Economía

Leer los últimos libros del momento sin gastarse mucho

Leer es un placer, pero puede resultar muy caro. Para los amantes de la lectura, existen diferentes formas de no disparar su presupuesto anual en la compra de los últimos libros del momento e incluso, de cualquier libro. En las bibliotecas, se hacen préstamos de libros, la compra de segunda mano también puede ser una solución o incluso formar parte de un club de lectura.

Cuatro modos de ahorrar sin abandonar la lectura

En muchos hogares, aún no se pueden realizar gastos extra, como el que supone la adquisición de un libro. Pero ello no tiene por qué implicar abandonar la afición lectora.

Así, es posible recurrir a distintos métodos para poder leer y no gastar demasiado. Está desde decantarse por el régimen de préstamo entre familiares o amigos, hasta adquirir ejemplares en condiciones ventajosas (en librerías de segunda mano). O cabe también la posibilidad de hacerse socio de un club de lectura, algunos de ellos en formato on line, que no exigen ninguna cuota, aunque a cambio hay que comprar varios libros al año (por un módico precio). Y para los más tradicionales, tampoco pueden faltar las visitas a las bibliotecas u otros centros culturales públicos que les den acceso a los títulos de los grandes escritores de todos los tiempos, uno de los mejores vehículos de ahorro para los grandes lectores.

1. Clubes de lectura:

En ellos, se tiene acceso a una amplia selección de obras, a cambio de darse de alta en el servicio. Los hay desde los que perciben una cuota mínima, con cobro mensual o anual, que da derecho a recibir libros con un coste reducido, a otros que solo requieren de los asociados, sin afrontar ninguna cuota, que realicen varios pedidos al año. En cualquier caso, tienen precios exclusivos en cultura y ocio y la comodidad añadida de recibir los pedidos en casa.

2. Libros de dominio público:

Supone una de las formas más interesantes para introducirse en la lectura sin gastar un solo euro, al descargarse libros digitales de forma ilimitada. Pero hay que tener en cuenta que deben ser de dominio público, y que no infrinjan licencias y derechos de autor. Se accede desde el ordenador personal, pero también a través de los más avanzados canales tecnológicos, entre los que destacan Android o iOS.

3. Bibliotecas:

Es la fuente más tradicional para encontrar un libro. Se pueden consultar obras de cualquier temática(desde Ciencias Sociales, Matemáticas, Filosofía… hasta los clásicos de la Literatura Universal e incluso los últimos superventas). Y siempre de forma gratuita, ya que basta con hacerse un carné para poder disponer de los títulos elegidos.

Estos centros educativos y culturales están presentes en toda la geografía nacional (bibliotecas nacionales, municipales y autonómicas). A ellos se añaden las de fundaciones, patronatos, obras sociales… que permiten que sus ejemplares pasen en régimen de préstamo a los demandantes de este bien cultural.

4. Intercambio cultural:

En algunos municipios españoles, y a instancias de sus corporaciones locales, se promueve la difusión de la lectura a través de los intercambios de libros entre los propios vecinos. Se basa en el viejo axioma de «yo dono uno para que otro lo lea», por el cual el usuario de este servicio cultural se beneficia de las aportaciones de los restantes lectores.

 

Además de estas cuatro formas de leer existen otras como la compra de libros usados en librerías especializadas en este tipo de libros teniendo una amplia oferta en su catálogo y con esta forma se puede ahorrar bastante. Otra también, puede ser recurrir a las librerías online en las que tienen libros de primera y segunda mano y se pueden recibir cómodamente a domicilio. El compartir libros entre amigos, familiares, conocidos puede ser una de las formas más económicas y también aprovechando descuentos que alguna librería cerca de nuestro domicilio haga de vez en cuando.