El sector inmobiliario terciario está entrando en una nueva era, la del aumento de la inteligencia. Identificada como una poderosa palanca de transformación, reinventa lugares y usos dejando abierto el campo de posibilidades. Temas ambientales, humanos o tecnológicos, toda la cadena de valor del sector inmobiliario se ve afectada. Ya sea estructural, artificial, orientada al servicio, colectiva, creativa o viviente, la inteligencia será la piedra angular de los bienes raíces del mañana.
La inteligencia artifical al servicio del medio ambiente
En una época de transición ecológica, los edificios de oficinas deben capitalizar la innovación, haciéndose cada vez más inteligentes en términos de eficiencia energética. Conciliar las cuestiones medioambientales con el crecimiento económico es cada vez más el credo de las empresas en su búsqueda de nuevas instalaciones. En la confluencia de estas tendencias, tanto los usuarios como los inversores confían cada vez más en la inteligencia estructural para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y optimización del gasto. Predecir eficazmente la obsolescencia de un edificio significa actuar desde el momento de su diseño y durante todo su uso sobre sus cualidades intrínsecas. El objetivo es responder a los retos de flexibilidad y reversibilidad en apoyo de materiales innovadores y nuevas tecnologías.
La inteligencia de los organismos vivos es también una de las claves para reducir la huella de carbono de un edificio. La integración sistemática de la naturaleza en los edificios y su inspiración, especialmente a través de la «biomímesis«, contribuye a la biodiversidad, reduce las islas de calor y promueve la retención del agua de lluvia y la regulación de la temperatura ambiente.
La inteligencia al servicio de la creatividad y el rendimiento de los usuarios
El cambio en el paradigma de trabajo coloca ahora a las personas en el centro de las organizaciones. Marco y soporte de experiencias de trabajo, la disposición de los espacios se ha convertido en uno de los criterios esenciales para el bienestar, promoviendo la inteligencia colectiva y creativa. Desde salas de creatividad hasta espacios de proyectos, laboratorios de innovación, fablabs, centros digitales o centros de aprendizaje, el sector inmobiliario está derribando barreras para ofrecer cada vez más tipos de espacios adaptados a los estilos de trabajo y tiempos de vida de los usuarios. Esta multiplicidad de formatos con un fuerte diseño de usos tiene como objetivo romper silos, liberar intercambios o apoyar el cross-mentoring entre todos los grupos de interés de la empresa, desde los empleados hasta los autónomos o los proveedores de servicios, para finalmente lograr mejores resultados.
Inteligencia al servicio de un edificio conectado y comunicante
Conectado cada vez más con sus ocupantes, el sector inmobiliario comercial está entrando en la era de la inteligencia basada en servicios para satisfacer sus expectativas lo más estrechamente posible. Con la tecnología digital, el edificio se convierte en una plataforma de servicios digitales que se supone mejoran su calidad de vida. Imagine que cada empleado tiene un asistente virtual, capaz de personalizar su entorno de trabajo? Ofreciendo cada vez más servicios, el edificio del mañana será «experiencial» y permitirá optimizar los recorridos de los usuarios para su comodidad y bienestar. Para ello, el despliegue de sensores, que estarán omnipresentes incluso debajo de las mesas, los asientos o las habitaciones, formará parte de las soluciones para un uso óptimo de la ocupación del espacio.
Y eso sin contar con la inteligencia artificial, que promete ser una de las mayores fuerzas transformadoras del sector. El cambio ya está en marcha! Gracias al acceso a una cantidad de datos sin precedentes, el edificio puede ahora mejorar su propio rendimiento, tanto en términos de diseño como de funcionamiento y comercialización. ¿Y si mañana pudiéramos comparar los datos de uso de un edificio con los de un futuro inquilino para identificar instantáneamente la propiedad en perfecta adecuación con sus expectativas?
Las distintas formas de inteligencia forman ahora parte de un acelerador del cambio en el sector inmobiliario, donde la explotación siempre está mejor controlada, donde los servicios y las interconexiones cuentan más que metros cuadrados y donde el ser humano es tanto el punto de partida de toda reflexión como el propósito de toda acción.