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¿Cómo limpiar los grifos de casa?

La limpieza más común que se suele realizar de los grifos es una limpieza externa aunque una limpieza interna, de vez en cuando, es necesario ya que podría obstruir la salida de agua. La limpieza exterior es más por estética pero la limpieza interna es una cuestión más importante y grave. Por ello, conviene usar productos neutros y naturales como el vinagre o la harina y no usar las sustancias abrasivas.

Limpieza exterior de los grifos

Los grifos se fabrican en distintos materiales. Según el tipo de material del que se trate, conviene emplear elementos y técnicas de limpieza diferentes. La manera más recomendada consiste en utilizar productos que no sean abrasivos ni le causen daños, como el jabón neutro.

En ciertos casos, cuando este producto no es suficiente, conviene recurrir a otros. El más simple es el detergente lavavajillas. Para aplicarlo, sirve un paño o una esponja de cocina. Cuando se usa una esponja, en lugar de echar el detergente directamente sobre ella, como cuando se friegan los cacharros de cocina, conviene diluirlo: una o dos cucharadas en medio litro de agua caliente o tibia. Luego hay que aplicar sobre el grifo con la parte más suave de la esponja, para evitar posibles ralladuras.

Los sitios más difíciles de limpiar, y donde más tienden a acumularse los sedimentos, es en las uniones de los grifos con los sanitarios, la encimera o el mueble en el que se encuentren. Si hay allí suciedad adherida, que no se pueda quitar con un paño o esponja normal, un consejo eficiente es recurrir a un cepillo de dientes viejo y utilizarlo para fregar esas zonas complicadas con bicarbonato de sodio humedecido .

Para completar la limpieza con otro elemento pensado para la higiene bucal, se corta un fragmento de hilo dental y se pasa por las uniones de los grifos, con el fin de asegurarse de remover y poder eliminar la suciedad oculta en las ranuras y otros rincones.

Productos naturales para la limpieza

Además de las sustancias destinadas de forma más o menos específica a la limpieza, como el detergente o el bicarbonato de sodio, también es posible -y más sostenible- el uso de productos naturales para lograr el mismo fin. El que se utiliza con mayor frecuencia es el vinagre blanco, aunque también hay quienes promueven el uso de las bebidas de cola, ya que el ácido que contienen las convierte en buenos limpiadores de cobre, o de harina, en particular para grifos cromados o de níquel.

En cualquier caso, al tratarse de productos de uso cotidiano, se puede probar sin problemas su posible éxito en la limpieza de los grifos de casa. Lo que sí se recomienda evitar es el empleo de sustancias abrasivas, como lejía o amoniaco, no solo por el daño que podrían ocasionar sobre el grifo, sino también porque podrían contaminar los conductos y, en consecuencia, también el agua que circule por ellos.

 

Por último, no hay que olvidarse que la limpieza del grifo también incluye la rejilla o el filtro del grifo que es apenas visible, pero en la que se acumula mucha cal y otras sustancias y pueden alterar el correcto funcionamiento del grifo. Por ello, conviene limpiar y liberar los pequeños orificios de la rejilla con un alfiler o una aguja, algo punzante. Tras retirar el filtro, proceda a su limpieza con el objeto punzante y, a continuación, enjuagar con agua para retirar los posibles sedimentos. Volver a colocarlo y su grifo ya estará totalmente limpio, tanto por fuera como por dentro.