Bebé

Tres maneras de saber si las heces de los bebés son normales

Algunos signos como la consistencia, el color y la frecuencia de las deposiciones de los bebés son las características para interpretar las heces de los niños. Una caquita demasiado liquida, de un color extraño o demasiado frecuente puede preocupar a los padres primerizos pero, en ciertas ocasiones, puede llegar a ser de lo más normal. Gracias a los pañales, se puede controlar la salud de los niños.

1. La caquita del bebé: consistencia

Por lo general, las heces del bebé tienen una consistencia blanda y grumosa durante el periodo de lactancia materna, y más pastosa, si se alimentan de leche artificial. Las deposiciones, además, adquieren una consistencia más firme a medida que se introduce la alimentación complementaria. Pero no siempre es así.

  • Heces líquidas. Las cacas líquidas o acuosas no son en principio una señal de alarma; de hecho son muy frecuentes en los lactantes. Para que se pueda hablar de diarrea en el bebé, es necesario que el niño haga deposiciones muchas veces, mucha cantidad y muy líquida.
  • Heces sólidas. Los pequeños alimentados con leche artificial suelen tener deposiciones más sólidas. Y estas pueden volverse más consistentes cuando el biberón se prepara con las proporciones equivocadas y contiene más leche en polvo de la que corresponde.

Si las heces se vuelven muy secas y duras y al niño le resulta muy difícil la expulsión, es posible que el bebé sufra estreñimiento, un problema que afecta a cerca del 8% de la población infantil, señala la Asociación Española de Pediatría (AEP).

2. Las caquitas del bebé, ¿cuánto es normal?

La frecuencia de las deposiciones del bebé, es decir, el número de veces que el niño defeca cada día, es variable y dependerá, sobre todo, de la alimentación que reciba.

  • Leche materna. Una deposición por cada toma suele ser la regla habitual en los recién nacidos alimentados con leche materna durante las tres primeras semanas de vida. A medida que su esfínter adquiere más fuerza, es probable que reduzca la frecuencia de las heces a entre una y tres al día, señala la AEP. Aunque también es posible que en algunos periodos el pequeño se limite a una deposición cada dos o tres días.
  • Leche artificial. Los bebés alimentados con leche artificial hacen caca por lo general con menos frecuencia que los pequeños amamantados. Lo normal es una o dos evacuaciones al día.

3. El color del las caquitas del bebé

En cuanto al color de las heces, después de observar las primeras caquitas del recién nacido, es difícil que algún padre se sorprenda. El meconio, con una consistencia y color semejante al alquitrán, son deposiciones normales que se forman en el intestino del pequeño antes de nacer y que se expulsan durante los tres primeros días de vida.

A partir de ahí, el color de las heces estará determinado por el tipo de alimentación:

  • Lactancia materna. Las deposiciones de los bebés amamantados suelen tener por lo general un color amarillento dorado, aunque la tonalidad en esta etapa es variable.
  • Leche artificial. El color de las heces de los niños alimentados con leche de fórmula es de un tono amarillo mostaza, algo más oscura que la de los pequeños que toman leche materna.
  • Alimentación complementaria. Desde el momento en que se introducen los primeros alimentos diferentes a la leche, las deposiciones comienzan a adquirir un tono más oscuro y marrón, similar a las del adulto. Algunos alimentos pueden influir en la coloración de las heces: el brócoli o las espinacas pueden teñirlas de un tono verdoso, mientras que la zanahoria y la calabaza pueden darles un matiz anaranjado.

 

Las heces manchadas de sangre, la heces negras y las heces blancas y duras pueden ser signos detectables que pueden evidenciar un problema en la salud del bebé. Al detectar estos signos, es conveniente que los padres acudan al pediatra. Estos signos pueden deberse a causas menores como el estreñimiento, una infección bacteriana, una alergia a una proteína de la leche de vaca o un problema intestinal. En el caso de las heces blancas y duras, este problema es un poco más preocupante y es conveniente acudir a un especialista lo antes posible para curar algún problema de hígado o vesícula.