Nuevas técnicas de cirugía con células madre

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Nuevas técnicas de cirugía plástica, estética y reparadora con células madre. Las células madre que se obtienen del tejido adiposo, de la grasa, especialmente la alojada en el abdomen, pueden convertirse en células de hueso, tendón, cartílago, o de grasa. Una solución natural que, en muchos casos, evita la colocación de implantes o prótesis. Las células madre también se utilizan en otros servicios médicos, como traumatología y cirugía general, entre otros.

Estas células se emplean, principalmente, en tratamientos como el aumento mamario, remodelación de glúteos, sustitución de implantes mamarios, reconstitución mamaria después de una mastectomía, rejuvenecimiento facial, tratamiento de deformidades, depresiones y pérdida de tejidos, regeneración sustancial de calidad de los tejidos, en fístulas y ulceras crónicas y en problemas funcionales de las articulaciones. Las células madre son concentradas y extraídas de la grasa abdominal, muslos, etc…, mediante un proceso técnico y preciso en un laboratorio dentro del quirófano. Posteriormente, las células madre junto a la grasa purificada son reintegradas.

El aumento mamario con grasa propia enriquecida con células madre es una técnica sin cicatrices, muchas veces sin anestesia general, sin silicona ni efectos negativos sobre el pecho. La recuperación es mucho más suave, casi mínima, en comparación a la intervención de implantes tradicionales. Con esta técnica puede lograrse un aumento natural que puede oscilar entre 1 a 2 tallas.

Esta combinación y enriquecimiento de la grasa con células madre y regenerativas es una forma de obtener un resultado estable y duradero. Las células madre pueden convertirse en nuevas células adiposas y las células regenerativas crean el mejor lecho y entorno para la supervivencia de la grasa injertada.

Parto vaginal: la primera opción

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La cesárea se ha vuelto una práctica cada vez más usada pero ¿realmente aporta beneficios reales? El conocimiento científico actual y la ética profesional nos indican que la mejor opción para finalizar un parto es la vía vaginal.

Está claro que hoy en día hay indicaciones claras de cesáreas en situaciones que no permiten el parto maginas, como son la placenta previa, la presentación fetal transversa o el sufrimiento fetal agudo en condiciones obstétricas adversas. También hay otros casos en que la cesárea disminuye los riesgos que conllevaría un parto vaginal, como la presentación podálica, fetos extremadamente grandes, infección por VIH o múltiples cicatrices uterinas.
Pero hemos de tener en cuenta que la cesárea es una cirugía mayor y tiene riesgos asociados a cualquier intervención quirúrgica, tales como infección y sangrado. El argumento de que el aumento de esta intervención trae consigo beneficios para los recién nacidos no es necesariamente cierto, ya que diferentes publicaciones han demostrado que el aumento de la cesárea no se ha relacionado con la mjoría del pronóstico perinatal. También es incierto que el parto por cesárea sea menos doloroso, y el mero hecho de tener una cesárea anterior no justifica que se realice una cesárea nuevamente sin intentar un parto vaginal.
No obstante la cesárea es necesaria; gracias a ella se pueden salvar vidas, pero la práctica de cesáreas de forma generalizada y sin indicaciones precisas es incorrecta.
Dar a luz es un evento muy importante en la vida de una madre. Un gran número de mujeres y familias esperan con ansiedad el momento del parto. El recuerdo del nacimiento de un hijo les acompañará toda la vida, y es en este momento cuando la participación del equipo de salud debe aportar no sólo solidez profesional, sino también calidad humana pues es  importante que haya una buena información por varios profesionales y que se tome la mejor elección posible tanto para la madre como para el neonato.

Éxitos en tratamientos biológicos de las lesiones de rodilla

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El sistema articular de la rodilla comprende dos articulaciones diferentes relacionadas entre sí. La rodilla está formada por la unión de dos importantes huesos: el fémur y la tibia, además de la rótula. Está rodeada por una cápsula articular y varios ligamentos que le dan estabilidad. Todo ello supone que la articulación de la rodilla sea una de las más complejas.

En los últimos años se ha avanzado mucho en tratamientos en lesiones de rodilla. Al margen del desarrollo de las técnicas quirúrgicas, se trabajan y desarrollan tratamientos biológicos con materiales biocompatibles para tratar lesiones en músculos, cartílagos y tendones, con buenos resultados.
El que mejores resultados da de estos tratamientos es el factor plaquetario de crecimiento, que se extrae del plasma de la sangre y que provoca una estimulación biológica en la zona afectada y ayuda a su recuperación y la cicatrización.
Respecto al uso de las células madre, las cuales estimulan las propias células del organismo con el fin de que generen un tejido específico (cartílago o músculo o hueso), sigue siendo una técnica en fase de desarrollo y, en la actualidad, con pocas aplicaciones clínicas.
La importancia de la artrosis en las lesiones de rodilla
Hasta hace poco, la artrosis era considerada como una enfermedad degenerativa, inespecífica, que atacaba a las articulaciones y que se encontraba relacionada con el sobrepeso. Hoy sabemos que la artrosis es una enfermedad que afecta a miembros de una familia y que hasta un 24% de los pacientes con artrosis presenta una predisposición genética. Provoca importantes daños en rodilla y en otras articulaciones.
La diferencia entre artritis y artrosis
La artrosis empieza afectando a la capa más superficial del cartílago haciendo que pierda su capacidad de retener agua y mantener hidratado al cartílago perdiendo su capacidad de resistencia. La artritis es una inflamación. También puede producirse por traumatismos, ejercicio físico excesivo, infecciones, etcétera.
El tratamiento de la artrosis se basa en analgésicos y condroprotectores; también se realizan infiltraciones locales y, en algunos casos, se tiene que implantar una prótesis de rodilla. El tratamiento de la artrosis de rodilla debe ser individualizado.

