Foto extraida del video de Youtube
Nivel de significación: cuando las estadísticas se ponen melodramáticas (y tú pagas el paté)
El drama del 5%: ¿por qué tu alpha se cree el protagonista de una telenovela?
¿Alguna vez has visto a un estadístico llorar frente a Excel? Es probable que esté batallando con el nivel de significación, ese diva de las fórmulas que exige atención constante. Imagina esto: eliges un alpha del 5% (el consentido del mundo académico) y, de repente, tu estudio se convierte en un culebrón donde el valor p es el villano que amenaza con arruinar tu tesis. La estadística inferencial tiene más sobresaltos que un capítulo de *Yo soy Betty, la fea*, y todo porque un número decimal se niega a cooperar.
¿Por qué el 5% y no el 4,7% o el 6,2%? La respuesta es más arbitraria que un perro eligiendo su poste favorito. Resulta que, en los años 20, Fisher decidió que el 5% era tan bonito como un selfie con filtro y ¡zas!, se convirtió en el estándar. Ahora, si tu investigación no besa los pies de ese porcentaje, te arriesgas a que la comunidad científica te mire como si hubieras llegado a una boda en chanclas. Eso sí: si pruebas que tu alpha es mejor que el del vecino, prepárate para recibir aplausos (y algún que otro Nobel imaginario).
Errores tipo I y II: la comedia de equivocaciones que nadie pidió
¿Rechazar una hipótesis verdadera? Eso es un error tipo I, el equivalente académico de bloquear a tu crush por error y llorar después. ¿Aceptar una falsa? Error tipo II, o “sí, claro, ese tatuaje de unicornio con tu ex *sí* fue buena idea”. El nivel de significación es el director de este teatro: controla la probabilidad de meter la pata de manera épica, pero en la vida real, ni el alpha más fino te salva de que tu estudio termine en *Sharknado 5: El Rechazo Estadístico*.
- Alpha alto (10%): “Sí, corazón, acepto todo aunque me mientan. ¿Problemas? ¡Los veo mañana!”.
- Alpha bajo (1%): “Nada de citas rápidas, checo hasta tu signo zodiacal antes de decir ‘significativo’”.
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¿El nivel de significación tiene traumas emocionales? 🤔 (y otras preguntas incómodas)
¿Y si mi alpha es más rebelde que un adolescente en concierto de Bad Bunny?
¡Fiesta! Pero cuidado: un 10% te hace aceptar hasta horóscopos como evidencia, mientras que un 0.5% es ese amigo paranoico que ni confía en su sombra. La clave está en equilibrar el miedo a equivocarte con las ganas de publicar algo antes de que te gane la competencia.
¿Puedo culpar al nivel de significación si mi investigación fracasa?
¡Claro! Él es el chivo expiatorio perfecto. “No es que mi teoría sea cuestionable, es que el alpha era demasiado tímido” suena mejor que “me equivoqué en Excel”. Eso sí, si usas esta excusa, prepárate para que te pregunten si también le echas la culpa al horóscopo por llegar tarde.
¿Por qué el 5% domina el mundo si ni siquiera sabe cocinar arroz?
Tradición, mi querido Watson. Es más fácil seguir la manada que explicar por qué tu alpha es un 7,3% con toques de canela. A menos que quieras pasar de héroe a villano en la próxima conferencia, mejor sonríe y repite como loro: “5%, sí, señor, lo que usted diga”.
Nivel de significación: el «it's not you, it's me» de la investigación científica
Nivel de significación: el «it's not you, it's me» de la investigación científica
Imagina que el nivel de significación es ese compañero de piso que te dice «no es personal» mientras tira tu yogur caducado. ¿El yogur? Tu hipótesis favorita. Este valor (generalmente 0.05) es el umbral mágico donde la ciencia decide si te ghostea los datos o los acepta como «significativos». Traducción: «No es que tu teoría apeste, es que mi exigencia estadística es alta, bye». Aquí el p-valor hace de intermediario incómodo, como ese amigo que te cuenta los chismes pero con cara de póker.
Cuando 0.05 se convierte en el termómetro del drama científico
El nivel de significación es el juez de reality show de los datos:
- «¿Eres relevante o solo un *one-hit wonder* de la correlación?»
- «Si tu p-valor fuera un meme, ¿sería *Drake rechazando* o *Drake aprobando*?»
- «¿Por qué 0.05 y no 0.048? Porque a Fisher le gustaban los decimales redondos y aquí nadie discute al abuelo de la estadística».
Eso sí, cuando tu estudio no alcanza ese número, la excusa es más creativa que un currículum de influencer: *»Variables externas», «muestra caprichosa», «el alineamiento planetario»*…
La letra pequeña que nadie lee (pero debería)
Usar un nivel de significación del 5% es como jurar amor eterno… hasta que aparece otro estudio con un 4.9%. ¡Sorpresa! El «significativo» o «no significativo» es más voluble que una telenovela. Y ojo: no mide la importancia real del hallazgo, solo la probabilidad de que tus resultados sean un *fake* aleatorio. Básicamente, es el «¡pero yo te lo dije en la nota de voz!» de la metodología.
¿Deshojando la margarita estadística? Preguntas que nadie hace pero todos piensan
¿Por qué 0.05 y no 0.04 o un emoji de cereza?
Porque Ronald Fisher (sí, el de los bigotes) dijo en 1925 que 1 entre 20 era un «límite conveniente». Tan arbitrario como elegir pizza porque sí.
¿Si mi p-valor es 0.051, mi vida acaba?
Sí. Mentira. En realidad, podrías discutirlo como cuando intentas colar un «casi» en un examen. Pero prepárate para el side-eye de los revisores.
¿El nivel de significación garantiza que mi investigación es útil?
¡Ja! Ojalá. Es como creer que por llevar calcetines limpios tu entrevista de trabajo saldrá bien. Correlación ≠ causalidad, amigo.