Tras vestirnos y equiparnos con todo el material de buceo, toca meterse al agua. Para la mayoría de nosotros, es el momento más
esperado: ir sumergiéndonos poco a poco en las profundidades y disfrutar de la inmersión. Pero también hay que tener en cuenta que es uno de los mo mentos clave para preparar a nuestros oídos a las profundidades y comenzar a compensar. Una inmersión con molestias en los oídos por una mala compensación es de todo, menos agradable. Aquí van unos consejos para compensar correctamente los
oídos.
- Empezar a compensar desde el mo mento en que nos tiramos al agua y seguir compensando a medida que vamos bajando para que no haya demasiada diferencia de presión. En efecto, la trompa de Eustaquio llevará mejor la compensación si la diferencia de presión entre cada es mínima. Cuando hemos conseguido compensar, ya no no taremos una diferencia de presión en los tímpanos sea cual sea la profundidad a la que buceamos.
- Si en los primeros intentos no hemos conseguido compensar bien, no os desesperéis y sobre todo, no os precipitéis hacia abajo. Las trom pas de Eustaquio funcionan como los músculos que, desacostumbrados a realizar ese tipo de ejercicio, necesitan un tiempo de adaptación.
- Durante la inmersión hay que seguir compensando cuando estemos en profundidad. Las variaciones de volúmenes son menos impor tantes a más profundidad pero aún así, siguen siendo considerables. Por lo tanto, se trata de regular la velocidad de inmersión en función de como vaya la compensación. Si notamos alguna sensación de presión, molesto o dolor hay que parar enseguida, volver a subir hasta que no notemos la molestia, intentar compensar y volver a bajar progresivamente.
- A la hora de volver a la superficie, los problemas de compensación de los oídos no son frecuentes. Sin embargo, un desequilibrio por sobrepresión interna puede aparecer en caso de congestión de las mucosas durante la inmersión. La única solución a este problema es la realización de la maniobra de Toynbee (movimiento de deglución) o efectuar movimientos de bostezo o de masticación para abrir las trompas de Eustaquio y al mismo tiempo ir bajando algunos metros para reducir la diferencia entre la presión ambiente y la de los oídos en ese momento.
Otra técnica
Se recomienda llevar la cabo lo antes posible el método de la apertura voluntaria de las trompas de Eustaquio: su objetivo es reequilibrar la presión entre el oído externo y el oído medio. Esta técnica permite la compensación de las presiones por una acción muscular sobre las trompas de Eustaquio sin sobre presión pulmonar. Cabe destacar que no siempre se pueda llevar a cabo esta técnica, ya que depende de la configuración de las trompas de cada uno, pero que practicando podremos mejorar la facilidad de nuestros oídos a compensar con las otras técnicas para así, reducir los riesgos de sufrir traumatismos.