinas y medicinas. Por el momento, no se han definido las dosis recomendadas ni la duración del tratamiento, ni los efectos secundarios o contraindicaciones que puedan tener, por lo que conviene tomarlos con la precaución que merece.
Según estudios de mercado, los adultos y las personas mayores se centran cada vez más en consumir dulces y golosinas que sean «útiles» para ellos. La reducción de las cantidades de azúcar en estas golosinas ha supuesto un incremento de las ventas en un nuevo mercado que anteriormente estaba mayormente dirigido a niños y jóvenes. Por lo tanto, las empresas se están centrando cada vez más en crear golosinas que puedan ser doblemente beneficiosas para un nuevo mercado: reduciendo la cantidad de calorías y grasas y aumentando su funcionalidad.