Las energías renovables deben ser las que se acaben imponiendo en un futuro próximo. Los combustibles fósiles y minerales tienden a desaparecer debido a su escasez, pero sobre todo porque generan una huella ecológica muy perjudicial.
Muchas empresas ya trabajan en desarrollar nuevas formas energéticas e implantar a gran escala las ya existentes. Es muy difícil adivinar cuál será el futuro a largo plazo en un tema tan complejo como el de las fuentes de energía, sin embargo el presente ya nos deja pistas acerca del futuro más próximo.
La energía del futuro y su implantación a largo plazo
La energía eólica es sin duda la que tiene más proyección. Los molinos de viento tuvieron como principal obstáculo el impacto visual que generan, sin embargo nuestros paisajes ya se ha acostumbrado a este tipo de generadores.
La mayoría de empresas energéticas ya cuenta con este tipo de dispositivos para generar parte de su producción, de hecho ya existe alguna compañía de luz barata que produce energía 100% verde gracias al viento.
La energía solar fue la pionera en cuanto a energías limpias, sin embargo su uso ha decaído en los últimos años. El coste de las instalaciones ha sido un lastre, por lo que este tipo de generadores renovables han sido sustituidos por otros. Esta industria está actualmente centrada en desarrollar equipamiento a un coste menor.
Si hablamos de energía renovable de cara al futuro, sin duda una de las claves es la biomasa. Para fabricar este combustible se utilizan únicamente materiales orgánicos que no generan huella ecológica. La biomasa se suele utilizar en calderas para viviendas, como consecuencia se generan muchas menos toneladas de C02 en la atmósfera, además su fabricación es mucho más respetuosa para el medioambiente.
Otra de las claves para el futuro próximo es la energía geotérmica. Este proceso se basa en el aprovechamiento de la temperatura de la propia Tierra en sus capas más profundas. Su mantenimiento es de muy bajo coste, aunque la instalación todavía es cara.
En la actualidad se están desarrollando otras ideas como la conversión térmica oceánica, basada en reacciones químicas en relación con el agua del océano, o la energía osmótica, basada en la diferencia de salinidad entre los ríos y los océanos.
Cuidar nuestro planeta es responsabilidad de todos, los grandes proyectos energéticos nos ayudarán a respetar el medioambiente, aunque debemos ser nosotros los que hagamos un uso responsable de los recursos disponibles.