Foto extraida del video de Youtube
Alexander y el viaje terrible, horrible, espantoso, horroroso: ¿Por qué su travesía fue peor que tu peor pesadilla? 🌪️💥
¿Imaginas un día donde TODO sale mal? Alexander no lo imaginó… ¡lo VIVIÓ! Empezó con un chicle pegado en el pelo antes de subir al auto, siguió con una tormenta de granizo del tamaño de pelotas de tenis (¡que por cierto, aplastaron el techo solar!) y culminó con un ataque de serpientes escapadas de un circo cercano. No, no es un guion de Netflix, es lo que ocurrió cuando Alexander decidió “dar un paseíto” al supermercado. Si crees que perder las llaves es drama, espera a ver cómo este tipo lidió con un GPS poseso que lo dirigió a un pantano infestado de mosquitos mutantes.
Cuando el universo conspira: la ciencia tras el día más absurdo
Aquí la física se volvió enemiga pública: cada acción de Alexander generó una reacción *diez veces peor*. ¿Abrió una ventana? Un tornado en miniatura se robó sus papas fritas. ¿Intentó pedir ayuda? Su celular se autoborró mientras un loro borracho le gritaba insultos en alemán. No hubo un solo segundo de tregua: hasta los semáforos se pusieron en su contra, cambiando a rojo solo cuando él se acercaba. ¿Causa? Según teóricos, Alexander rompió sin querer el récord de «mala suerte acumulada en 24 horas».
Detalles que hicieron del viaje una épica tragicómica
– Medios de transporte fallidos: Bicicleta pinchada por erizos, patineta eléctrica que explotó al ver un charco, y un Uber manejado por un tipo que creía que la Tierra es plana (spoiler: se perdieron en un estacionamiento).
– Fauna hostil: Además de las serpientes, Alexander fue perseguido por una bandada de gaviotas que confundieron su sandwich con un rehén.
– Clima apocalíptico: Niebla espesa, lluvia ácida (ligera, pero suficiente para arruinar su camisa favorita) y un arcoíris que, en vez de oro, escondía un nido de avispas.
¿Quieres más desastres? Preguntas que seguramente Alexander NO quiere responder 😅
¿Hubo dinosaurios involucrados?
Por suerte no, pero un ajolote gigante (sí, de esos que parecen Pokémon) apareció en el parabrisas y le hizo muecas durante media hora.
¿Al menos sobrevivió el sandwich?
Las gaviotas se lo llevaron, pero lo dejaron caer en una fuente de agua… donde un dragón de Komodo decidió usarlo como flotador. RIP, sándwich de jamón.
¿Algún consejo para evitar un día así?
Si ves un unicornio cojeando o escuchas música de banjo en medio de la nada, corre. No, en serio, corre aunque te veas ridículo. Alexander ahora medita dos horas antes de salir a comprar leche.
Ahora, si algún día crees que tu vida es un caos, recuerda: Alexander ya ocupó el puesto de «peor día en la historia de la humanidad», así que tú solo relájate… y revisa que no haya loros cerca. 🦜💥
Cómo evitar que tu viaje se convierta en un «Alexander y el viaje terrible, horrible, espantoso, horroroso»: consejos para no arruinar tus vacaciones 🧳🔍
Planificar no es para cobardices: el arte de no llevarte la almohada del avión
Imagina esto: llegas a Cancún y, en lugar de tu traje de baño, trajiste tres pares de calcetines con agujeros. ¡Felicidades, eres Alexander! Para evitar que tu viaje sea una tragicomedia, haz una lista de lo imprescindible (y revísala dos veces, como Santa Claus). ¿Qué incluir?
– Documentos: pasaporte, visa, y una foto tamaño carné de tu perro por si extrañas su cara.
– Ropa versátil: un suéter que sirva para el Ártico y el Sahara, por si el clima se vuelve bipolar.
– Botiquín: curitas, pastillas para el mareo y un amuleto anti-maldiciones (por si acaso).
Y no, no confíes en tu memoria. ¿Recuerdas esa vez que olvidaste cerrar la llave del gas? Exacto.
El itinerario: entre la obsesión y el caos absoluto
Querer ver 15 países en 3 días es como intentar comerte un elefante de un bocado: terminarás con indigestión y un video de TikTok vergonzoso. ¡Relaja las expectativas! Un itinerario realista incluye:
– Horarios con margen: porque los trenes en Italia tienen más retrasos que tu ex respondiendo mensajes.
– Actividades prioritarias: si vas a París y no ves la Torre Eiffel, ¿en qué barrio alternativo te perdiste?
– Tiempo muerto: para descansar, perderte en callejones pintorescos o llorar porque el museo cerró.
Y lleva siempre un cargador portátil. Nada arruina más un atardecer en Bali que un 1% de batería.
Cuando el universo conspira: cómo no perder la cordura (ni el equipaje)
Las aerolíneas pierden maletas como los políticos pierden promesas. Prepárate para lo peor:
– Etiqueta tu equipaje: con tu nombre, número y una foto de Dua Lipa para que lo reconozcas rápido.
– Lleva ropa en el carry-on: porque pasar una semana con la misma camiseta huele a tragedia griega.
– Anota los números de emergencia: del consulado, tu madre y ese amigo que siempre contesta a las 3 a.m.
Y si todo falla, recuerda: un viaje catastrófico siempre será mejor anécdota que uno perfecto.
¿Y si todo sale mal? (Spoiler: no morirás, probablemente)
¿Qué hago si pierdo mi equipaje?
Primero, maldice en 3 idiomas. Luego, corre a comprar ropa barata y di que es “estilo local”. Y sí, reclama a la aerolínea: tu maleta vale más que su reputación.
¿Y si me enfermo durante el viaje?
No comas ese sushi de la estación de tren. Si ya lo hiciste, busca farmacias con logos reconocibles (y reza para que el baño del hotel tenga buen Wi-Fi).
¿Cómo evito que me estafen?
Si un vendedor callejero te dice “¡es casi gratis!”, corre. Y aprende a decir “no, gracias” en 10 idiomas. Tu billetera te lo agradecerá.
¿Y si mi vuelo se cancela?
Respira hondo, usa el tiempo extra para stalkear en Instagram a tu crush y exige comida gratis. La indignación sabe mejor con papas fritas.