Muerte súbita infantil ¿se puede prevenir?

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Conocemos como muerte súbita la pérdida inesperada y repentina de la función cardíaca. Aunque siempre es un suceso trágico, en el caso de los más pequeños es especialmente devastador.
Habría que diferenciar la muerte súbita desencadenada por el ejercicio, y el síndrome de muerte súbita que ocurre en menores de un año. Aunque las dos son infrecuentes, siempre os preguntamos: ¿Por qué ha sucedido si estaba previamente sano? ¿Podría haber hecho algo para evitarlo? Y en ambos casos disponemos de algunos consejos.
Para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante la mejor recomendación es poner a los bebés en colchones firmes y evitar acostarlos boca abajo, aunque también podemos no sobreabrigar al bebé, evitar que la madre fume durante y después del embarazo, ofrecerle lactancia materna, etc.
En cuanto a los deportistas, la principal causa de muerte súbita es cardíaca y muchas de ellas se pueden detectar. El electrocardiograma y la ecocardiografía, junto con la historia clínica, tienen una gran capacidad para detectar buena parte de los factores de riesgo. En caso de encontrarse alguno, se solicitan pruebas como la resonancia magnética, el Holter o el estudio genético.
Siempre va a existir un porcentaje no desdeñable que no podremos detectar, por lo que sería recomendable estar entrenados en realizar una Reanimación Cardiopulmonar (RCP) Básica para intentar salvar aquellos casos de muerte súbita de los que somos testigos.

Porqué y cómo funciona la autonomía de los coches eléctricos

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Siendo la autonomía la cuestión principal acerca de los coches eléctricos a la hora de comprar, es importante tener en cuesta una serie de factores y consejos. Tanto para elegir el modelo adecuado a nuestro uso cotidiano como para sacar el máximo partido a la autonomía de la batería. A continuación se detallan algunas informaciones de utilidad y consejos de utilidad.

Autonomía adaptada al usuario

Puesto que cada persona hace un uso diferente de su coche, es importante escoger una autonomía que corresponda a nuestro uso. En general, se recomienda decantarse por un modelo que doble los kilómetros realizados diariamente por dos razones principales. En primer lugar, es un margen de seguridad respecto a todos los factores que pueden reducir vuestra autonomía. Y en segundo lugar la autonomía anunciada por los constructores es muy optimista pues el ciclo de autonomía de estos vehículos no es el mismo en teoría que en la práctica y es muy variable según la conducción de cada uno.

Los automóviles eléctricos imponen ciertas condiciones

Debido a su autonomía limitada, el coche eléctrico no se adapta a todos los públicos ni a todos los usos. Pues está especialmente adaptada a un uso urbano y periurbano. Para la mayoría de las personas, los coche eléctricos ofrecen suficiente autonomía, pues parece que el 82% de los Europeos realizan menos de 100 km al día.
Un medio de recorrer distancias más largas es el uso de los puntos de recarga públicos, especialmente los puntos de recarga rápida. Estas se están multiplicando con el tiempo. Ya hay mapas establecidos al respecto.
El alquiler de coche puede ser una solución para trayectos puntuales de más de 100 km. Sin embargo para trayectos cotidianos de más de 100 km, la elección de otro tipo de vehículo, como un coche híbrido por ejemplo, sería más adecuado a esa necesidad.
Sin embargo es muy interesante saber que el coche eléctrico ofrece una muy considerable ventaja: la de no tener que parar en gasolineras y un atrayente coste de 2€ para realizar 100 km.

Factores que varían la autonomía de un coche eléctrico

«Las diferencias entre estilos de conducción puede hacer variar la autonomía de aproximadamente 10%»
La velocidad pues la relación entre la velocidad y su consumo es exponencial. Actualmente, los coches eléctricos del mercado no permiten realizan más de 90 km en autopista mientras que aguantan hasta 170 km (o más según el modelo) en uso de ciudad. Por esa razón, cuando veáis que la autonomía es demasiado justa para realizar vuestro trayecto, optad por reducir vuestra velocidad para llegar al destino.
El aire acondicionado, la calefacción y demás complementos hacen una importante mella en la autonomía de un coche eléctrico, la calefacción y aire acondicionado tienen un impacto mucho mayor mientras que el uso de la radio o de los faros apenas tienen impacto. Pueden reducir la autonomía según los modelos de entre 10 y 30%. Por esta misma razón el frío implica usar la calefacción aunque no pone ninguna dificultad en arrancar, contrariamente a la creencia popular.
El desgaste consecuente que implican las baterías eléctricas. Podemos estimar una pérdida de autonomía de aproximadamente 10-15% al cabo de 5 años de uso o 75 000 km. Luego de esa bajada, la reducción es mucho menos sensible con los años.
Uno factor importante, es el estilo de conducción. diferencia entre estilos de conducción puede hacer variar la autonomía de aproximadamente 10% según los conductores. Los constructores ofrecen autos con una conducción un modo « eco » que permite atenuar la potencia del motor en las aceleraciones de forma que amplían la autonomía.

Afortunadamente, para matizar las pérdidas y aprovechar al máximo el rendimiento y movimiento de este vehículo, los fabricantes han elaborado una característica de lo más interesante que aumenta la autonomía. Ésta aprovecha la inercia del coche en el frenado para generar energía, es lo que se denomina Recuperación de energía en el frenado.

Para información más detallada, más consejos, comparaciones de modelos y autonomía podéis consultar en 1cocheelectrico.es