Salud y Belleza

¿Cómo operan las clínicas especializadas en podologías?

Algunas clínicas están especialmente dedicadas a la podología, y por consecuente se ocupan de los problemas y tratamientos para las dolencias del pie.

Hoy en día pueden incluso, con una mínima incisión del pie, tratar varios problemas que padecen los pies de parte de la población. Algunas están dotadas de los últimos avances tecnológicos en aparatología para desarrollar con éxito la cirugía de mínima incisión o percutánea del pie, la cual permite corregir deformidades del pie como juanetes (Hallux Valgus), deformidades en los dedos (garra o martillo), espolón calcáneo y uñas encarnadas entre otros procedimientos, con excelentes resultados a largo plazo.
En estos centros se suele proceder a un examen del grado de deformidad basándose en estudios por imagen, edad y nivel de actividad física del paciente, entre otros. Todo ello para ofrecer una solución óptima y personalizada para cada uno.
En el momento en que se observe la aparición de juanetes, es importante acudir al especialista del pie. Recuerde que una vez que se produce el juanete o los dedos en garra o martillo, el único tratamiento para eliminar el dolor y la deformidad del pie, es el quirúrgico. Sin tratamiento, esta deformidad sin duda progresará y ocasionará molestias mayores.
Si el problema no es quirúrgico, sino que sufre dolores de pues tobillos, rodilla o espalda, en estas clínicas, se suele realizar un estudio biomecánico computerizado o tradicional del pie (según el equipamiento y presupuesto de cada clínica), así como una exploración personalizada de la marcha para evaluar con precisión su problema y solucionarlo de la forma más eficiente.
Las ventajas de esas modernas técnicas es que los pacientes salen del quirófano andando por su propio pie y sin ningún tipo de ayuda. La cirugía se realiza bajo anestesia local, por lo que minimiza las complicaciones derivadas de la anestesia general. El paciente tras la cirugía puede continuar con su actividad diaria de forma moderada. Con la incisión milimétrica realizada para practicar la cirugía, se consigue una recuperación más rápida, cómoda y sin apenas dolores postoperatorios porque respeta las articulaciones y los tejidos blandos. No requiere la fijación con cuerpos extraños como tornillos y agujas que otras técnicas requieren. Hay un menor riesgo de infecciones y una mejor cicatrización de los tejidos.