Elperiodico Cat: ¿La Única Edición Donde los Ronroneos Son la Noticia de Portada?

Foto extraida del video de Youtube


Elperiodico cat: ¿el gato tecleó el titular o por qué ese nombre tan raro?

¿Alguna vez te has preguntado si el redactor jefe de este periódico es un felino con fijación por el teclado? Elperiodico.cat suena a que un minino se coló en la sala de redacción, pisó la tecla «punto» y dejó su huella digital (o más bien, *patil*). Pero no, amigos humanos, la explicación es menos peluda de lo que parece. El .cat es un dominio de internet creado específicamente para promocionar la lengua y cultura catalanas. O sea, que no hay whiskas involucradas… aunque admitimos que un gato con boina y devorando pa amb tomàquet sería un logo de escándalo.

¿Entonces el .cat no tiene nada que ver con michis?

¡Tranquilos, amantes de los bigotes! Aunque el dominio .cat nació para agrupar a entidades relacionadas con Cataluña, la coincidencia es tan jugosa que hasta los creadores debieron soltar una risita. Imagina la conversación: *«¿Y si le ponemos .cat?»* – *«Pero eso se confundirá con gatitos»* – *«Exacto, ¡que la gente hable aunque sea por curiosidad!»*. Y voilà: ahora tenemos un periódico que, sin querer, parece anunciar noticias escritas por siameses. Eso sí, si algún día publican *«El Parlament declara oficial la siesta en cajas de cartón»*, sabremos que un colega cuadrúpedo ascendió de puesto.

Gatos vs. teclados: una rivalidad histórica

No nos engañemos: si los gatos dominaran el mundo, los periódicos se llamarían El Maullido Matutino o El Arenero Times. Pero en este caso, la gracia está en el doble sentido: .cat es un guiño geográfico y, de paso, un imán para clicks de despistados que buscan vídeos de kittens. ¿Estrategia brillante o caos lingüístico? Ambos. Eso sí, si ves al editor lamiéndose las patas mientras corrige titulares, preocúpate.

Curiosidades que no sabías (pero que ya sospechabas):

  • El dominio .cat cuesta más que un .com: aprox. 100€ al año. ¿Pagaría un gato eso? Solo si incluye un salmón gratis.
  • Para registrar un .cat, debes comprometerte a promover la cultura catalana. O sea, nada de vender rascadores online.
  • Si tu gato teclea «.cat» por accidente, técnicamente podría fundar su propio medio. #PeriodismoIndependiente

¿Tu gato quiere ser periodista? Resolvemos el misterio del nombre más maullado

¿De verdad hay un dominio para Cataluña y no es .barça?
¡Exacto! Aunque el .barça lo tiene registrado el FC Barcelona, el .cat es más versátil: sirve para cultura, política y hasta recetas de crema catalana (con o sin pelo de mascota).

¿Y si mi gato escribe mejor que algunos redactores?
En ese caso, contacta a Elperiodico.cat. Según su política de nombres, si tu minino escribe en catalán, quizá le den su propia columna. Sugerimos un seudónimo: *Miau Maragall*.

¿Puedo comprar un .cat para mi tienda de croquetas?
Solo si prometes usarlo para fines culturales. Aunque, honestamente, ¿qué es más cultural que alimentar a un gato? Debate abierto.

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Elperiodico cat: cuando el SEO y los ronroneos no se llevan bien

Gatos vs. Keywords: la batalla del teclado

Imagina esto: estás escribiendo un artículo sobre “cómo cuidar a tu gato en invierno”, listo para conquistar Google con tus keywords de oro. Pero tu minino, en un acto de sabotaje felino, decide que el teclado es su nuevo territorio. Resultado: el título termina siendo “cómo cuidar a tu gato en inviernññññññññññññññññññññññññ”. ¿SEO optimizado? No. ¿Ronroneo garantizado? Absolutamente. Los gatos tienen un radar para interrumpir justo cuando escribes “alimentación balanceada” o “juguetes interactivos”. Prioridades: ellos prefieren dormir sobre el mouse (literal y figuradamente).

Analítica web vs. Siestas estratégicas

Mientras revisas el tráfico orgánico o el CTR, tu gato despliega su mejor técnica de distracción: panza arriba, patas al aire, mirada de “¿en serio prefieres esos gráficos aburridos a mí?”. Google Analytics no tiene métricas para medir el “nivel de ternura que arruina la productividad”. Y ni hablemos de las videollamadas importantes: aparecerán colas, orejas o un primer plano de su nariz húmeda. ¿Consejo profesional? Incluye “mudo” y “fondo virtual” en tu lista de habilidades SEO.

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El contenido “maullado” y su impacto en el ranking

Los gatos son expertos en crear contenido espontáneo (léase: caótico). Un tutorial sobre “cómo limpiar areneros” puede convertirse en un viral de TikTok si tu felino decide excavar como si buscara petróleo en plena grabación. Eso sí, el algoritmo no perdona: si tu video tiene más visitas por el caos que por los tips, prepárate para que tu jefe te pregunte por qué el meta título dice “arena” pero el 80% de los comentarios son “¡QUÉ HERMOSO EL MICHIIII!”.

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¿Tu gato es el jefe de SEO… o el saboteador oficial?

— ¿Los gatos entienden de palabras clave?
Claro. Su keyword favorita es “latita”, y la repiten hasta que aparece en la primera página de tu cerebro (y de tu nevera).

— ¿Puedo culpar a mi gato si mi blog no rankea?
Sí, pero solo si adjuntas pruebas. Por ejemplo: pelos en el teclado, fotos de él sentado en la pantalla o un informe de Google Search Console con “búsquedas relacionadas: miau”.

— ¿Es recomendable incluir ronroneos en los podcasts de SEO?
Depende. ¿Quieres audiencia relajada o gatificada? Eso sí, asegúrate de editar los sonidos de lameduras de patas. No son ASMR para todos.

— ¿Cómo negociar con un gato que odia las meta descripciones?
Ofrece treats. Siempre. Si rechaza los snacks, prueba con una caja vacía. Es ley universal: prefieren el empaque antes que el contenido. Como ciertos algoritmos, vaya.