Foto extraida del video de Youtube
¿Ya marcaste en el calendario el día de la madre 2025 en españa? (spoiler: ¡no es el mismo que en noruega!)
Madres españolas vs. madres vikingas: la batalla de las fechas
¿Pensabas que el día de la madre era universal como el wifi? ¡Error garrafal! En España, en 2025, lo celebraremos el 4 de mayo (primer domingo del mes), mientras que en Noruega lo harán el 9 de febrero. ¿La razón? Allá les gusta homenajear a sus progenitoras entre bufandas y chocolate caliente, y aquí preferimos esperar a que florezcan los claveles (y a que no llueva, que ya es pedir). Si mezclas las fechas, prepárate para dos escenarios: o tu madre noruega te abronca por llegar tarde con los tulipanes, o tu madre española te recuerda –con esa mirada– que «en febrero solo se celebra San Valentín, y tú no eres su amante».
¿Por qué España no sigue el ejemplo de Ikea y meatballs?
Aquí no nos conformamos con copiar tradiciones nórdicas (ni sus precios de cerveza). El día de la madre en España tiene origen religioso: se vinculaba al mes de María y, aunque ahora sea más laico, mantenemos el primer domingo de mayo por pura cabezonería ibérica. Noruega, en cambio, lo celebra en febrero desde 2012, como un intento de alegrar el invierno con rosquillas y abrazos. Moraleja: si tu madre es de Oslo, apunta el 9/02/2025; si es de Oviedo, el 4/05/2025. Y si es de ambos países… suerte explicando por qué solo le regalas una vez al año la aspiradora de última generación.
Guía rápida para no meter la pata (ni el pastel)
– España: 4 de mayo de 2025. Regalo estrella: claveles, chocolates y una tarjeta que diga «gracias por aguantar mis tonterías».
– Noruega: 9 de febrero de 2025. Regalo estrella: calcetines de lana, velas aromáticas y un curso de supervivencia para no congelarse al salir a comer.
– Error común: confundir fechas y enviar un «¡Feliz día!» en marzo. Tu madre te perdonará, pero el algoritmo de WhatsApp te pondrá en visto eterno.
¿Y si mi madre es mitad troll noruego, mitad duende andaluz?
Pregunta trampa detectada. Si tu madre es una hibridación cultural, celebra ambas fechas. Pro tip: en febrero, dale un masaje con aceite de oliva caliente (españolísimo) y en mayo, invítala a una sauna (muy vikinga). Si protesta, recuérdale que en el DNI no pone «fecha de homenaje negociable». ¿Y si no tienes idea de cuándo cae? ¡Googlea, alma de cantimplora! Pero hazlo ya, que 2025 está a la vuelta de la esquina (junto con la cuesta de enero y los propósitos que abandonarás en febrero).
Bonus track: ¿sabías que…?
– En algunos pueblos de España, si olvidas el día de la madre, te obligan a cantar una sevillana en la plaza del mercado. #TraumaInfantil.
– Noruega tiene un 80% de probabilidad de nevar en su día de la madre. #CuidadoConElHieloYElRemordimiento.
– El 99% de las madres prefieren una llamada a las 8 AM antes que un emoji de corazón a las 11 PM. #DatosCientíficosDeLaAbuela.
Regalos para el día de la madre 2025 en españa que no sean calcetines con forma de aguacate
Cosas que no requieren regar (y tampoco explicar qué coj*** es un NFT)
¿Tu madre sigue traumatizada porque en 2023 le regalaste una planta que murió en dos días? Salvemos su dignidad botánica con un reloj inteligente que mide sus pasos, su ritmo cardíaco y, de paso, le recuerda cuándo apagar el horno. Si prefiere algo más *vintage*, una pulsera personalizada con las iniciales de la familia: para que no se le olvide quiénes somos. Bonus: cero riesgo de que se le pudra en la maceta.
¿Y si es de las que odia la tecnología? Un curso de cerámica donde pueda moldear algo más útil que ese jarrón abstracto que hiciste en primaria. O un kit de degustación de aceites de oliva premium (con pan incluido para evitar que lo use como arma arrojadiza).
Regalos que no caben en un cajón (ni física ni emocionalmente)
Olvida los imanes de nevera con fotos pixeladas. En 2025, lo que triunfa es una sesión de fotos profesional donde ella sea la modelo. Sí, con vestido y todo. Si protesta, dile que es para actualizar el álbum familiar (que sigue en 1997). Otra opción: un viaje en globo aerostático sobre algún pueblo con nombre impronunciable. Atención: si le da vértigo, siempre podéis fingir que el globo se canceló… y terminar en una chocolatería.
Para las madres *low cost*, un libro personalizado donde los protagonistas sean ella y sus amigas luchando contra un ejército de lavadoras revoltosas. Si lo tuyo es el drama, contrata a un actor que imite a su cantante favorito de los 80 para que le cante *»Happy Birthday»* en pleno agosto.
Lo que jamás dirá «esto está en oferta en el chino»
¿Quieres romper el universo? Regálale una lámpara de lava con forma de botella de vino. Nada dice «te quiero» como un adorno que brilla y gira mientras todos preguntan *»¿esto es un juguete sexual o un electrodoméstico?»*. Si busca utilidad, una smart speaker que cuente chistes malos a las 7 a.m. (y que, de paso, le diga el tiempo). Pro tip: programa tu voz para que diga *»sí, mamá, ya saqué la basura»* cada media hora.
Y para las madres gourmet, un kit de cultivo de hierbas aromáticas… pero con etiquetas tipo *»esto es albahaca, no marihuana»*. Por si la visita de la abuela.
¿Y si mi madre ya tiene hasta un peluche que hace café?
¿Qué hago si mi presupuesto es más bajo que mi autoestima?
Un scrapbook con memes impresos de sus frases célebres («esto se queda en casa» / «¿y tú quién eres?»). O una tarjeta regalo para una tarde de pelis… donde tú elijas *solo* comedias románticas de los 90.
¿Puedo combinar regalos para que parezca que me esforcé?
Claro: junta un curso de yoga para principiantes + una camiseta que diga «namasté en casa». Si pregunta, diles que es un *pack experiencia holística*.
¿Algo que no implique salir de casa?
Un pijama de lujo (tipo «María la de Barrio») + una suscripción a un podcast de cotilleos históricos. Porque nada une más que chismes de la realeza del siglo XVI.