En tiempos de crisis, muchos padres autónomos que trabajan en casa tiene que combinar el trabajo con la crianza y educación de sus hijos con un principal objetivo de ahorrar gastos en guarderías y cuidadores. Compaginar esta dos tareas es posible y también el compartir momentos con sus hijos. El truco está en flexibilizar los horarios y organizarse con otras familias que están en la misma situación.
Seis trucos para trabajar en casa y cuidar a los niños
1. Preparar juegos y actividades. Uno de los mayores problemas es que los niños se aburren enseguida de casi todo. No vale decirle a un pequeño: «Esta mañana vas a jugar con plastilina». Lo hará, pero durante un cuarto de hora. Después querrá jugar con peluches, instrumentos musicales, lápices de colores, pelotas o los demás juguetes que tenga y le gusten. Por eso, hay que tratar de tenerlos siempre a mano y preparados para recurrir a ellos cuando haga falta.
2. Estar con ellos. Cuando son muy bebés no se puede dejarles solos, ya que esto entraña muchos riesgos: que se lleven cualquier cosa a la boca, que se golpeen, etc. Pero más tarde, cuando ya podrían quedarse en una habitación aparte, son ellos los que no suelen querer, por nada del mundo, estar sin compañía. Lo más conveniente es no acostumbrarlos a una compañía constante, y sí tratar de lograr una convivencia y una interacción lo más armónica posible.
3. Juntar varios niños. Hay mucha diferencia entre que haya un menor solo o que haya más de uno. Jugar con sus hermanos u otros niños es, en general, lo que más los entretiene. Una buena alternativa para hijos únicos sería juntar a dos o más pequeños cuyos padres o madres (familiares o amigos entre sí) estén en la misma situación y que se turnen para cuidarlos. De esta manera, se gana en dos sentidos: ellos están más entretenidos jugando juntos, y sus progenitores, a cambio de cuidar a dos o más en vez de uno, cuentan con jornadas libres cuando es otro adulto quien se encarga de ellos.
4. Ser flexible. Esto es fundamental y en varios sentidos: desde admitir la posibilidad de trabajar con una mano mientras con la otra se sostiene al pequeño sobre las piernas, hasta trabajar en horarios y lugares diversos (en el parque cuando se sale a dar un paseo, en una fiesta de cumpleaños, de noche cuando todos duermen…) Según el tipo de trabajo, es posible que muchas actividades se puedan adelantar en estos momentos. En este sentido, los ordenadores portátiles, las tabletas y los teléfonos móviles son herramientas muy valiosas.
5. Aprovechar el tiempo al máximo. Así como en las primeras semanas del bebé se aconseja aprovechar cada tiempo disponible para dormir y descansar, sin importar el momento del día que sea, con el trabajo en estos casos ocurre algo parecido. Resulta casi imposible respetar una jornada laboral definida: lo aconsejable es tener disposición para trabajar de noche, por la mañana bien temprano, en la hora de la siesta y en todos los demás momentos en que los pequeños estén entretenidos haciendo sus cosas.
6. Tener paciencia. Si la paciencia es fundamental para la crianza de los hijos en cualquier circunstancia, en este caso hay que tener una cuota extra (o varias). Pero además de la paciencia del día a día, también hay que pensar que esta etapa más difícil es precisamente eso, una etapa, y que llega a su fin al igual que las demás. Cuando los niños llegan a los cinco o seis años, ya comprenden que el adulto está trabajando, y son más autónomos y menos demandantes. Además, a esta edad tienen menos problemas de salud infantiles. En ese momento, trabajar en casa, si bien no es como estar solo y no tener que cuidar a ningún pequeño, se convierte en una tarea bastante menos complicada.
Algunos padres se pueden permitir llevar los niños a la guardería o con cuidadores o incluso dejar el trabajo durante un periodo largo hasta que el niño cumpla los 3 años. Pero muchos deben trabajar en casa y cuidar a sus hijos. El truco está simplemente tener un poco de paciencia, cariño, optimismo y flexibilizar los horarios. Otra opción es juntarse con más padres que estén en esta misma situación para turnarse en el cuidado de los niños y poder disfrutar de algunos días libres dedicándolo al trabajo.