Foto extraida del video de Youtube
¿Por qué en el restaurante Sabina Los Remedios sirven raciones de hada madrina? 🧚♂️ (spoiler: ¡te robarás el pan!)
Porque aquí la magia se come (literal)
Resulta que en Sabina Los Remedios contrataron a una hada madrina como chef ejecutiva. No es broma. ¿Cómo si no explicas que un plato de berenjenas con miel desaparezca en 0.3 segundos? 🍆✨ Las raciones son tan hechiceras que, entre el primer bocado y el segundo, alguien te susurra al oído: “¿Quieres repetir… o prefieres que te convierta en calabaza?”. Eso sí, el pan de la mesa desaparece como por arte de magia. Spoiler alert: el hada madrina no tiene la culpa, ¡eres tú devorándolo como si no hubiera mañana!
El menú secreto: hechizos culinarios y carbohidratos robados
Aquí no hay lentejas aburridas, sino lentejas encantadas que te hipnotizan para que pidas otra ración. Y si pides el risotto de setas, prepárate: está diseñado para que hasta el comensal más “light” se rinda ante su cremosidad. ¿Y el pan? Robado. Literal. Los camareros son cómplices de este crimen gastronómico: te lo sirven calentito, con un chorreón de aceite que te hace soltar un “¡Madre mía, esto es pecado!”, y cuando vuelves la cabeza… ¡plaf! Desaparece. ¿Estrategia para que pidas más? 100% probado por hadas.
El truco final: ambiente embrujado (de bueno)
El local está decorado con varitas de incienso, velas que nunca se apagan y espejos que reflejan tu cara de felicidad al probar el salmorejo. Hasta los camareros llevan camisas brillantes, por si necesitan volar en modo emergencia. Pero el pan… ah, el pan. Si logras protegerlo de tus propias manos (y de las del hada), mereces una medalla. O mejor: una cesta gratis. Porque aquí hasta las migajas tienen alma de estrella Michelin.
🔥 Preguntas que arden más que el ajoblanco del chef
¿Por qué el pan es la víctima principal?
Simple: está demasiado bueno. La masa madre la preparan con cantos gregorianos y levadura de otro planeta. No resistirás.
¿Las hadas madrinas existen de verdad?
Pregúntale al señor que pidió tres raciones de tortilla y salió tarareando el tema de Campanilla.
¿Hay modo de no caer en la tentación?
Sí. Ve sin hambre. Pero, ¿quién hace eso? Mejor entrégate al hechizo y pide otra jarra de sangría. 🧙♀️
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Nota anti-magia: No nos hacemos responsables de los intentos de robar la receta del pan. Las hadas vigilan.
Restaurante sabina los remedios: donde el «sin sal» es una experiencia gourmet (y otras mentiras que nos creímos) 🧂🤥
Cuando el menú te toma por tonto (y tu paladar clama al cielo)
Entras al Sabina Los Remedios pensando que tu insípida dieta sin sodio se convertirá en poesía culinaria. ¡Error! Aquí el “sin sal” no es una opción saludable, es un experimento social para ver cuánto aguantas sin suplicar por un salero. El plato estrella: “Bacalao desalado hasta el éxtasis”, que sabe a nostalgia de mar… si el mar fuera un charco de lluvia. Lo sirven con un discurso sobre «sabores auténticos», mientras tu lengua busca refugio en el pan (que, sorpresa, ¡tiene más sal que el Mar Muerto!).
Mentiras que venden mejor que la comida
La carta es una colección de frases que harían sonrojar a un político:
- “Verduras de la huerta local” (traducción: zanahorias que viajaron más que Marco Polo).
- “Técnicas ancestrales” (hervir agua sin quemarla cuenta, ¿no?).
- “Postres que desafían la gravedad” (el flan pesa menos que tu autoestima después de pagar la cuenta).
Y ni hablemos del “ambiente íntimo”: es íntimo porque las mesas están tan juntas que terminas compartiendo cubiertos con el de al lado.
¿Gourmet o trauma gastronómico?
El climax llega con el “Café de autor en armonía con tu ser”. Armonía, sí, si tu ser disfruta de una infusión que sabe a calcetín tibio con notas de desilusión. Eso sí, el personal sonríe como si vendieran oro líquido… y cobran como si lo fuera. Pro tip: si pides agua, asegúrate de especificar “con moléculas de H2O reales”. Por experiencia.
¿En serio alguien se cree esto? (preguntas incómodas que todos pensamos)
¿De verdad existe un chef tras el “sin sal” o es un vengativo exmarine?
La leyenda dice que el chef perdió una apuesta y ahora se dedica a castigar papilas gustativas. Investigación en curso.
¿Por qué el pan es la única cosa con sal?
Sospechamos que es un intento de equilibrar el karma. O de que no llores en la mesa.
¿Alguien ha pedido un salt Bae aquí?
Sí. Lo echaron. Dicen que el espectáculo de salpicar sal “arruina la filosofía del lugar”. Filosofía = excusa para no tener saleros.
¿Se puede sobrevivir sin sazonar con lágrimas?
Depende. ¿Tus lágrimas son bajas en sodio? Pregunta de seguimiento: ¿ya tienes reserva para terapia?
¿El “sin sal” incluye también la falta de gracia?
No confirmado, pero el silencio incómodo al hacer la pregunta sugiere que sí. Bonus: si pides la receta del bacalao, te regalan una bolsita de aire… digo, “esencia de mar”.