Foto extraida del video de Youtube
Catai vs. China: ¿quién ganó el duelo histórico de nombres exóticos?
El round 1: cuando Marco Polo se puso creativo
Imagina a Marco Polo en el siglo XIII, sudando la gota gorda en la Ruta de la Seda, pensando: *“¿Cómo llamo a este lugar? ¿China? Nah, suena a taza de té barata. ¡Catai tiene más gancho!”*. Y así nació el nombre que Europa adoptó como si fuera el último meme de TikTok. Catai era la estrella de los mapas medievales, el *influencer* de las especias y la seda. Pero China, desde su trono, respondió: *“Nosotros ya teníamos nombre, gracias”*. ¿Quién diría que los viajeros italianos serían los primeros *hypebeasts* de la geografía?
El round 2: China contraataca con papeles oficiales
Mientras Europa se obsesionaba con Catai, los chinos se limitaron a sacar pecho y decir: *“Nosotros somos Zhōngguó (中国), el Reino del Centro, pero si quieren inventarse un apodo, allá ustedes”*. El nombre China, por cierto, viene del sánscrito *Cīna* (probablemente por la dinastía Qin), y cuando los portugueses lo escucharon, lo adoptaron como si fuera un *spoiler* de Juego de Tronos. Catai quedó como ese amigo que solo usas en reuniones de *fanáticos de la historia*, mientras China se colaba en todos los tratados y documentos serios. ¿El resultado? Un KO técnico por aburrimiento administrativo.
El round 3: Google Trends de la Edad Media
Si existieran los memes en el siglo XVI, Catai habría sido un *hashtag* trending topic tipo #RetoDelCubeteo, pero China era el perfil verificado con millones de seguidores. Los cartógrafos, medio confundidos, ponían ambos nombres en los mapas, como si estuvieran etiquetando a un ex en una foto con su nueva pareja. Hoy, Catai sobrevive en el vino (¡salud!), en libros de coleccionistas y en ese tío que corrige a todos en las cenas familiares. China, en cambio, domina desde sopas instantáneas hasta cohetes espaciales. ¿Ganador? El que vende más arroz.
¿Tienes más dudas que Marco Polo en un mapa sin Catai?
¿Por qué los europeos no usaron directamente “Zhōngguó”?
Por la misma razón que no pedimos sushi en latín: les sonaba a chino mandarín (nunca mejor dicho).
¿Hay algún país que aún use “Catai”?
Sí, pero solo en vinos, restaurantes de lujo y tu tía la que “viaja mucho espiritualmente”.
¿China sabe que existió esta pelea de nombres?
Seguro. Lo tienen archivado junto al meme de la dinastía Qin diciendo: *“Hold my Great Wall”*.
¿Y si Catai hubiera ganado?
Hoy tendríamos *Catai Town* en cada ciudad, y los *influencers* harían fotos en la Gran Muralla Catai con filtros de dragón.
¿Algún otro nombre raro para China?
Los persas le decían *Chīn*, los griegos *Seres*… pero ninguno le gana a Catai en *misterio viajero del siglo XIII*.
Catai: ¿realidad o el invento más épico de Marco Polo después de los fideos?
¿Marco Polo descubrió Catai o simplemente se le zumbó el coco después de demasiado sol en la Ruta de la Seda? **El tipo llegó a Europa contando que en Asia había ciudades de oro, unicornios (que luego resultaron ser rinocerontes) y ¡hasta piedras que ardían sin consumirse!** O sea, o el hombre tenía una imaginación digna de Netflix, o los hongos alucinógenos eran el *snack* de moda en el siglo XIII. Lo de los fideos ya fue el remate: ¿en serio nadie en Italia conocía la pasta antes de él? ¡Hasta un espagueti se ofendería!
La duda está servida: ¿existió Catai o fue el primer *fake* viral de la historia? Los estudiosos se parten la cabeza entre mapas antiguos y textos chinos, mientras nosotros nos preguntamos si Marco Polo no sería el primo lejano de esos amigos que juran haber visto un ovni… pero sin pruebas. Eso sí, el nombre “Catai” (o Cathay) quedó tan pegadizo que hasta los europeos lo usaron para referirse a China. ¿Marketing medieval? Si hasta Colón se lanzó a buscar las Indias pensando que Catai estaba por ahí, y terminó en las Bahamas. ¡Gracias, Marco, por el despiste continental!
¿Y los fideos? Ah, el plot twist jugoso
Resulta que los italianos no le perdonan a Marco Polo el haberse atribuido la invención de los fideos, cuando en China ya los comían desde el 2000 a.C. Imagina la escena: “¡Oye, Marco, esto es un *spaghetti*! ¿En qué siglo vives?”. Eso sí, el veneciano se llevó el crédito como un *influencer* cualquiera que sube un TikTok de un plato que no cocinó. ¿Conclusión? Si Catai fue real, quizás Marco solo le puso un nombre molón. Si fue invento, ¡que le quiten el título de “explorador” y le den uno de “autor de fantasía épica”!
¿Marco Polo tenía GPS o solo era un cuentista con suerte?
¿De verdad alguien cree que Marco Polo recorrió 24.000 km sin Google Maps?
Hombre, con la de historias que contó, es posible que tuviera un sentido de la orientación… o un buen lote de cuentos para disimular cuando se perdía. “Sí, claro, ese lago está lleno de diamantes… *procede a esconder una piedra del camino*”.
¿Por qué nadie en Venecia lo desmintió?
Fácil: en el siglo XIII, ¿quién iba a fact-checkear a un tipo que llegaba con seda, especias y un relato sobre dragones? Además, ¿tú le llevas la contraria a alguien que ha vuelto de un viaje de 24 años? ¡Le hubieran puesto de patitas en la ruta otra vez!
¿Y si Catai era en realidad un *food truck* de fideos?
No nos extrañaría. Marco Polo vio un puestecillo callejero, se pirró por los tallarines, y montó una saga digna de Juego de Tronos. Eso explicaría por qué su libro *Il Milione* suena a veces como el menú de un restaurante chino: “Sopa de jade, nidos de golondrina y… ¡oh, sí! Unos fideos *extra spicy*”.
Bonus track: Si buscas “Catai” en Google Maps, te sale un restaurante en Toledo. Coincidencia… o prueba definitiva de que Marco Polo era un foodie. 🥢