Foto extraida del video de Youtube
Mastinell cava & boutique hotel: ¿el lugar donde el champán fluye por las venas? 🍾
Un hotel que tiene más burbujas que una fiesta de graduación
Imagina despertarte en una habitación donde el olor a cava fresco compite con el café de la mañana. Mastinell no es un hotel cualquiera: es como si alguien hubiera inyectado champán directamente en sus cimientos. Entre viñedos que parecen pintados por un artista borracho de inspiración, este sitio te hace cuestionar si estás en una suite de lujo o dentro de una botella gigante de brut nature. ¿Lo mejor? La bañera con forma de copa de cava (sí, en serio) donde puedes remojarte mientras planeas cómo explicarle a tu hígado que hoy toca brindar… otra vez.
¿Qué hacer aquí? Más bien, ¿qué *no* hacer?
Si creías que un hotel boutique con cava se limita a servirte una copa con galletitas, te equivocaste como un corcho en un terremoto. Aquí las experiencias incluyen:
- Tour por bodegas subterráneas donde el cava fluye más que los chismes en una peluquería.
- Cata de cavas que te enseñan más sobre burbujas que un curso de física avanzada.
- Cenas maridadas donde el vino espumoso es el protagonista y el filete… un actor de reparto con sueldo mínimo.
Y por si fuera poco, hasta el sommelier parece tener un doctorado en hacerte sentir inculto (pero con clase, eso sí).
Dormir entre burbujas (y no, no es un eufemismo)
Las habitaciones en Mastinell son tan chic que hasta el aire huele a «uy, esto cuesta más que mi coche». Camas king size, vistas a los viñedos y detalles como botellas de cava de bienvenida que gritan: «bebe, duerme, repite». ¿El colmo? La piscina exterior tiene un color tan parecido al cava rosado que da miedo caerse dentro… no vaya a ser que un enólogo te rescate con una copa en la mano.
¿Te pica la curiosidad? Aquí las burbujas responden 🥂
¿Puedo nadar en una piscina de cava?
Ojalá, pero las leyes de la física (y la higiene) lo prohíben. Eso sí, la piscina normal tiene un color que hará que tus fotos de Instagram parezcan… *espumosas*.
¿Hay código de vestimenta?
Solo una regla: si no llevas una sonrisa después de la tercera copa, el equipo de Mastinell se reserva el derecho a recitarte poemas sobre uvas hasta que te rías. Pro tip: pantalones elásticos para las cenas.
¿Y si no me gusta el cava?
Técnicamente, es como ir a Hawái y odiar el sol. Pero tranquilo: tienen zumo de uva para los conductores designados y habitaciones tan cómodas que hasta te olvidarás de que existe el alcohol (mentira, el cava está hasta en el gel de baño).
¿Aún tienes dudas? Mejor reserva y deja que las burbujas te convenzan… ¡que aquí el champán no es una bebida, es un estilo de vida! 🍷✨
Mastinell cava & boutique hotel: ¿vacaciones con burbujas o siesta en una bodega? 🛌💤
Dormir entre barricas (y no por resaca)
¿Te imaginas despertar rodeado de botellas de cava en vez de la típica mesilla de hotel con un reloj despertador que grita? En Mastinell no solo te ofrecen una cama, sino un *máster* en el arte de mezclar lujo y burbujas. Las habitaciones tienen vistas a viñedos, techos altísimos y decoración que grita *«aquí el vino es el jefe»*. Eso sí, si te da sed a medianoche, olvídate del minibar con aguas sospechosamente caras: aquí el *room service* podría incluir una copa de brut nature… ¡y nadie te juzgará si pides dos!
¿Tour enológico o siesta estratosférica?
El dilema es real: ¿aprovechas para hacer el tour de cava (con catas incluidas, claro) o te tiras como lagarto al sol en la piscina con cóctel en mano? Mastinell lo sabe y por eso ofrece ambas opciones *con derecho a repetir*. Si eliges la ruta activa, prepárate para:
- Descubrir cómo se hace el cava… ¡y terminar con más espuma que una bañera de burbujas!
- Probar tantas variedades que luego confundas el rosado con el blanc de blancs (tranquilo, todos lo hemos hecho).
- Aprender a descorchar una botella sin que salga disparada como cohete.
Si optas por el plan *«sofá + manta»*, el hotel tiene rincones tan cómodos que hasta las uvas envidiarían tu relax.
SPA con burbujas (pero para la piel, no para tragar)
Porque no todo es beber, Mastinell también piensa en tu hígado. Su spa ofrece masajes con aceites de uva y baños en tinas que parecen gigantescas copas de champagne. ¿El resultado? Sales más relajado que una botella después de soltar el tapón, pero sin la resaca del día siguiente. Eso sí, si te pasas con los tratamientos, puede que huelas a bodega… pero ¿acaso hay mejor perfume?
¿Y si tengo dudas? ¡Aquí las resolvemos! 🍾❓
¿Puedo dormir dentro de una barrica?
Técnicamente no, pero las habitaciones tienen detalles de madera de roble que te harán sentir como un vino añejo. Eso sí, si roncas, igual maduras más rápido.
¿Hay que vestir elegante para las catas?
Solo si consideras que una camiseta con un dibujo de *«Keep calm and drink cava»* es formal. En serio, aquí el único traje obligatorio es el de baño… y solo si te caes a la piscina.
¿Se permite bailar después de la tercera copa?
El hotel no lo prohíbe, pero las uvas son testigos silenciosas. Eso sí, si te lanzas a zapatear entre los viñedos, asegúrate de no confundir las cepas con una pista de baile.