Foto extraida del video de Youtube
Bar casa julio en granada: ¿el culpable de que nunca llegues a casa?
¿Has entrado alguna vez en Bar Casa Julio pensando «voy a tomarme una caña y me piro»… y al final has visto amanecer? Aquí las jarras de cerveza tienen imanes incorporados que pegan el culo a la silla. Entre el murmullo de las conversaciones, las risas que revotan en las paredes llenas de fotos antiguas y el aroma a tortilla de patatas que flota como una nube narcótica, este sitio es una trampa con forma de bar. Si Granada tiene algo claro, es que aquí el concepto «hora» es solo una teoría abstracta.
El menú: cóctel de tentaciones (y excusas)
¿Por qué nadie escapa de Casa Julio? Fácil:
- 🍻 Las tapas son como matrioskas: sacas una y aparece otra (gratis, claro).
- 🍷 El vino de la casa tiene propiedades mágicas: cada sorbo te convence de que «total, mañana duermo».
- 🎶 La música flamenca de fondo actúa como un hechizo: te hace creer que bailar con un desconocido es buena idea… ¡y siempre lo es!
Ah, y por si fuera poco: el botellero de agua está estratégicamente *mal puesto* para que, al intentar pagar, te topes con otro cliente que te suelta su vida entera en 3 minutos.
El personal: secuestradores de horarios (con carisma)
Los camareros de Casa Julio tienen un doctorado en psicología inversa aplicada al tapeo. Te sugieren «por probar» ese montadito de pringá… y de pronto has pedido tres rondas seguidas. Y no, no es casualidad que el reloj de la pared esté *misteriosamente* atrasado 40 minutos. ¿Estrategia de marketing? No, querido. Es brujería granadina nivel dios.
¿Y las preguntas que todos callan?
— ¿Alguien ha logrado irse de Casa Julio antes de medianoche?
Sí. Un turista sueco en 2017. Pero le dieron una tapa de lomo al whisky «para el camino» y volvió. Todavía está allí, creemos.
— ¿Por qué el suelo no tiene manchas si todo el mundo derrama su bebida?
Los azulejos absorben alcohol y lo reciclan en ambiente festivo. Ciencia, amigos.
— ¿Los camareros tienen pacto con los taxistas?
No confirmamos ni desmentimos. Solo sabemos que a las 3 a.m., el precio del taxi sube… y a todos les suda la frente igual.
— ¿El wifi es lento a posta?
Obvio. ¿Para qué quieres internet si hay que discutir sobre si Antonio Mairena era mejor que Camarón? Prioridades, cielo.
—
P.D.: Si al salir de Casa Julio ves un arcoíris sobre Granada, no es un fenómeno meteorológico. Es la resaca colectiva de la ciudad brillando. 🌈✨
Bar casa julio: donde las tapas son tan grandes que necesitas un mapa (y un estómago de hierro)
La Tapa que Desafía la Gravedad (y Tu Capacidad de Decir “No”)
En el Bar Casa Julio, las tapas no son comida: son expediciones. Aquí no encontrarás esos platillos minúsculos que desaparecen en dos bocados. Hablamos de montañas de patatas bravas que podrían servir de cama para una siesta, tortillas de patata más altas que la autoestima de un influencer y croquetas del tamaño de un talonario de cheques. Si pides una ración, mejor llama a un familiar para que te ayude. El camarero no te dará cubiertos, te entregará un kit de supervivencia con palillos, un chaleco salvavidas y un mapa para no perderte entre las aceitunas gigantes.
Instrucciones para No Acabar en el Suelo (Literalmente)
Primera regla: nunca subestimes el poder de una bandeja. En Casa Julio, cada tapa es un ejercicio de ingeniería gastronómica. Recomendaciones:
– Si ves algo cubierto de queso fundido, pide refuerzos.
– Las “raciones individuales” son una trampa. Traduce mentalmente: “para cuatro hambrientos o un valiente”.
– El pan no es acompañamiento, es material de construcción. Úsalo como base para evitar que la tortilla te declare la guerra.
¿Y los Precios? Más Cebados que un Olivo en Primavera
Aquí no pagas por la comida, pagas por la experiencia de ver cómo tu estómago cuestiona todas sus decisiones vitales. Por menos de lo que cuesta un café con leche en una terraza “fancy”, te llevas un plato que desafía las leyes de la física. Eso sí, el verdadero desafío es terminar la tapa sin que los comensales de mesas vecinas te aplaudan o llamen a un médico.
Preguntas que Todos Nos Hacemos (Antes de Pedir la Tercera Tapa)
¿Aceptan perros? Sí, pero si tu perro es de raza pequeña, recomiendan atarlo a la pata de la mesa. No vaya a ser que lo confundan con un trozo de chorizo y se lo lleven por error.
¿Hay opción “para llevar”? Claro, pero necesitarás una furgoneta. Y un permiso de carga. Y posiblemente un seguro a todo riesgo.
¿Se puede pedir media ración? En Casa Julio, “media ración” es como decir “media maratón”: técnicamente existe, pero nadie sabe cómo funciona.