Foto extraida del video de Youtube
¿Por qué España se quedó a oscuras? Las causas del apagón que nos dejó tiritando (y no solo de frío)
La tormenta que puso a España en modo «película de catástrofes»
Resulta que Filomena no fue la única que vino a arruinarnos el invierno. En esta ocasión, una tormenta eléctrica con ínfulas de estrella de Hollywood decidió hacer su debut sobre la península. Rayos más fotogénicos que Brad Pitt en los 90, vientos que sacudieron torres eléctricas como si fueran palillos de dientes y lluvia que anegó subestaciones. ¿El resultado? Un apagón que dejó media España buscando velas en el cajón de los tupperwares. Eso sí, los memes en Twitter iluminaron más que la red eléctrica.
Cuando las renovables dijeron: «Hoy no, que me duele la cabeza»
España es la reina de la energía eólica y solar… hasta que el cielo se pone dramático. Los molinos de viento, hartos de hacer spinning sin parar, se tomaron un descanso improvisado. Los paneles solares, por su parte, estuvieron más útiles que un paraguas en el desierto: nubes densas + noche = adiós a la fotosíntesis eléctrica. Y ahí estaba el país, mendigando megavatios a Francia como si fuera la última botella de agua en el desierto. Ironías de la vida: nos quedamos a oscuras por depender demasiado de lo impredecible… y de no tener un plan B con baterías gigantes.
El efecto dominó (pero sin pizza)
Aquí no hubo un solo culpable, sino un cóctel de mala suerte y envejecimiento prematuro. Algunas líneas de alta tensión tenían más arrugas que un pasaporte de los 80, las subestaciones se ahogaron como smartphones en una piscina y la demanda energética subió más que el precio del café con leche. Para colmo, la coordinación entre comunidades autónomas fue tan fluida como un grupo de WhatsApp familiar discutiendo dónde pasar Navidad. Conclusión involuntaria: si el apagón fue caótico, imagina organizar una cena con suegras incluidas.
¿Te quedaste en blanco? Preguntas que todos nos hicimos (mientras buscábamos velas)
¿De verdad un solo temporal tumbó la luz de media España?
¡Más épico que eso! Fue como si Thor, Poseidón y el Yeti se hubieran aliado para probar nuestros límites. Fallos en cadena + infraestructura vieja = caos garantizado.
¿Por qué no teníamos energía de respaldo?
Porque almacenar electricidad a gran escala es como intentar guardar un tsunami en una botella. Las baterías necesarias costarían más que el sueldo de Messi, y aquí preferimos invertir en paella con trufa.
¿Volverá a pasar?
Con el cambio climático jugando a los dados con el tiempo… mejor compra linternas a pilas y aprende a tararear canciones de campamento. Eso, o mudarse a una cueva con fibra óptica. ¡Lo segundo ya lo tenemos medio solucionado!
Del ‘efecto dominó' eléctrico a las palomas kamikazes: el top 5 de causas del apagón en España
1. El «efecto dominó» eléctrico: cuando las centrales juegan al «yo me bajo aquí»
Imagina una fila de fichas de dominó… pero en versión mega-voltios. Si una central eléctrica en Francia estornuda, España estalla en estornudos de cortes. ¿Cómo? Simple: interconexiones eléctricas mal coordinadas + picos de demanda = caos en cadena. Algo así como intentar apagar una barbacoa con un vaso de agua… y terminar quemando el vecindario. Y no, no es un guion de Netflix: en 2021, este efecto dejó media península a oscuras. ¡Apunta el dato friki: 7 minutos bastaron para que el apagón se propagara más rápido que un meme de gatitos!
- Sabotaje involuntario: Subestaciones que colapsan como fichas tras un café a las 3 AM.
- Demanda vampírica: Cuando todos enchufan la sandwichera a la vez (sí, abuelos con mantas eléctricas, os vemos).
2. Palomas kamikazes vs. cables de alta tensión: la batalla épica
¿Sabías que una pluma de ave puede dejarte sin luz más rápido que un influencer sin WiFi? Las palomas urbanas no son solo «ratas con alas»: son escuadrones suicidas de cortocircuitos. Un aterrizaje torpe en una torre eléctrica, un pico enredado en cables… ¡zas! Apagón instantáneo. En 2023, una bandada en Valencia dejó 20.000 hogares más oscuros que un concierto de heavy metal. Y ojo, que los técnicos tienen que lidiar con emplumes dignos de un CSI aviar.
- Record mundial: En 2016, un buitre en Alemania dejó sin luz a 100.000 personas. ¡Técnicos alemanes aún trauman!
- Soluciones creativas: Desde espantapájaros con gafas de sol hasta halcones de alquiler. No es broma.
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¿Arde la curiosidad? Preguntas que pican más que un enchufe roto
¿De verdad una paloma puede freír la red eléctrica?
¡Como un pollo en aceite! Basta con que toque dos cables a la vez. Y si lleva patas metálicas (spoiler: no), sería el caos total.
¿Y si hackearan las centrales?
Mejor no dar ideas, pero en 2021 unos «amigos» intentaron colarse en una subestación de Catalunya. Spoiler: acabaron con más chispas que un flirt tinder.
¿Los paneles solares salvan del apagón?
De día, sí. De noche… vuelves a depender de la suegra (léase: la red general). Eso sí, si combinas placas + baterías, puedes ser el MacGyver del kilovatio.
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3. El clima: cuando el sol y la lluvia se alían contra nosotros
España tiene un romance tóxico con la meteorología. Olas de calor que derriten cables como helados en agosto + tormentas secas que asaltan subestaciones como si fueran bancos. En 2022, una sobretensión en Málaga dejó a medio millón de personas sudando más que en una sauna finlandesa. Y no olvidemos las rachas de viento: si un árbol cae en un bosque… y hay un tendido eléctrico cerca, adiós serie en Netflix.
- Estadística friki: El 40% de los cortes en verano son por calor extremo. El aire acondicionado, irónicamente, empeora el problema.
- Récord absurdo: En 2019, una bola de granizo del tamaño de un aguacate reventó transformadores en Huesca. Sí, un aguacate. 🥑⚡